La crisis en el Gobierno catalán iniciada este verano ha acabado en ruptura. La militancia de Junts ha decidido que el partido rompa la coalición con ERC y salir del Govern de Peré Aragonés según los resultados de la consulta que ha celebrado entre el jueves y el viernes. En un comunicado, la formación ha anunciado que el 'no' a seguir en la Generalitat ha obtenido el 55,73% de los votos. El 'sí' ha tenido un 42,39% de apoyos, mientras que ha habido un 1,88% de votos en blanco, en una votación en la que han participado el 79,18% de los 6.465 militantes con derecho a votos.
A las 17:30 está previsto que se reúna la Ejecutiva del partido para analizar este resultado, que supone la ruptura de la alianza entre ERC y Junts en la Generalitat y tendrá consecuencias en el seno de la formación liderada por Laura Borràs y Jordi Turull. JxCat queda despedazado, con la propia Borràs y Carles Puigdemont como grandes ganadores frente a un derrotado Turull, secretario general de la formación y representante de la moderación. Las bases de la calle han prevalecido sobre el independentismo oficialista representado por los consellers con más peso.
La victoria del 'no' en la consulta no solo marca el futuro de JxCat -a partir de ahora hará una oposición centrada en fórmulas para alcanzar la independencia-, también pone en un serio aprieto a Aragonés, con un Ejecutivo que en estos momentos solo dispone del apoyo de 33 de los 135 diputados del Parlamento catalán, y que ahora debe reconstituir la mayoría parlamentaria, probablemente con el apoyo del PSC y los comuns.
Una de las primeras consecuencias del resultado será -salvo sorpresas- la dimisión inmediata de los seis consellers de JxCat que quedan en el Govern tras la destitución de Jordi Puigneró como vicepresidente del ejecutivo: Jaume Giró (Economía y Hacienda), Victòria Alsina (Acción Exterior y Gobierno Abierto), Gemma Geis (Investigación y Universidades), Josep Maria Argimon (Salud), Lourdes Ciuró (Justicia) y Violant Cervera (Derechos Sociales).
Salvo Geis, el resto de consellers se habían mostrado favorables a no romper el Govern, si bien Giró, una de las voces más significadas a favor del sí en la consulta, ya ha dejado claro que, si ganaba el no, abandonaría "inmediatamente" el cargo.
Una ruptura anunciada
El deterioro de las relaciones entre Junts y ERC se había ido agravando en los últimos meses: en julio, Esquerra contribuyó a suspender a Borràs como presidenta del Parlament y a la vuelta del verano los republicanos hicieron caso omiso a los llamamientos de JxCat a cumplir tres puntos clave del acuerdo de gobierno.
La situación acabó estallando la semana pasada, cuando JxCat amenazó con pedir a Aragonès que se sometiera a una cuestión de confianza si no cumple lo que plantea el acuerdo de legislatura para avanzar en el proceso independentista, a lo que el presidente catalán respondió con el cese fulminante de Puigneró.
Aragonès ya ha avanzado que no convocaría elecciones anticipadas aunque JxCat saliese del Govern, por lo que probablemente tenderá la mano a los Comunes -que disponen de ocho escaños- para ganar apoyos parlamentarios, aunque seguirán siendo insuficientes para acercarse a la mayoría absoluta, situada en 68 diputados. El PSC que lidera Salvador Illa -principal grupo de la cámara empatado a 33 escaños con ERC- ha garantizado que, en cualquier caso, seguirá ofreciéndose a Aragonès para sacar adelante los presupuestos de la Generalitat para 2023.
El PSC reúne a su Comisión Ejecutiva de forma extraordinaria
El PSC reunirá el próximo lunes a su Comisión Ejecutiva de forma extraordinaria para analizar la "grave situación abierta en Cataluña". La presidirá el primer secretario de la formación, Salvador Illa, y a las 13.00 horas se celebrará una rueda de prensa para "informar de los acuerdos y contenidos de la reunión".
Mientras, la líder de los comuns en el Parlamento catalán, Jéssica Albiach, ha asegurado que la ruptura del Govern y la salida de Junts del Ejecutivo catalán "abre una nueva oportunidad de poner Cataluña en marcha con una mayoría progresista". "Dos años perdidos y un Gobierno roto, en medio de una crisis económica, nunca es una buena noticia", ha sostenido Albiach, y ha defendido que la ciudadanía necesita gobiernos fuertes y estables.
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