Cataluña

Asalto final de la ANC para controlar y usar políticamente las Cámaras de Comercio catalanas

Los independentistas aúnan fuerzas para derrocar a las candidaturas de Tusquets y Macià en las elecciones que se están celebrando en estas instituciones respetadas internacionalmente y en las que no tienen poder alguno

La internacionalización del conflicto catalán es una de las principales premisas y urgencias de los independentistas. Hasta ahora, no han conseguido apoyos relevantes a nivel internacional, más allá de artículos de pago en diarios económicos o declaraciones favorables a su causa de exdiputados y diputados europeos desconocidos para el público en general. El "no" a la independencia ha sido la respuesta más cosechada, pese a los insistentes intentos de la Generalitat.

Tras este descalabro institucional, los independentistas tratan ahora de hacerse con el control de las Cámaras de Comercio en Cataluña, un total de 16 instituciones muy representativas y respetadas en España y en el resto del mundo. Sus informes son leídos detenidamente, sobre todo por inversores que buscan nuevas oportunidades de negocio, con Barcelona como principal foco de esta inversión. 

La operación puesta en marcha ahora por el soberanismo catalán trata de alcanzar estos soportes, considerados ahora estructuras cruciales para impulsar el movimiento separatista en los principales foros económicos. La elección de los candidatos se hará de forma electrónica. En un principio se ha promovido para registrar una mayor participación. En 2010 tan solo votó el 1,8% del censo.

La institución en la que no tenían poder

El objetivo, además de conseguir acceso a las 40.000 empresas que dan derecho a voto en estas elecciones, es nutrirse de los fondos europeos que llegan a estas Cámaras, junto al control de los servicios de estudios de la Cámara de Comercio de Barcelona, de los más respetados, para usarlos en favor de las tesis independentistas para 'demostrar' la viabilidad de la ruptura con el resto de España.

'Eines de País' es el nombre elegido por la Asamblea Nacional Catalana (ANC), el Cercle Català de Negocis (CCN), Sobirania i Justícia, y la Fundació Catalana Estat para irrumpir con fuerza en estos comicios, supervisados por la Junta Electoral Central (JEC).

Programa sin empresas del IBEX 35

El fin de esta candidatura es "comprometer a las cámaras con la implementación República catalana y la soberanía fiscal, desvincular la economía catalana de los poderes fácticos centralizados (IBEX 35 y el palco del Bernabéu), crear un debate sobre las relaciones patronal-sindical en Cataluña, rediseñar el sistema de infraestructuras clave -aeropuerto, puerto, trenes, generación de energía, comunicaciones ...- y fomentar las infraestructuras con el resto de Países Catalanes y Latinoamérica (autovía del Mediterráneo, ferrocarril en Alicante, ferrys con las islas y eje Toulouse y Montpellier).

También pretenden "racionalizar la estructura interna de las Cámaras y evitar el presidencialismo", con el fomento de la "recuperación de un sistema bancario propio, el sistema de cajas de ahorros y un índice bursátil de valores catalanes".

Personajes populares del lazo amarillo

Especialmente activos en redes sociales, la ANC y sus socios tratan de llegar a todos los rincones, conocedores de que más del 90% de las empresas con derecho a voto la conforman autónomos o pequeñas empresas. Las grandes corporaciones apoyan a otras candidaturas continuistas del legado de Miquel Valls, actual presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona.

Para ello, han utilizado a grandes iconos separatistas, como el productor Joel Joan, protagonista de uno de los vídeos donde aparecen imágenes del 1-O con empresas que marcharon de Cataluña. También aparece el juez Santi Vidal, restituido en la carrera judicial tras redactar la Constitución Catalana. El exdiputado y cantautor Lluís Llach; el actor Enric Majó; el politólogo Ramón Cotarelo; el también actor Joan Lluís Bozzo, la actriz Lloll Bertran; el biólogo Ramon Folch; y Miquel Àngel Pascual, componente de La Trinca -recientemente galardonada con la Cruz de San Jordi-, entre otros.

Uno de los principales candidatos de los independentistas es Joan Font, dueño de Bonpreu-Esclat, quien aseguró que Sabadell y CaixaBank se pondrán a favor de la independencia, mientras se ha llevado su Sicav, Portfoli GT Sicav SA, a Madrid tras el referéndum de 2017. También se encuentra Joan Canadell, presidente del CCN, dedicado a difundir las bonanzas de una hipotética separación de Cataluña del resto de España. 

El voto electrónico

Los votantes tienen hasta el 8 de mayo para votar de forma electrónica, una modalidad muy criticada por las candidaturas no separatistas, impuesta por la Generalitat de Quim Torra. La desconfianza en este sistema es fundada, más cuando algunas candidaturas se han mostrado favorable a la cesión de la firma electrónica para que un gestor vote por ellos. Por este hecho, las elecciones corren el riesgo de ser impugnadas ante los tribunales. El gobierno autonómico se ha guardado las espaldas con la petición de una declaración de responsabilidad a cada votante, que en ningún caso puede facilitar sus datos para que otro vote en su lugar, al tiempo que ha impuesto a una empresa auditora para supervisar el proceso.

Pero la Generalitat se ha negado a acceder a la doble identificación, como han pedido las candidaturas de Carlos Tusquets y Ramón Macià. La ANC se ha mostrado a favor de las medidas aprobadas por la Generalitat, más cuando el candidato de los separatistas y Enric Crous han mostrado sus cartas al pedir a los empresarios facilitar sus datos a gestoras para que voten por ellos. Con un sistema de doble identificación sería imposible. 

Crous cuenta con el apoyo explícito de Pimec, la gran patronal de las pequeñas y medianas empresas, que recientemente ha obtenido una victoria en su guerra particular contra Foment del Treball. Las webs de ambas plataformas han pedido la delegación del voto en sus webs, una maniobra que abre la puerta a la suplantación de identidad, con lo que no se descartan procesos judiciales por este motivo. En estas elecciones están llamadas a votar cerca de 40.000 empresas, de las que 16.000 son posibles electores a la Cámara de Comercio de Barcelona.

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