Desde que la vicepresidenta Teresa Ribera criticó este viernes los 'posicionamientos' del juez del caso 'Tsunami', Manuel García-Castellón, se ha producido un aluvión de reacciones críticas con la 'injerencia' de la también ministra de Transición Ecológica en la labor del magistrado. El último en participar en el debate ha sido el expresident de Cataluña Carles Puigdemont, quien ha aprovechado el rebufo para demandar la disolución de la propia Audiencia Nacional desde sus redes sociales.
Puigdemont ha hablado en Twitter (ahora X) de la Audiencia Nacional como uno de los "problemas estructurales" y "congénitos" de España. "Ya hace años que debería estar disuelta", ha reclamado el líder independentista, que no ha perdido la oportunidad de cargar también contra García-Castellón. Lo ha acusado de tener una gran responsabilidad en la vulneración persistente del Estado de Derecho en el país.
"Nuestro objetivo en la lucha antirrepresiva no es, pues, sacar a España del pozo de descrédito democrático donde se ha metido ella sola, sino que es sacar de encima de nuestro pueblo tantas grapas políticas, policiales y judiciales como sea posible", escribía el expresident.
Puigdemont aprovecha para defender la ley de amnistía
En esta línea, las "grapas" que menciona el líder de Junts en el exilio parece poder sacarlas "una Ley de Amnistía que no excluya a ninguno de los perseguidos para defender la independencia de Cataluña". Con estas palabras, Puigdemont vuelve a defender la extensión del alcance de la norma, uno de sus puntos más polémicos y a negociar.
"Sin amnistía integral, que no excluya a nadie, no hay amnistía", sentencia en el texto, volviendo a poner presión sobre el presidente del Gobierno, cuyo Ejecutivo se ve sometido a pasar el aro de las exigencias independentistas para sostenerse.
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