El número 2 de la lista de Cs y eurodiputado desde 2019, Javier Nart, recibe a Vozpópuli en la sede 'naranja' de Barcelona, donde sigue defendiendo a capa y espada la necesidad de un espacio liberal y progresista en las instituciones europeas. Un espacio que sin embargo acaba de desaparecer en Cataluña después de las elecciones catalanas, lugar fundacional de Ciudadanos, que han dejado sin escaños a los de Carlos Carrizosa con menos apoyos que Pacma en las urnas. A pocas semanas para que Europa decida su representación parlamentaria, la coyuntura internacional para la próxima legislatura supone un gran desafío para el viejo continente en medio del euroescepticismo que abanderan especialmente los representantes de ultraderecha como Marine Le Pen.
Nart fue corresponsal de guerra en los 70 y 80 con la revolución sandinista y ha vivido muy de cerca la realidad de los territorios ocupados en Palestina, además durante la Transición fue secretario del Partido Socialista Popular y ha estado en los orígenes de Ciudadanos. Es miembro de la Comisión de Asuntos Exteriores y de la Subcomisión de Seguridad y Defensa de la Eurocámara, además de vicepresidente de la Delegación para las Relaciones con los Países de la América Central. Desgrana desde su trayectoria los grandes retos que están por delante tras el 9-J así como los 'populismos' que se ciernen a ambos extremos y la gran desafección política con la precarización de las clases medias.
Se está generando desde la izquierda un miedo a 'que viene el lobo' con la 'derechización' de la Eurocámara, ¿es un miedo real, cómo va a afectar?
Eso va a pasar. Te pongo un ejemplo futbolístico. Hace unas semanas vino aquí el PSG que había sido derrotado en Francia por el Barcelona. Y metió 1- 4. ¿La culpa es del PSG? cuando el populismo nace es porque los partidos pilares, un centro izquierda y un centro derecha que han sido institucionales, no han realizado su labor institucional. La degradación de las instituciones que tenemos en España y también fuera de España es la consecuencia de que los partidos que las han gestionado las han ido corrompiendo y debilitando. Porque si hubieran cumplido con su labor, unos y otros, tendríamos unas instituciones sólidas donde en democracia a veces ganan unos y otros. Pero lo que ha sucedido es la deslegitimación mutua.
Para el partido socialista la única verdad es la suya y se denominan progresistas. Pero es que la denominación de gobierno progresista es falaz, porque podrá ser progresista o no. Es como el ministerio iraní de la virtud. Ya lo veremos. Esta deslegitimación de las instituciones por la captura de las mismas, por la clientelización de las mismas, es algo por ejemplo que vivimos en España: el caramada Koldo, nombrado miembro de del consejo de administración de dos empresas del ministerio de Transportes. Y cobraba. Osea el señor ministro entendía que eso era suyo y ponía a quien le diera la gana. Y Koldo más allá de decir buenos días y buenas tardes, y dudo que llegara al punto de ordenar, pero sí a cobrar.
¿Es una realidad que se extiende en Europa?
Claro que se ha externalizado. ¿Quién vota ahora a Le Pen? los que votaban al partido socialista y al partido comunista. Estos son los votantes de Le Pen. Antes cuando votaban al partido socialista francés eran magníficos y éstos ahora son unos fascistas peligrosos. Es el orfanato político. Hay gente que no se encuentra. Hablan de que si la derecha o de la izquierda, pero estamos en una sociedad capitalista con una gestión de la estructura capitalista del Estado, que no es un capitalismo del siglo XIX con niños arrastrando vagones por las galerías de Gales. Hay una gestión integradora de la estructura del Estado, de la economía, de la estructura capitalista. No condeno, pero sí el capitalismo radical que únicamente entiende que se tiene que dejar que se desarrollen independientemente las fuerzas. Porque entonces gana quien tiene mayor fuerza. Es el capitalismo de después de la II Guerra Mundial, donde se establece que hay un espacio de prosperidad integradora, y donde se genera una gran clase media.
Ya no estamos ahí...
Ahora estamos en algo muy jodido. Es en la concentración de riqueza, en el punto alto de la pirámide, cada vez más restringido. Cada vez con más concentración de poder. En una precarización de la clase media que va siendo expulsada hacia una falta de seguridad en la vida. Yo tengo 77 años, cuando me casé era una abogadito recién salido de la facultad con una novia con la que sigo, que creo que es un récord mundial, luego aterrizas y a medida que pasaba el tiempo progresaba, ganaba más, me pude comprar un pisito por Vallcarca. Ahora no tienes un embudo. Ahora tienes un túnel donde la luz al fondo es una luz intermitente. Yo cuando me casé me pude casar en mi casa propia, ahora para casarte o tienes a tus padres detrás comprándote la casa o no puedes, porque con tu sueldo y el de tu pareja no llegáis. Esa precarización del futuro de la gente joven da como consecuencia el escepticismo por la política, la despolitización, eso es terrible. Porque si no te ocupas de la política, se va a acabar ocupando de ti. Y en las clases medias es la búsqueda de una seguridad, y eso lo da un profeta. Todos son falsos. De esto no se habla en la campaña.
Esta degradación de la política apuntala los bloques y deja sin recorrido espacios como el de Ciudadanos. ¿Qué perspectiva tenéis en estas elecciones?
Ciudadanos traicionó su razón de existir cuando Albert Rivera pensó que era más importante ser presidente que conformar un gobierno necesario. En aquella ejecutiva de hace 4 años propuse una coalición con el PSOE, dije que si no éramos útiles seriamos inútiles. Eso fue el suicidio por borrachera del éxito. Yo nunca me he creído los éxitos, los pongo en distancia. Trato de entender que por encima de mi ilusión es que si trabajamos por lo común debemos trabajar para lo común. Hasta ahora Ciudadanos tenía 8 diputados. Cuando yo me presenté a las elecciones por primera vez, Albert me pidió que fuera en las listas, yo no era el mejor, sino el más conocido. Lo que lucho en estas elecciones es porque el grupo liberal tenga una presencia española y no se convierta en el grupo en el que yo me encontré, que era independentista. Expulsamos a Convergencia Democrática del liberal por corrupción y no digo que los nacionalistas sean corruptos.
Tengo una gran relación con Izaskun Bilbao y tengo respeto por el PNV y Puigdemont. Pero la mayor discrepancia con su programa, van en contra de lo que es la unidad, la solidaridad y la igualdad. Cuando eres nacioanalista pretendes una situación diferenciada, que no es para estar peor, sino para estar mejor. Mi formación es muy vasca, muy poco políticamente correcto, como abogado puedo decir cosas, por ser vasco de origen o catalán no sé por qué tengo que tener diferencias positivas respecto a otros. Confundimos la historia con la histeria. ¿Aragón fue un reino, o no? ¿el reino de Granada, de Castilla, o Galicia? los asturianos dicen que España es Covadonga y tierra conquistada. Al final todos nos ponemos a mirar el ombligo y yo no sé por qué tengo que tener mejor trato diferenciado que al otro lado del río Ebro. O como alguien se llama de izquierdas y entiende que la igualdad es para los míos y la solidaridad es para los míos. Es tan reaccionario y me escandaliza que el PSOE entienda como progresistas a aquellos que están con él pero que no creen en la igualdad ni la solidaridad sino solo para los suyos. Ellos son distintos, ergo son mejores. Nuestra perspectiva para las europeas es sacar tres escaños, hace 10 años no nos conocía ni Dios.
¿Qué está en juego estas elecciones europeas?
Estas elecciones son trascendentales y no vamos a tener una sino dos fuerzas. De derecha y de la derecha de la derecha, los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), donde están Vox y Le Pen, y luego ID, Identidad y Democracia, que está más a la derecha. Estos dos van a tener paridad, con 5 o 10 escaños de diferencia como mucho con liberales. Por lo tanto es de una importancia enorme el que los liberales sigan siendo la tercera parte del taburete. Popular, socialista y liberal, que es cómo hemos funcionado en el Parlamento. Son las fuerzas que creemos en la integración política de Europa, no económica porque ellos creen solo en la economía pero no en la integración.
Yo creo que la integración política es larga, de ir desnudando el Estado de su identidad para ir creando la necesaria identidad europea. No soy un romántico, porque si no hacemos esto nos convertiremos en irrelevantes. En los grandes problemas internacionales lo somos, en el conflicto de Oriente Medio el actor económico es Europa, con Israel el factor cultural es Europa, pero no estamos invitados retóricos porque predominan EEUU y China. Tenemos un vientre gigante pero hay que hacer crecer la cabeza, que es la unidad estratégica, la unidad política, que sea una confederación peculiar pero con capacidad decisoria. Es un tema fundamental, y es unidad estratégica es política, industrial, económica, agraria. Identidad y Democracia y ECR hablarán del Estado soberano, pero esto no es la unión económica europea esto es la Unión Europea. No es un problema de Feijóo o Sánchez o de quien gana, desearía escuchar qué mensaje de europeo propio de integración estratégica hay. Pero hay cuestiones esenciales, los jóvenes con los empleos kleenex, de usar y tirar, no va a creer en las instituciones o en el tema de educación para formar en tecnología que es lo que vamos a necesitar. No puedes tener una sociedad disfuncional donde el principal factor es el turismo.
Sin embargo en esos debates van a tener más peso partidos como ID o ECR, Von Der Leyen ya les ha hecho un guiño en el discurso Maastricht ¿a qué obedece su gesto?
Es algo que antes no habíamos visto, porque estamos hablando de partidos con intereses. No partidos con criterios. El criterio no significa que digas, como Churruca en la batalla de Trafalgar, que la bandera está clavada y te hundas con el barco. Eso está bien como frase. Un partido no tiene que pensar que lo único es el éxito, tiene que entender cuál es su función. Es necesario porque sino estás jodido. Si no trabajas por lo que tú entiendes como necesidades sociales, te conviertes en el Corte Inglés. Moda de verano o invierno. Von der Layen lo ha hecho por el surgimiento de la derecha radical y la rederecha. Y claro, empieza a pensar que la tripleta histórica puede ser problemática y que valdría la pena una apertura puntual por el partido socialista y liberal que van a bajar. No vamos a mantener los 103 diputados. Macron va a perder muchos diputados, Cs también, a medidas que vas perdiendo en Rumanía, Alemania... te da un resultado de ochenta y tantos. Si somos maravilloso llegamos a 90, pero vas a tener a un tío con 85. Es fundamental que el grupo liberal sea fuerte para evitar esa deriva, para que el grupo socialista no tenga una deriva 'populista' que es de los dos.
El pulso de Sánchez con Milei a punto de las europeas es claramente una batalla por el relato, que Sánchez busca ganar siempre en su estrategia de comunicación política. ¿Cuál es tu lectura de esta estrategia?
Esto no es Feijóo o Sánchez, repito, es Europa. Hay que plantear un proceso de cambio en profundidad de una Europa sin capacidad estratégica. Esto también implica abrir el melón de los Tratados europeos. A mí me escandalizan las trampas mediáticas, para que el poder determine lo que tenemos que hablar los españoles. Es fundamental que la ayuda que recibimos de Europa que son 140 mil millones de euros sirvan no para burocracia, sino para crear una alternativa estratégica industrial y tecnológica en España. El relato va a ser de yo contra ti y tu contra mí, y ese relato consiste primero, en el reconocimiento de Palestina, en el que estoy de acuerdo, pero como el tercer piso estructurado, porque lo han convertido en un activo de campaña.
Son millones de personas que sufren una injusticia terrible. El segundo piso es el problema de doña Begoña, donde Pedro Sánchez de una manera obscena dice que es un atentado contra las instituciones. Si Begoña tiene los mecanismos de la ley, ella no es institucional, la Reina sí, y no es un ataque a la democracia. La contestación no puede ser tocar el tambor y ahora ver si declaramos la guerra en Argentina. La retirada de la embajadora en Argentina como motivo de campaña es de una tremenda gravedad. No hemos retirado el embajador español en Moscú y Putin está perseguido por la Corte Internacional. Y el primer piso: esa carta de meditación. El nivel de obscenidad de ética de este señor... en Europa se quedaron atónitos por su carta. Con Felipe González España sí era un referente. Ahora somos un país de pandereta donde un presidente de Gobierno medita si quiere dimitir y retira una embajadora cuando insultan a su mujer.
Por último, la ampliación de la UE con Ucrania ante la amenaza rusa. ¿Está preparada Europa para que sea próximo Estado miembro?
En Ucrania estamos entregando material para que no sean derrotados. Respecto a Ucrania hay que tomar dos decisiones jodidas. Que Ucrania tiene que ganar sin material atómico, poner lo necesario y limitadamente. Están pidiendo los Patriot, que España tenía muertos de risa en Turquía durante la Guerra de Siria. No puedes mandar 12 o 17 Leopart cuando necesitas unidades de 200 carros. Ahora nos hemos despertado y empezamos a pensar que es necesario tener fábricas que hagan munición, por cada 10 disparos rusos hay 2 disparos ucranianos.
En una guerra donde ya la movilidad es inexistente porque tienes defensas en gran profundidad y es una guerra desde la aviación, artillería y drones. Hay que decir, y no es políticamente correcto decirlo, Ucrania no puede ganar la guerra y Rusia no puede perderla, sería una humillación máxima. Vamos a un cese al fuego con líneas que se perpetuarán. El año pasado decían que la ofensiva ucraniana iba a ser exitosa y, aunque se han roto los dientes, esa ofensiva les iba a costar unidades muy bien entrenadas para avances mínimos. Cuando tienes defensas en 40 kilómetros de profundidad es como si el boxeador más potente pega un puñetazo descomunal a un cojín de metro y medio de ancho. Se diluye y te golpean, te quedas aislado. No era posible llegar a Mariupol y tenemos que establecer un escenario muy amargo. Ucrania no entrará nunca en la OTAN, pero como estado miembro tiene que entrar con un proceso muy especial. De Estado asociado porque no tiene condiciones económicas y por su corrupción. Dada la situación geopolítica, que Ucrania sea 'primo hermano' camino de ser 'hermano'. Ese espacio intermedio hay que establecerlo. Que se amplíe también a Macedonia a Montenegro.
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