"La UAB ha quedado retratada". "Es una victoria más". Así ha celebrado S'ha Acabat! el fin de su guerra judicial contra la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), condenada en firme por "vulnerar derechos fundamentales" de la entidad constitucionalista.
La entidad constitucionalista pedirá el pago de unos 4.000 euros por las costas del juicio, más cuando la UAB fue condenada a abonar estos gastos en primera instancia, una suma que llegó a ser de 600 euros y que ahora se incrementa de forma notable ante el TSJC, según han afirmado desde la entidad a preguntas de Vozpópuli. La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña del pasado mes de mayo ya es firme.
Los derechos vulnerados por esta universidad son: no discriminación por razón de opinión, de libertad ideológica, de libertad de expresión y del derecho a la educación. La petición de inclusión en el registro se había formalizado en octubre de 2017.
La UAB había prohibido a la asociación S'Ha Acabat! inscribirse en el registro de entidades, una medida que les ataba de pies y manos, ya que no podían convocar reuniones o actos, ni tener un espacio propio dentro de la UAB. La entidad pidió primero medidas cautelares, después ganaron en primera instancia y ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña tras los recursos presentados por el centro universitario. La sentencia es firme porque ha expirado el plazo para recurrir ante el Tribunal Supremo y no se ha hecho ningún escrito por parte de la UAB.
La exclusión de estos jóvenes "es tan claramente ilegal, que no precisa aportar términos concretos de comparación, puesto que de los mismos informes aportados se desprende que los requisitos exigidos a dicho colectivo son absolutamente inexistentes, sin apoyo normativo alguno y directamente tendentes a excluir a dicho colectivo por razón de las opiniones o manifestaciones vertidas en las redes sociales o medios de comunicación", señala la sentencia.
"Falta de respeto institucional"
"Desde el equipo de gobierno -continúa- se pide añadir a la entrevista estándar de inscripción un requisito más como es el referido a la falta de respeto institucional y la difusión de información falsa sobre la universidad, y es precisamente ese requisito añadido ex novo, el que viene a determinar la denegación de la inscripción, por cuanto tres de los cuatro motivos esgrimidos para la misma se hallan directamente relacionados con tal circunstancia", mientras "se les insta no tan solo a realizar comentarios "mas propositivos" si no de forma directa a rectificar los ya realizados".
El TSJC desmontó los argumentos de la UAB al distinguir entre los requisitos para la inscripción y los derechos y deberes que la normativa impone a los colectivos inscritos, cuyo incumplimiento puede dar lugar no a la denegación de la inscripción, momento en el que se daría de baja inmediata al colectivo.
"La libertad de expresión constituye uno de los fundamentos esenciales de una sociedad democrática, una de las condiciones primordiales de su progreso y del desarrollo de cada uno", recuerda en el texto el TSJC, dando otro varapalo a la UAB. "Y ello vale no sólo para las 'informaciones' o 'ideas' acogidas favorablemente o que se consideran inofensivas o resultan indiferentes, sino también para las que hieren, ofenden o importunan: así lo requiere el pluralismo, la tolerancia y el espíritu de apertura sin los cuales no existe ninguna "sociedad democrática"".
Un campus convertido en centro de hostigamiento
La UAB se ha convertido en un centro de hostigamiento contra las entidades constitucionalistas. Los continuos ataques a actos organizados por S'Ha Acabat han sido la tónica de los últimos tiempos en este campus. El más conocido ocurrió el pasado mes de abril, con Cayetana Álvarez de Toledo como protagonista. Los Mossos d'Esquadra tienen prohibida la entrada en este campus sin un permiso expreso de la rectora. Aquel 11 de abril sí se les permitió la entrada tras el furibundo ataque. No había ocurrido ni con las barricadas incendiarias de estudiantes de extrema izquierda ni ante las protestas y quejas de S'Ha Acabat! en una de sus carpas.
Para capear el temporal, la UAB emitió comunicados pero sin condenar la acción violenta de los separatistas y radicales. Hasta ese día guardaba silencio ante los ataques con palos, robos, agresiones físicas y verbales a miembros de asociaciones constitucionalistas.
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