Cataluña

Puigdemont juega su última carta con un 'show' para socavar a Illa sin aclarar el futuro de Sánchez

El líder de Junts vuelve a generar máxima expectación como estrategia política para ganar una credibilidad perdida en plena orden de detención

Señor presidente, queda usted detenido
Carles Puigdemont, durante la constitución de la Asamblea Territorial del Consell de la República EP

El regreso del expresidente Carles Puigdemont y la investidura del candidato socialista Salvador Illa coincidirán este jueves en lo que supone un punto y aparte en los anales históricos de Cataluña, nunca exentos de tensión. Casi siete años después de huir de la Justicia tras el 1-O, Puigdemont se juega su 'última bala' para reventar el pleno de investidura y cumple su palabra orquestando, de nuevo, un 'show mediático' para volver a ganar credibilidad. Si nada cambia, el PSC volvería a la presidencia de la Generalitat después de 14 años gracias a los votos favorables de los socialistas, ERC y los Comuns, y en un momento en que el independentismo ha perdido la mayoría absoluta.

Este jueves a las 9 de la mañana hay dos convocatorias para recibirle, mientras que el presidente del Parlament, Josep Rull, ya ha advertido que suspenderá el pleno si los Mosss detienen al líder de Junts. Hay que remontarse a 2003 cuando, pese a ganar las elecciones CiU con Artur Mas al frente, PSC, ERC e ICV firmaban el pacto del Tinell para investir presidente de la Generalitat en Pasqual Maragall. En 2006, las tres fuerzas progresistas revalidaban el acuerdo con José Montilla como jefe del Ejecutivo. Cuatro años más tarde, en el 2010, los convergentes volvían a la Generalitat con Mas, y desde entonces los socialistas han quedado fuera del Govern.

Ahora, catorce años después de Montilla, el PSC recuperaría la presidencia de la Generalitat con Salvador Illa. Entre medio han pasado Artur Mas (2010-2016), Carles Puigdemont (2016-2018), Quim Torra (2018-2020) y Pere Aragonès (2021-2024) en unas legislaturas donde ha predominado la inestabilidad política. 

El debate de investidura coincidirá con el regreso del líder de Junts casi siete años después de instalarse en Waterloo. En octubre de 2017, Puigdemont y varios consellers huyeron tras declarar la independencia y la casi aplicación simultánea del artículo 155. La última prófuga en volver ha sido la secretaria general de ERC, Marta Rovira, y varios encausados ​​por el caso Tsunami, que se archivó por un error en la instrucción. Ahora mismo, aparte de Puigdemont, sólo quedan por volver los exconsejeros Lluís Puig y Toni Comín. Ambos afirmaron que volverían con el expresidente.

El retorno de Puigdemont coincide con la victoria del PSC en las urnas el pasado 12 de mayo cuando obtuvo 42 diputados, mientras que el independentismo perdió la mayoría absoluta logrando sólo 61 escaños después de años de hegemonía parlamentaria. Junts propuso investir a Puigdemont con el apoyo de ERC y la abstención del PSC, pero los socialistas han negado esta opción desde el inicio. Por último, los republicanos y los comunes han sellado un pacto para votar a favor de la presidencia de Illa a cambio de mejoras en la financiación catalana, el impulso de la lengua catalana o políticas de vivienda.

Posible detención

Puigdemont tiene una orden de detención vigente en España y los Mossos d'Esquadra ya han blindado todo el parque de la Ciutadella para reforzar la seguridad de cara a la investidura y evitar que el expresidente entre en el Parlament. Si es arrestado, Puigdemont será trasladado al juzgado de guardia del partido judicial en el que haya sido detenido, probablemente en la Ciudad de la Justicia de Barcelona.

El juez de guardia comunicará su detención al Supremo. El juez Pablo Llarena podría tomarle declaración por videoconferencia, convocarle por otro día o hacerle trasladar de inmediato a Madrid, que será lo más probable. Ya en Madrid, Puigdemont puede quedar en libertad provisional o ser enviado preventivamente a prisión por supuesto riesgo de fuga. Hay que tener en cuenta que en mayo se aprobó la ley de amnistía para amnistiar entre otros a Puigdemont. Sin embargo, Llarena concluyó que la malversación no es amnistiable porque el 1-O hubo enriquecimiento personal y se afectaron a los intereses financieros de la Unión Europea, según señaló en una resolución.

Suspensión del pleno

La incógnita es si podrá llegar a entrar en el Parlament sin ser arrestado. Hace unas semanas, Rull encargó un informe al secretario general del Parlament para revisar el protocolo de seguridad de la cámara para evitar la detención de Puigdemont en su interior. El reglament expresa que es el presidente de la cámara quien debe autorizar la entrada de la policía en la cámara y que, además, los agentes deben hacerlo sin armas. Rull afirmó que la policía "no entraría a detener o a retener a nadie". Y en caso de que ocurriera, advirtió que antes deberían “parar” a sí mismo.

El pleno para debatir la investidura de Salvador Illa está previsto que se inicie a las diez de la mañana. Junts ya ha manifestado que pedirá que se suspenda si detienen a Puigdemont. ERC y los Comuns se han mostrado favorables también. Así, previsiblemente, Rull detendrá el pleno. A partir de ahí, no se sabe si se aplazará sine die o se propondrá otra fecha de celebración.

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