La visita de Pedro Sánchez a Cataluña y su compromiso a culminar los acuerdos pendientes ante Pere Aragonés han sido la escenificación que allana el camino a la investidura de Salvador Illa. La complicidad entre partidos ya ha generado poner el broche final a carpetas pendientes desde hace un año, especialmente al traspaso de Rodalies y al traspaso del Ingreso Mínimo Vital.
Este miércoles, la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, y el consejero de Derechos Sociales en funciones, Carles Campuzano, han firmado el traspaso de la gestión esta subvención en Cataluña, una prestación que perciben a 200.000 ciudadanos y ciudadanas de todo el territorio. Campuzano y Sainz han coincidido en que la medida les permitirá ser más "eficaces" a la hora de combatir la pobreza severa y también la infantil.
El conseller detalló que el objetivo es reducir el tiempo medio de resolución de esta prestación a 66 días, que es lo que la Generalitat tarda actualmente en dar respuesta a la Renta Garantizada de Ciudadanía (RGC). Asimismo, ha dicho que la previsión es que la ventanilla única se implante en nueve meses.
A su vez, el arranque de la retahíla de cumplimientos tuvo lugar el pasado jueves entre ambas adminstraciones para traspasar la infraestructura de la R1 en enero de 2025, además este lunes, tras una reunión de la Comisión Mixta de Asuntos Económicos y Fiscales entre el Estado y la Generalitat, el Ejecutivo dio a conocer que transferirá a Cataluña 1.520 millones de euros en tres años para Cercanías, investigación y becas.
Sin embargo el preacuerdo sigue encallado, y ERC, con Marta Rovira al frente, mantiene el pulso para obtener una suculenta fórmula fiscal que de oxígeno a su gestión y con la que pueda tener un argumento sólido que valide la militancia en su sintonía con el PSC. Ambos partidos siguen intentando a contrarreloj un entendimiento antes de que finalice el mes, si bien son grandes las discrepancias porque el PSC siempre ha puesto la línea roja en que Cataluña quede excluida del régimen común con un cupo catalán.
A pesar de que ERC no cierra ningún escenario, ni una repetición electoral, la cúpula del partido se muestra satisfecha con los avances aunque piden un paso más a Pedro Sánchez, tal y como ha pedido este miércoles Pere Aragonés. En los últimos contactos, además de abordar la financiación singular, ambos partidos han negociado sobre el plan piloto de la renta básica, el catalán, la energética pública y la exigencia de la regulación de los alquileres de temporada, una carpeta también de los comunes en el pacto de investidura en plena crisis municipal por la falta de acceso a la vivienda.
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