ERC implosiona. Oriol Junqueras dejará la presidencia de ERC temporalmente, a partir del 9 de junio, justo con las elecciones europeas, para "abrir un proceso de reflexión y escucha activa antes de decidir su futuro", así lo ha concluido la Ejecutiva del partido después de más de cuatro horas de reunión que ha empezado a las 18 horas de este miércoles. Marta Rovira también ha anunciado que no se presentará a la reelección como secretaria general de ERC congreso extraordinario que el partido ha comunicado que celebrará el 30 de noviembre para "pensar el futuro del partido y del país". Junqueras quería adelantar el congreso a finales de julio y Rovira le prefería para finales de año. La secretaria general, fugada por el 'procés', considera que su ciclo y el del presidente del partido, Oriol Junqueras, ya ha terminado, y reclama un relevo al frente del partido. Ya hace meses que Rovira cree que la etapa de la cúpula de ERC ha llegado a su fin.
Junqueras aspiraba a la reelección
Junqueras aspiraba a presentarse a la reelección, y la secretaria general, Marta Rovira, apostaba por una "transición tranquila" que pase por un relevo en la cúpula del partido de ambos. De momento Junqueras no renuncia totalmente a la presidencia, pero Rovira logra que deje el cargo al menos en unas semanas.
El presidente de ERC se había postulado para liderar la nueva etapa del partido tras la dimisión de Pere Aragonés, que había sumido en propias carnes el varapalo del 12-M, donde los republicanos perdieron hasta 13 escaños. Sin embargo, tal y como comunicó en una carta abierta a la ciudadanía este martes, dejaba a cargo de la militancia y del partido el aval para este puesto. La Ejecutiva de hoy era clave para que el partido asentara las bases de las nueva estrategia, y Junqueras ha dado paso atrás por las tensiones internas.
Tensión interna hacia retejer la unidad del 1-O
Después que Aragonés diera paso a un vacío de poder en ERC, el sector más crítico aunque en minoría del partido, el llamado Col.lectiu primer d'octubre, reclamó a última hora de este lunes la dimisión total de la dirección por seguir una "estrategia errónea" que va más allá del excabeza de lista de ERC. Pedían la convocatoria de un congreso extraordinario, que es lo que se ha acordado este miércoles, para reencaminar la estrategia de los últimos años por la pérdida de confianza del electorado. "Es imprescindible un nuevo equipo de dirección capaz de recuperar la confianza perdida por nuestros exvotantes", acusaban.
Esta sector más crítico aboga porque este viraje debe volver a la senda de 2017 que "nos llevó al referéndum del 1 de octubre y que ponga la independencia como el primer objetivo de todas nuestras políticas". En esta línea, y con lo que pide Puigdemont, exigen volver a la "unidad estratégica del independentismo", tanto con el resto de partidos (Junts, CUP) como organizaciones sociales, en clara referencia a Ómnium, ANC y Consell per a la Republica. Un camino que el de Waterloo ya está explorando en la ronda de contactos. Este sector también pedía "redefinir la política de pactos en Madrid" y otras instituciones que han "blanqueado" al PSOE, y hacen un llamamiento a la militancia de ERC a sumar fuerzas para preparar una alternativa a la dirección actual.
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