Los robos de cable de cobre en la red ferroviaria de Cataluña, un verdadero quebradero de cabeza que generó, entre otros contratiempos, un bloqueo en el sistema en la jornada electoral catalana, se elevan hasta casi un millar desde el año 2010, según datos de los Mossos d'Esquadra. El año pasado hubo un importante repunte que triplicó la cifra de 2022, con 92 hechos delictivos.
Y entre enero y mayo de 2024 ya constaban 52, más que cualquier año desde 2016. Son niveles que no se veían desde 2013 y 2015, cuando se llegó a los 200 robos anuales en algún caso. El 96% de los delitos se produjeron en la red de Adif, y el 4%, en la de Ferrocarriles de la Generalitat (FGC). El área metropolitana de Barcelona concentra la mayoría, aunque Lleida es el municipio en el que ha habido más.
El robo de este material ferroviario ha repuntado desde el 2023, como constatan los registros del cuerpo de Mossos. Un incremento vinculado, según Adif, con las numerosas obras que se están realizando en la red catalana, ya que la mayor parte de episodios ocurren en puntos donde se está trabajando y que son más accesibles. Otro factor es el encarecimiento del precio del cableado, que le convierte en un material más valioso para los ladrones.
Desde 2016 hasta 2022 nunca se superaron la cuarentena de robos, pero en 2023 se dispararon hasta 92, el triple. Los datos facilitados llegan hasta el mes de mayo de 2024, y muestran que en los primeros cinco meses del año ya se habían producido 52 sustracciones de este material ferroviario y se habían practicado siete detenciones. Desde entonces ha habido nuevos robos.
Los datos facilitados por la policía no contienen la cantidad de cable sustraída ni el valor económico de la misma en la mayoría de casos, sólo de unos ochenta. Pero la suma del valor estimado del material sustraído en estos 80 robos asciende ya a más de 5 millones de euros. En concreto, se referencian tres robos de años distintos, en cada uno de los cuales el cobre robado está valorado en más de 1 millón de euros respectivamente. Son robos cometidos en marzo de 2020 en un tramo de vía en el término municipal de Vimbodí y Poblet (Conca de Barberà), en mayo de 2023 cerca de Tarragona, y en enero de 2024 en Castellgalí (Bages).
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