"Esta empresa financia la represión". Así han amanecido decenas de sucursales bancarias de CaixaBank, BBVA o Santander, establecimientos de Inditex y otras tiendas textiles cotizadas, en Barcelona y otros puntos de Cataluña.
Las pegatinas, adosadas en los grandes ventanales de estas empresas están firmadas por 'Tsunami democrático', una nueva plataforma aplaudida por partidos separatistas y que se ha creado antes del 11-S.
Se trata de una nueva campaña de boicot contra empresas del Ibex 35, entre las que están señaladas BBVA, Santander, Caixabank, Telefónica, Repsol, Iberdrola, El Corte Inglés e Inditex, dueña de franquicias como Zara. Los independentistas han dejado fuera de los ataques a Banco Sabadell.
Entre los que bendijeron este nuevo movimiento independentista se encuentran Carles Puigdemont y Quim Torra. También la Asamblea Nacional Catalana (ANC), que ha iniciado por su parte la campaña "consumo estratégico", un boicot encubierto a las empresas del Ibex 35 y a los oligopolios por no tener un marcado carácter nacionalista catalán.
La Generalitat y la Cámara de Comercio se desentienden
Ni la Generalitat ni la Cámara de Comercio han realizado comunicado alguno para defender a las empresas señaladas. "No tiene nada que ver con el Gobierno de Cataluña", han afirmado fuentes de la Generalitat, dando por zanjada la respuesta sin denunciar estos hechos.
Tampoco la Cámara de Comercio de Barcelona, pese a que varias de las empresas pertenecen al pleno, ha elevado la voz contra esta iniciativa. Cabe recordar, que el presidente de esta institución, Joan Canadell, ha trabajado en el germen de la campaña "consumo estratégico" cuando pertenecía a la ANC, al tiempo que se ha opuesto al hacer de los oligopolios en Cataluña, mientras ha criticado a las empresas que hicieron las maletas tras el 1-O.
"Es una campaña enfocada al consumidor y la Cámara trabaja para las empresas. Se han tergiversado los titulares para que el ANC no hace boicot a ningún empresa, sino que apuesta por empresas próximas al territorio, con responsabilidad social, que apuestan por la economía circular, por el medio ambiente...", decía Canadell el pasado mes de junio. "Lo hace en positivo ya partir de ahí son los consumidores quienes deben sentirse atraídos por la campaña", respaldaba.
La campaña de tsunami democrático es complementaria a la ANC, que busca consumidores para empresas comprometidas con la causa separatista, así como el inicio de un boicot a las grandes bodegas del cava, como Freixenet y Codorníu, en el punto de mira ahora de la Asamblea Nacional Catalana en su campaña para favorecer a los campesinos y bodegas que trabajan con plantaciones de proximidad, "lejos de los oligopolios de las grandes empresas del sector”.
La Asamblea, además, ha montado distintas ferias de consumo estratégico, con stands de las entidades empresariales para conseguir más clientes, en detrimento de las grandes compañías de telecomunicaciones y energéticas.
La ANC no ha escondido su intención de que los ciudadanos se sumen a su campaña y se inscriban en una lista de consumidores estratégicos para comprometerse a consumir solo productos catalanes. Tanto la gran patronal Fomento del Trabajo como Pimec han rechazado esta iniciativa por suponer una “discriminación”. Pimec emitió un duro comunicado en el que alerta de los peligros del boicot y de los derivados de “confrontar a las empresas y a estas con el consumidor”
Ninguna de las empresas atacadas y señaladas por esta campaña ha realizado comunicado alguno. Preguntadas a varias de ellas, la respuesta obtenida ha sido la misma: "No tenemos nada que decir". Al menos a nivel individual, porque Foment, la patronal de las grandes empresas, sí que ha emprendido acciones legales contra la campaña de la ANC, tanto judiciales como exigir actuaciones ante la Agencia Catalana de Competencia (ACCO).
Quien sí se ha mostrado contrario a esta campaña es Empresaris de Catalunya. "Es una vuelta de tuerca más, una irresponsabilidad más", ha afirmado Carlos Rivadulla. "El grado de radicalidad está llegando a tal punto que solo les queda esto", ha asegurado a Vozpópuli.
"Es triste. Solo les queda liarla parda", ha considerado el presidente de esta entidad, que alberga cerca de 500 empresas y empresarios que defienden la Constitución y el Marco constitucional. "A los independentistas les da igual ya la situación y la sociedad. Solo buscan su supervivencia y la autojustificación y esto es muy peligroso", ha advertido.
Hay que alzar la voz y denunciarlo
"Hay que alzar la voz y denunciarlo", ha afirmado en el caso de que su empresa fuera una de las atacadas por estos radicales, señalando que estas grandes entidades lo denunciarán de forma colectiva, a través de las patronales, como han hecho siempre.
"Es deleznable". Así se ha manifestado Josep Bou, concejal del Ayuntamiento de Barcelona y empresario. "Se trata de una campaña más de todas las que hemos sufrido y venimos sufriendo algunos empresarios en Cataluña", ha destacado, al tiempo que ha mostrado su firme rechazo a cualquier tipo de boicot.
"No tiene ni pies ni cabeza. Este no es el camino", ha asegurado, por lo que emplaza a los independentistas radicales a volver a la legalidad y respetar la seguridad jurídica, un mensaje contrario al que ha mostrado Canadell en diversas ocasiones. "Quiere romper el marco constitucional", ha denunciado Bou respecto al presidente de la Cámara de Barcelona.
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