Junts apura los plazos para la toma de poder de Pedro Sánchez y los socialistas juegan a la prudencia y el retraso de la investidura para equilibrar el pulso con los de Carles Puigdemont. Junts sabe que juega con ventaja y que cuando más al límite esté el calendario más se le requerirá frente a ERC. Una tensión a la que se le ha sumado este miércoles el apoyo del histórico líder de Convergència y representante icónico del independentismo por su trayectoria autonómica, el expresidente catalán Jordi Pujol quien, mostrando apoyo a Puigdemont, aconsejó al independentismo evitar la "candidez" en las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez y les ha pedido ser "exigentes" para evitar ser "engañados", en un pacto que debe abordar la cuestión "esencial" de la identidad catalana: "Con Rodalies no se resuelve el problema".
En una entrevista con el digital "ElNacional.cat", Pujol lanzó algunas recomendaciones a los negociadores de Junts y ERC para la investidura del presidente del Gobierno. "A la hora de negociar -ha señalado-, hemos de mirar que Cataluña no caiga en la candidez. Hemos de ser capaces de ser exigentes. Eso no reclama recurrir a ningún tipo de violencia, algo de lo que siempre he sido contrario. Pero reclama que el conjunto de Cataluña y fuerzas catalanas sean capaces de defender cosas de tipo económico, social, ambiental, lo que digan. Pero también la identidad del país".
Rememora el Majestic
Pujol apuntó que el independentismo debe "procurar" no ser "engañado" y, en ese aspecto, ha rememorado el Pacto del Majestic que él, como presidente catalán, rubricó con José María Aznar en 1996 para apoyar su investidura como presidente del Gobierno. El expresidente catalán admitió que "algunas de las cosas del Pacto del Majestic se han hecho" y, por lo tanto, el Gobierno del PP "no nos engañó". "El Gobierno español actuó de acuerdo con aquellos criterios... pero no todos", añadía.
"Lo que pasa es que ahora dicen: esto lo resolveremos porque les traspasaremos Rodalies... ¡oh, qué cara! Ya hace mucho tiempo que se debería haber traspasado. Con esto no resolveremos los problemas", ha advertido en relación al traspaso a Cataluña del servicio de Cercanías, una condición que exige precisamente Esquerra. Un traspaso que "se ha de hacer, y quien dice esto, dice tantas otras cosas", ha apuntado el exlíder de CiU: "Pero el problema de la identidad de Cataluña como país es esencial".
En ese sentido, se ha mostrado de acuerdo en que el acuerdo debe tener un "sentido histórico". "¿Y qué quiere decir eso? Hacer una cosa que pueda durar a lo largo de la historia, que a lo largo de los próximos cinco, diez, veinte, treinta años no podamos decir: esto ya no sirve. Por lo tanto, sentido histórico quiere decir de permanencia, de duración", ha aseverado el expresident.
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