Los trabajadores de Nestlé Girona paran 24 horas por primera vez en 18 años tras el fracaso de las negociaciones del nuevo convenio colectivo. Nestlé ha roto la mesa de negociación tras diez meses de intensas reuniones.
Nestlé Girona es una de las plantas de referencia de la producción del café, ya que produce el 75% de la producción en Europa, con una facturación de 1.358 millones de euros en 2017. En España está dirigida por Jacques Reber, y entre los miembros del consejo se encuentra el presidente de Inditex, Pablo Isla.
La multinacional, con sede en Suiza, no se ha movido de su posición inicial, mientras la plantilla denuncia la pérdida de poder adquisitivo en la última década. La huelga de los trabajadores tendrá lugar este jueves por la falta de flexibilidad de la compañía en los últimos diez meses, con una negociación en vía muerta.
Todos los sindicatos representativos de los trabajadores han secundado el paro, aunque hay posiciones más duras que otras. CCOO Industria ha considerado que si bien ha habido avances, no se ha tenido en cuenta sus demandas sobre las relaciones laborales y ha cargado contra la cúpula de Nestlé España. El sindicato busca una propuesta por parte de la compañía para abrir de nuevo el diálogo y la negociación, petición que la dirección no está dispuesta a acceder.
Los sindicatos reivindican una mejor retribución y una caída de la jornada laboral anual, es decir, trabajar menos y cobrar más. La multinacional se ha propuesto incrementar los salarios fijos en un 1,5% y 1.776 horas al año.
El sindicato se ha acogido a los acuerdos alcanzados en otros convenios, como la subida media del 2,25% durante el pasado año, un incremento sensiblemente superior al ofrecido por la suiza. En el anterior convenio, la plantilla aceptó una subida del 0,3%, un nivel muy inferior al de otros convenios de la zona, perdiendo así poder adquisitivo frente a los incrementos que experimentaron otros empleados de la región.
La CGT, más combativa, ha cargado por el "neoliberalismo destructivo con fines de constitución de una estructura capitalista global de competencia perfecta". Por esta razón, la plantilla ha perdido la capacidad de influir en su en la negociación de sus salarios. Según ha afirmado, "estamos luchando contra un gigante que obedece órdenes de Suiza", que ha introducido un "nuevo modelo productivo japonés denominado TPM", que es una ramificación del "sistema de trabajo toyotista". "Solo buscan maximizar la producción y nos sobrecargan con nuevas tareas", ha denunciado.
El último convenio de Nestlé Girona, pactado para el trienio 2015-2017, se queda corto con las peticiones actuales de los trabajadores. "Ahora es necesaria una mejora sustancial del incremento fijo para el nuevo convenio que compense la pérdida del poder adquisitivo de estos últimos años, ha exigido. En este sentido, no descartan una escalada de la tensión en la planta.
En la última reunión se intentó evitar la convocatoria de este paro por parte de la empresa, pero no se llegó a un acuerdo, pese a que se repasaron la subida de salarios de los años anteriores. En este sentido, han indicado que las retribuciones podrían incrementarse en un 2% siempre y cuando se cumplieran una serie de objetivos. Pero no sólo tendrían estas mejoras, sino que además se incluía un incremento de las semanas de paternidad y maternidad, aumentar la flexibilidad para cuidar a los menores y en los horarios partidos.
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