La televisión pública catalana, TV3, descartó enviar este año a ninguno de sus tradicionales helicópteros a cubrir la manifestación de la Diada, en el centro de Barcelona. En el resumen de la jornada de la propia cadena, que publicaron en su portal de información 3/24, se observa una colección de las "mejores imágenes", pero ninguna fue realizada desde el aire. Se trata de una decisión insólita, ya que desde antes de 2013, cuando las concentraciones del 11 de septiembre se convirtieron en masivas, llegaron a volar hasta tres helicópteros de TV3 para hacer una amplia cobertura del acontecimiento.
La razón que esgrimen, a instancias de Vozpópuli, es que la "previsión meteorológica" condicionó en la decisión final de no enviar ningún helicóptero, aunque en la predicción del tiempo que publicaron el 10 de septiembre en la web las lluvias se limitaban a pocas zonas de la montaña del litoral central y del prelitoral y se daba mucho "margen para salir": "Mañana sábado, Diada Nacional de Cataluña, los modelos muestran una jornada, en general, con mucho margen para salir". Tampoco se habló de tormenta u otro fenómeno climático que pudiera imposibilitar la cobertura aérea en helicóptero.
La dirección de la cadena añade que este tipo de decisiones se toman "a una semana vista" -es decir, antes de conocer el tiempo que hará- y que se optó "resolver esta ausencia", la del helicóptero, "con la cobertura desde altura a través de nueve puntos con grúas y edificios altas, que nos ofrecieron imágenes elevadas de la manifestación de Barcelona". A excepción de la Diada de 2020, que estuvo marcada por el contexto de pandemia y las duras restricciones sanitarias, la cadena pública siempre había desplegado un equipo completo para cubrir esta efeméride.
Así lo anunciaban en su web. Si en 2013 hicieron "conexiones en directo" con sus tres helicópteros que sobrevolaban la manifestación, en 2014 ofrecían las "imágenes más emotivas" de la Vía Catalana, algunas de ellas captadas por el helicóptero y que dejaban ver desde la distancia la forma de "V" elegida por la organización por el trayecto que pasaba de la Avenida Diagonal y la Gran Vía. Asimismo, en 2015 seguían en directo y "desde el aire" el "puntero gigante" de la ANC que iba pasando por encima de las cabezas de los asistentes. En 2016 anunciaban la retransmisión de la "concentración, a vista de pájaro". En 2017, por ejemplo, proporcionaban al espectador un resumen de dos minutos de la Diada con vistas aéreas. Y en 2018, hablaban de la manifestación de la Diada "en imágenes aéreas".
Condena por la transmisión partidista
Su amplia cobertura llegó a ser criticada por varios partidos de la oposición, aunque desde de la cadena siempre defendieron la "vocación de servicio público" para cubrir uno de los eventos más seguidos de la región. La politización de la Diada llegó a tal punto que en 2017 el Tribunal Supremo avaló la decisión de la Junta Electoral Central de obligar a TV3 a retransmitir actos de las otras formaciones políticas durante la campaña electoral de 2015 para compensar la cobertura que se hizo de la manifestación de la Diada en la que participaba ERC y JxCat bajo la coalición de Junts pel Sí.
De acuerdo con el auto de la sección cuarta de la sala de lo contencioso administrativo del Supremo, la actuación de un medio de comunicación público retransmitiendo una manifestación que presentaba un determinado sesgo "hacía necesario restaurar la neutralidad y pluralidad informativa mediante una medida proporcionada".
La Diada con menos afluencia
Finalmente, la Diada de esta edición ha sido la que ha tenido la peor cifra de asistencia de los últimos diez años. La división entre los principales partidos independentistas y el desgaste social del movimiento han mermado en la capacidad de afluencia que, según los organizadores, fue de 400.000 personas y de 108.000, según la Guardia Urbana de Barcelona.
La expectativa de que pinchara el número de asistentes era un temor entre los organizadores. Como informó este medio, la Assemblea Nacional Catalana anuló su sistema de inscritos para que no fuera tan evidente la actual desmovilización. Tampoco contribuyó a que fuera un éxito la Diada alternativa que promovieron otros activistas críticos con el nacionalismo hegemónico.
Pese a ser la primera manifestación tras la concesión de los indultos a los condenados por sedición, los gritos de una minoría que acusaba de "traidor" al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y a Oriol Junqueras, ensombrecieron la unidad exhibida en anteriores ediciones, así como el asedio ante la comisaría de la Policía Nacional en Vía Layetana.
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