Sociedad Civil Catalana (SCC) es la entidad constitucionalista más numerosa de Cataluña y como tal alberga varias sensibilidades en su seno. La cúpula formada por miembros del PP, PSC, Ciudadanos, En Comú Podem e Izquierda en Positivo, entre otros. Cada uno de ellos con sus ideas y visiones, a veces hasta opuestas sobre un mismo asunto. Todos ellos comparten un mismo objetivo: la defensa de la unidad de España. Una meta intacta y clara.
Xavier Marín (Barcelona, 1953) es una prueba de estas visiones sobre Cataluña. Con 50 años de activismo político a sus espaldas, ha pasado de estar en la cárcel y torturado a ser jefe de policía, militó en el Partido del trabajo durante el franquismo y con la Constitución abrazó al PSOE, pero sin compartir ideología con el PSC actual.
El vicepresidente de SCC sale al paso de los "titulares muy bestias" sobre las declaraciones del presidente de la entidad, Fernando Sánchez Costa, quien ha defendido la vía del diálogo. "Lo único es que el presidente, Fernando Sánchez Costa, hizo una entrevista en otro medio y los titulares han sido muy bestias, teniendo que matizar algunas de las cosas que se ponían en su boca", ha dicho en una entrevista a Vozpópuli.
Sobre las críticas llegadas, ha señalado que "hay gente que haya hecho llegar el agua a su molino. En SCC no se ha debatido qué salida habrá que dar al independentismo una vez acabe el procés. Pero SCC no ha tirado la toalla", ha enfatizado.
Sectores constitucionalistas, contrarios a la reconciliación
"El problema principal ha venido porque se le ponía todo el acento en que él abogaba por la vía del diálogo, la reconciliación, el pacto. Cosa que entre sectores constitucionalistas de Cataluña no está bien visto a vísperas de la sentencia (del 1-O)", que además espera "sea tan dura como queremos algunos que sea".
"El problema ha sido que el presidente de SCC ha hecho esas declaraciones con su sensibilidad especial", ha afirmado. "Es un hombre muy de consenso, pero esta postura no ha sido consensuada dentro de Sociedad Civil Catalana", ha puntualizado. "Esto no puede ser una postura de SCC, como no es la mía. Lo que está pasando en Cataluña es fruto de tolerar una cosa y la contraria", ha afirmado.
"El problema es que en la junta están gente que son de Ciudadanos, del PSC, de ningún sitio, de Podemos, de Izquierda en positivo, y numerosas sensibilidades políticas. Hacer unas declaraciones en las que apuntas, en vísperas de la sentencia, que hay que ir a perdonar a estos chicos ha cabreado a una cuanta gente", ha considerado. "SCC es un frente amplio constitucionalista en el que todos somos el freno al avance del independentismo", ha destacado.
Marín no se muerde la lengua a la hora de abordar soluciones más contundentes y más allá del diálogo. Explícitamente exige una reforma constitucional para evitar que las formaciones independentistas o que lleven en su programa la ruptura con el resto de España no puedan concurrir a las elecciones.
"Aquí hay algo que no cuadra: o quitamos el artículo dos de la Constitución, que no se va a mover, o un partido independentista no puede llamar a la independencia porque no es posible". "Este desajuste hay que arreglarlo", ha matizado. Para ello, considera la necesidad de prohibir la concurrencia de cualquier formación que emplaza a la secesión.
"La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas", reza el artículo dos de la norma.
La independencia "no será posible" y hay que dejar de poner "un precio a la radicalidad", en referencia a los pactos por los Presupuestos del Gobierno de España con los partidos nacionalistas. En este sentido, ha pedido a PP, PSOE y Cs "hacer una rectificación rápida que afecte a estos articulados", como se hizo con el 135 e instaurar una reforma de la ley electoral. "Copiar de la Constitución alemana", que en su articulado expresa: "La república no podrá constituirse partidos que quieran la independencia" y ha pedido celeridad en este cambio.
La frustración y reacción de los 'indepes'
Marín ha realizado esta propuesta ante la creciente frustración de los independentistas. "Ellos creen que si te presentas con un programa a favor de la independencia llegarán al objetivo", ha apuntado. "Ante la falta de violencia, ahora hay que ajustarlo", ha apostillado. "Derrotados ya están", refiriéndose a los separatistas, para acto seguido pedir en esa reforma constitucional el blindaje y definición de las competencias para evitar que "los votos tengan un precio otra vez".
"Desde el punto de vista personal, si la mayoría constitucionalista tiene claro que España no puede ser troceada hay que prohibir a los partidos que llamen a la ruptura"
"Desde el punto de vista personal, si la mayoría constitucionalista tiene claro que España no puede ser troceada hay que prohibir a los partidos que llamen a la ruptura" poder concurrir a las urnas. "Usted puede ser independentista pero no se podrá presentar a las elecciones", ha argumentado.
Marín no afloja al ser preguntado sobre la posible reacción de los independentistas, al dejar a más de dos millones sin representación parlamentaria. "Sus dirigentes, totalmente irresponsables, les decían apreteu, apreteu -apretad, apretad- que está a tocar". "Hay que prohibir la publicidad engañosa de los partidos", son "promesas que son incumplibles". "Cuanto antes se haga mejor", ha remachado.
"La represión forma parte de la vida, no se tolera todo. No puedo pedir cosas que atentan contra el resto de los españoles", ha dicho. "Solo piden la independencia los más ricos, es la no solidaridad interterritorial. Es un tema de racismo puro y duro", ha opinado.
"Cuando se ha llegado al los límites, el que quiera frustrarse no puede llevarse a engaño", ha continuado. La línea es diferente a la propuesta de Sánchez Costa, quien pide "apaciguar los ánimos y consentirles un poco", a juicio de Marín.
ERC y su "inteligente" gestión antes de la sentencia
Respecto a ERC, Marín ha apuntado que los republicanos de Oriol Junqueras ha podido tirarse de la moto en marcha, con tal de redimirse. Una estrategia inteligente de cara a la posible sentencia de otoño. "La moderación de ERC es de sentido común. Lo que es de suicidas es lo que hizo Jordi Cruixart (presidente de Òmnium Cultural) y el 'lo volveré a hacer'", ha explicado.
"ERC está haciendo lo inteligente. Explícitamente no declararán una nueva DUI y están reflexionando sobre la frase 'la república no existe, idiota' con la moderación de Gabriel Rufián y Oriol Junqueras, que no echa más gasolina al fuego", ha dicho. Pero advierte: "Esto no implica que después no lo vuelvan a hacer. Su objetivo es llegar a la independencia".
Por otro lado, se ha mostrado favorable a ubicar instituciones del Estado representativas en Cataluña y el País Vasco. "Obligaría a los españoles a hacer turismo, mientras que España estaría representada institucionalmente" en ambas comunidades.
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