El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha afirmado este jueves que "España está podrida en sus fundamentos" y que "las órdenes del Rey de ir a por todos nosotros continúan intactas" después de que el 'exconseller' de Interior, Miquel Buch, haya sido condenado a cuatro años y medio de cárcel.
La Audiencia de Barcelona ha condenado a cuatro años y medio de cárcel y nueve años y medio de inhabilitación para cargo público a Buch por fichar de asesor a un sargento de los Mossos d'Esquadra para que siguiera escoltando a Puigdemont tras su huida de España, una sentencia que el 'expresident' ha tachado de "acto de barbarie".
"El conseller Buch y Lluís Escolà están condenados por un delito que no han cometido, solo por el hecho de que han sido leales y han estado comprometidos política y personalmente conmigo. Punto. Los condenan como un acto de venganza y de represalia", ha apuntado el 'expresident' en un mensaje en la red social X, antes Twitter.
La sentencia contra Buch llega cuando Junts está manteniendo conversaciones con el PSOE de cara a una eventual investidura de Pedro Sánchez, y después de que tanto esta formación catalana como ERC hayan puesto encima de la mesa una amnistía para los líderes independentistas como elemento clave de las negociaciones.
Para Puigdemont, "era previsible que hubiera una condena", del mismo modo que era evidente "que no había delito": "Lo sabíamos todos los que hemos tenido alguna cosa que ver con la causa", ha expresado. "Si no han entendido por qué razón no renunciaremos nunca a la unilateralidad y a la independencia, y por qué desconfiamos del Estado español, aquí tienen una de las muchas que tenemos acumuladas", ha rematado.
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