Perplejidad... e indignación. La reaparición y posterior huida de Carles Puigdemont tras siete años prófugo de la Justicia -esquivando el fuerte dispositivo de los Mossos d'Esquadra y la orden de detención que pesa sobre él- ha soliviantado a sectores de la Policía Nacional, que arremeten contra el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por excluirles del operativo. Aseguran que se cometieron "los mismos errores" que en 2017, durante el desafío del procés, cuando se proyectó un despliegue que se basaba principalmente en el cuerpo autonómico.
"Escandalosa y vergonzosa" son las palabras empleadas por el sindicato policial Jupol para definir la situación vivida este jueves en Barcelona, con Carles Puigdemont como gran protagonista. El sindicato recuerda que el expresidente catalán sigue "procesado por la Justicia" y que hay "una orden de detención en vigor", en referencia a la dictada por el Tribunal Supremo.
Jupol traza el paralelismo entre lo ocurrido este 7 de agosto con los acontecimientos de octubre de 2017, cuando se delegó el grueso del despliegue de seguridad en los Mossos d'Esquadra: "Han representado una dejación de funciones inadmisible y han permitido, no solo que un prófugo de la justicia acceda a territorio español sin llevar a cabo su detención, sino que han permitido incluso que lleve a cabo un acto público en territorio nacional, escoltado por agentes de esta policía autonómica".
A renglón seguido, califican de "inaceptable" que el Ministerio del Interior, "como ya ocurriera en 2017", haya "dejado de lado a la Policía Nacional y a la Guardia Civil en el dispositivo de localización y detención del prófugo Puigdemont, provocando de nuevo una situación vergonzosa relacionada con el independentismo catalán".
El portavoz del sindicato, Ibón Domínguez, asegura que "para el Ministerio del Interior existe una policía de primera", en referencia a los Mossos d'Esquadra, "que nunca está cuando se le necesita", y una "policía de segunda", Policía Nacional y Guardia Civil, "que siempre está cuando es necesario, a pesar de seguir discriminados por el Gobierno, sin la Equiparación Salarial, la Jubilación Digna ni el reconocimiento como profesión de riesgo".
Indignación policial
Por su parte, Jacobo Rodríguez, portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP) pide que Policía Nacional y Guardia civil "asuman el liderazgo de la operación": "Las circunstancias actuales justifican la aplicación de esta medida".
"El dispositivo implementado por los Mossos ha sido un fracaso monumental -añade Rodríguez-. Han sido incapaces de cumplir la orden de detención y han permitido que un prófugo de la Justicia entre y salga a su antojo burlándose del sistema judicial".
A su juicio, los hechos que han tenido lugar este jueves suponen un "claro ejemplo de que las autoridades catalanas priman los intereses políticos que el Estado de derecho". También que la huida de Puigdemont representa un "grave atentado contra la igualdad ante la ley, en la misma situación cualquier otro ciudadano habría sido detenido de forma inmediata". Por eso solicitan una "investigación exhaustiva sobre el fallido dispositivo y la cadena de decisiones" que han conducido a este "desastre absoluto", dirimiendo "responsabilidades a nivel operativo y político".
Durante el transcurso de la jornada se detuvieron a dos mossos d'Esquadra presuntamente implicados en la huida de Carles Puigdemont. También se pidió la declaración de Jordi Turull, que acompañó al expresidente desde primera hora de la mañana, y se sospecha de la participación de un bombero. Asimismo, fueron arrestadas otras dos personas y se denunció a otras quince por las algaradas en el Parque de la Ciudadela, en cuyas inmediaciones se congregaron alrededor de 4.500, por los disturbios registrados.
Pero ni rastro de Puigdemont, que consiguió darse a la fuga ante las cámaras, una multitud y cerca de 300 agentes de los Mossos que blindaban el Parlament.
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