El candidato a la Generalitat de Junts+, Carles Puigdemont, se rasga ahora las vestiduras por la OPA hostil que el BBVA ha planteado sobre el Banco Sabadell. Para el candidato prófugo, se trata de una operación que debe "contestarse con toda la fuerza, con todo el derecho y con toda la razón. Hace tiempo que hay una estrategia para liquidar la actividad bancaria catalana, lo que perjudica a los usuarios y perjudica al país", ha expresado en vísperas de los comicios catalanes a través de la red social X.
Lo que no explica Puigdemont en su invectiva contra la operación es que el Sabadell enfiló el éxodo a Alicante en 2017 por la inseguridad jurídica que provocó el 'procés' impulsado por el propio Puigdemont y otros cabecillas independentistas . La entidad que preside Josep Oliu había absorbido la Caja del Mediterráneo (CAM), y hoy, la cúpula del banco ni se plantea retornar a Cataluña una vez el traslado de su sede a la capital alicantina se ha revelado un completo acierto.
L'OPA hostil contra el Banc Sabadell s'ha de contestar amb tota la força, amb tot el dret i amb tota la raó. Fa temps que hi ha una estratègia per liquidar l'activitat bancària catalana, i això perjudica els usuaris i perjudica el país.
— krls.eth / Carles Puigdemont (@KRLS) May 9, 2024
El Banco Sabadell fue una de la compañías catalanas más sonadas que trasladaron su sede social durante los peores años del 'procés'. Otra de ellas fue Caixabank, que optó por domiciliarse en Valencia. Pese a la venta de una supuesta 'pacificación' en la política catalana desde la atalaya del Gobierno lograda a golpe de cesión a los independentistas, a fecha de hoy las convulsiones políticas detectables todavía hoy en Cataluña no parece que vayan a mover al regreso a las empresas que salieron de la región tras la celebración del referéndum ilegal del 1 de Octubre.
Al margen de la impostura de Puigdemont reivindicando la catalanidad del Sabadell, otras terminales de la sociedad civil en Cataluña han enfatizado ese sesgo identitario del banco para rechazar su fusión con el BBVA, espoleadas sin duda por la inminencia de las elecciones autonómicas de este domingo 12 de mayo.
Con este pretexto, Josep Oliu ha vuelto a ser tajante este jueves ante la presión de la OPA que se cierne sobre la entidad y la zizaña de los partidos secesionistas que ahora ven en esta operación un ataque a la 'catalanidad' del banco y la Patronal catalana, que afirma que es una muy mala noticia para las pymes de la autonomía por la financiación. Oliu ha afirmado que "no está ni encima ni debajo de la mesa" ese cambio de sede, y que la representación del banco es inamovible, con sedes corporativas en Sant Cugat del Vallés o Madrid. Oliu ha puesto en valor el reparto de la representación de la entidad en la geografía española y ha dicho que llegaron a Alicante "por un accidente, como una reacción nuestra a la reacción de los clientes ante un determinado movimiento político. Para nosotros es es neutral", ha explicado a Alicante Plaza. "No nos va mal y tenemos más presencia por nuestra parte en la provincia alicantina, que tiene la cuota de mercado más alta, igual que en Murcia y el resto de la Comunitat".
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