Una mujer que denunció violencia machista por parte de su pareja se ha quedado sin protección porque su maltratador se ha cambiado de género, pasando a ser mujer. La expareja de la víctima le habría propinado golpes y agresiones reiteradamente y sus acciones no quedan recogidas por la Ley de Violencia Machista al cambiar de sexo, por lo que los hechos deben tramitarse ahora como violencia doméstica, como recoge el diario El Mundo.
La denuncia fue interpuesta a mediados de agosto y la sorpresa vino cuando los Mossos d'Esquadra no pudieron tramitar la violencia por malos tratos al quedar registrado que su marido se había cambiado de género en marzo, cinco meses antes de que la víctima diera a conocer los hechos. El registro reflejaba el cambio de nombre del maltratador, que ya había hecho amagos anteriormente de utilizar ropa interior femenina y de querer hormonarse.
Cuando la expareja de la víctima cambió de sexo sin ella saberlo, tuvo que acreditar un informe psicológico que dejara constancia que llevaba al menos dos años queriendo iniciar un proceso de cambio de género. La documentación adjunta también recogía que se estaba hormonando.
Por este motivo, el maltrato no tiene la fuerza jurídica que tendría si fuese ampara por la Ley de Violencia de Género ya que se trata como un conflicto entre familiares, por lo que la mujer maltratada no puede acceder a una orden de alejamiento.
Mientras el trámite judicial continúa,la víctima no puede desvincularse de su maltratador, quien ya le ha dejado fuera de casa en alguna ocasión en verano y tuvo que recurrir de nuevo a los Mossos. Cuando accedieron a la vivienda la expareja de la víctima estaba vestido como un hombre pero la policía no podía actuar dado el registro legal que había acreditado el cambio de género.
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