La consejera de Justicia, Gemma Ubasart, ha dicho este jueves en el Parlament que el preso que la semana pasada mató a Nuria, la cocinera de la cárcel de Mas de Enric, había tenido una evolución "favorable" y nada hacía prever que tuviera una reacción homicida. Sin embargo, en octubre fue sancionado por dar un puñetazo a otro interno y no quiso participar en intervenciones psicosociales porque no tenía incentivos para progresar de grado, ya que carecía de red familiar o social fuera de la cárcel. La consellera no ha concretado qué ocurrió en la cocina en el momento de los hechos, pero ha reafirmado la voluntad de aplicar medidas para que no se vuelva a producir algo similar. La consellera reiteró que no piensa dimitir en medio de la crisis.
El preso dejó de trabajar en la cocina dos meses, pero volvió en enero de este año porque se consideró un hecho aislado, tal y como ha expresado la consellera. Estaba condenado a 11 años de cárcel por asesinato con atenuantes de confesión y embriaguez y clasificado en segundo grado, en régimen ordinario. Su fecha para poder estar en libertad estaba fijada para primavera de 2027. Ubasart ha explicado en la Cámara catalana que su paso por la cárcel había sido correcto y "digno de confianza", con un riesgo de violencia bajo y buena participación en los talleres y trabajos en el CIRE. Sin embargo, su única mancha en el expediente penitenciario fue en octubre de 2023, cuando dio un puñetazo a un interno que decía que le insultaba. Reconoció los hechos y se le aisló en su celda durante ese día aunque la sanción se extendió a 11 días, si bien aún no los había cumplido. Le quedaba pendiente hasta la fecha de su suicidio, el mismo 13 de marzo.
Cuatro años trabajando en la cocina
La consellera, que está recibiendo una fuerte presión por parte de los sindicatos penitenciarios para que dimita, ha expresado que el preso llevaba cuatro años trabajando en la cocina, excepto en los últimos meses del 2023 a causa de la sanción por el puñetazo, y había llegado a jefe de grupo porque tenía formación y dedicación. No había ninguna queja contra él de ningún compañero ni de la cocinera muerta. Ha matizado que los responsables de la cocina pidieron al CIRE y a la junta de tratamiento que le readmitieran tras la sanción del pasado octubre. En total, Nuria y el preso coincidieron un total de tres años y 9 meses.
Ubasart ha explicado que las herramientas y cuchillos están custodiados dentro de un armario al que acceden funcionarios, que entregan las herramientas a los internos cuando se cambian la ropa para trabajar. Al finalizar el turno de trabajo los internos deben devolver los utensilios de trabajo y nadie puede salir del establecimiento hasta que se recuenten las herramientas y cuchillos del armario de custodia. Asimismo, los internos deben pasar por detectores de metales tanto en la entrada como en la salida del torno. A lo largo del turno, en la cocina, hay personal de régimen interior para vigilar las tareas y interactuación.
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