El líder del PSOE catalán, Salvador Illa, ha sido investido nuevo presidente de la Generalitat en la tarde de este jueves en pleno escándalo por la huida de Carles Puigdemont tras su vuelta a España, un suceso que se ha saldado con dos mossos detenidos.
Illa ha obtenido 68 votos afirmativos, mayoría absoluta, con el apoyo de ERC y Comuns. El resto de grupos han votado en contra.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha felicitado a Illa y se ha mostrado convencido de que será "un gran president" con el que "Catalunya gana y España avanza".
"Hemos trabajado juntos en las circunstancias más adversas. Sé de tu amor por Catalunya. Conozco tu templanza, sentido común y capacidad de trabajo. Justo lo que necesita Catalunya. Serás un gran President. Catalunya gana, España avanza. ¡Enhorabuena, Salvador Illa!", reza el mensaje de Sánchez dirigido al líder del PSC.
Por su parte, Illa se ha comprometido a "gobernar para todos" a partir del respeto y con un tono positivo que atienda a la pluralidad de Cataluña, ya que el actual es "un momento histórico de cambio" que así lo requiere. "Empezamos un camino", ha afirmado nada más ser investido.
Una investidura anómala
El PSOE llega a la Generalitat 14 años después de una sucesión de gobiernos independentistas aunque con la necesidad de sus apoyos para alcanzar la presidencia. La sesión de investidura se ha desarrollado entre las peticiones de Junts de suspenderla, el episodio de escapismo de Puigdemont durante su regreso tras siete años fugado y un dispositivo de búsqueda para detener al expresidente.
Illa ha admitido que la jornada de este jueves ha sido "compleja", debido a la incógnita sobre el paradero del expresident Carles Puigdemont, si bien ha celebrado que, pese a todo, se haya "preservado el funcionamiento de las instituciones".
La anomalía de esta investidura inicia el gobierno de Illa en una situación de minoría y supeditación a ERC y Comuns para legislar. Además, deberá consumarse el pacto fiscal prometido a la formación independentista que otras comunidades han denunciado por agravar las desigualdades entre territorios.
En el plano nacional, esta investidura da algo de aire a Pedro Sánchez antes del parón estival aunque el espectáculo ofrecido por Puigdemont pone en entredicho la capacidad del Gobierno y de los Mossos de cumplir con la orden del Tribunal Supremo de detener al expresidente catalán y la palabra de Sánchez de que le llevaría "ante la Justicia".
Sin embargo, Junts continúa siendo la llave para que, además de Gobierno, haya legislatura, condicionando principalmente la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado.
El líder socialista en Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha admitido este jueves sentir "una profunda vergüenza y profundo sonrojo porque la gobernabilidad de España dependa de alguien como Puigdemont. Espero que ya nadie le incluya cuando se hable de mayoría progresista".
"La nación no está en peligro"
El diputado del PSC Ferran Pedret ha advertido este jueves a JxCat de que Cataluña y sus instituciones "no son suyas, son de todo el mundo", y que "la nación no está en peligro" por el hecho de que ellos no vayan a gobernarla.
En el pleno de investidura, el representante socialista ha manifestado que el pacto de investidura que permite a Illa contar con apoyos suficientes ha "desatado la ira" de aquellos que creen que "es una traición a Cataluña, sin la aparente contradicción de los que creen que es una traición a España".
"El país no es suyo, es de todos, las instituciones no son suyas, son de todos y la nación no está en peligro por el hecho de que ustedes no gobiernen, de esto pueden estar perfectamente seguros", ha manifestado Pedret, que ha interpelado a la intervención esta mañana del presidente del grupo de JxCat, Albert Batet.
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