La secretaria general de ERC, Marta Rovira, retuerce la presión sobre Salvador Illa y el PSC. El lunes, cuando se reunió con el equipo negociador de los socialistas catalanes con LluÏsa Moret, ya enfriaba la posibilidad de un acuerdo cuando la semana pasada aseguraba que las negociaciones avanzaban notablemente. ERC tiene prisa por sacar prenda a los socialistas para hacer valer su estrategia a la militancia, según ha podido saber Vozpópuli, ya que parte de ella sumida en bandos por la crisis interna que atraviesa el partido. Una crisis cuyas costuras se han acabado de tensar tras el escándalo de los carteles contra los hermanos Maragall y el cese del que fuera el director de Comunicació a ERC, Tolo Moya.
Así que Rovira aprieta el gatillo. La dirigente es la argamasa que mantiene el barco de ERC a flote mientras prosigue la caza de brujas y Junqueras busca consolidar un bando afín para tener la presidencia en el congreso noviembre. Rovira está aprovechando todo su potencial presencial desde Barcelona para presionar, con Junts al otro lado de tablero político buscando retejer la unidad independentista, a Illa. Por ahora el avance de las conversaciones son insuficientes y Rovira busca un golpe de efecto, quiere cerrar un acuerdo claro la semana que viene. El objetivo: financiación singular.
ERC sigue reivindicanto una financiación singular que pasa por sacar a Cataluña del régimen común y sacar de la chistera un cupo catalán. Eso implica que la autonomía recaude y gestione todos los impuestos y levantaría en armas a las otras CCAA. Mientras, el PSC defiende el despliegue del estatuto con la formación de un consorcio tributario compartido entre ambas administraciones. A ERC no le basta y quiere más. Ahí se encuentra bloqueada la negociación.
Aunque el PSC se fija hasta el 26 de agosto para un acuerdo, ERC quiere evitar una negociación hasta el último momento para no ceder a Illa y no quemar más la situación interna. Por eso ha situado la fecha límite este fin de mes. Rovira ya advirtió el lunes de que la dirección de ERC podría decidir levantarse de la mesa sin consultarlo en las bases si consideraba que el resultado de las negociaciones no era suficiente.
Luego está por ver la validación de la militancia. La dirección evaluará si comunica internamente el estado de las conversaciones con un consejo nacional o una asamblea. En las asambleas territoriales que hizo el partido en paralelo a las negociaciones, se constató el escepticismo de los militantes para avalar la investidura de Illa, de hecho este mismo jueves una decena de CDR ha entrado en la sede de Calabria en señal de protesta.
Por otra parte, ERC también ha pedido a los socialistas que cumplan acuerdos previos que aún están pendientes de desplegarse, como la condonación de 15.000 millones de la deuda del FLA, que proviene de los acuerdos para la investidura de Pedro Sánchez, y sigue negociando en el traspaso de Rodalies. De hecho, Rovira también pidió una reunión con el presidente español, que no tiene fecha.
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