La situación en la que se encuentran los cazas españoles en Bulgaria es de "máxima alerta" tras los últimos acontecimientos registrados en Ucrania, derivados de la invasión rusa orquestada por Vladimir Putin. Así lo define el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, al hacer balance de la crisis de la región. Su misión es ejercer de policía aérea en el Mar Negro para interceptar los aviones rusos que sobrevuelan el espacio sin cumplir con la normativa de vuelo internacional. España, además, cuenta con tres buques de la Armada y 350 efectivos del Ejército de Tierra en regiones ‘calientes’ cuando la guerra se cierne sobre Europa.
“Tenemos más de cien jets en alerta máxima protegiendo nuestro espacio aéreo”, ha aseverado el secretario general de la OTAN en una declaración institucional en la que ha valorado los últimos acontecimientos vividos en Ucrania. Entre ese centenar de cazas figuran los cuatro Eurofighter del Ejército del Aire desplegados en Bulgaria, procedentes del Ala 14 del Ejército del Aire, con base en Albacete. Un total de 130 efectivos, entre los que destacan pilotos y mecánicos, trabajan para que los aviones mantengan una disponibilidad completa ante los habituales incidentes aéreos que se registran en el Mar Negro.
¿Y qué hacen cuatro cazas españoles en Bulgaria? La OTAN ofrece esta capacidad a aquellos países miembro que no cuentan con la capacidad suficiente para ejercer sus funciones de policía aérea. España ya ha participado en misiones de las mismas características en los países bálticos y también en Rumanía. Desde principios de febrero se desempeñan en Bulgaria, integrados en el Destacamento Aerotáctico Strela de la Alianza Atlántica.
Desde entonces ya se han visto obligados a intervenir ante la presencia de aviones que incumplían las normas de vuelo, que exigen la tramitación de un plan de vuelo con una ruta establecida, llevar activado el transpondedor -identificador- y permanecer en contacto por radio con los controladores aéreo. Si se detecta un avión que no cumple con todas esas premisas se declara un alfa scramble, que obliga a los pilotos españoles a despegar en un periodo de tiempo inferior a 15 minutos para interceptar las aeronaves.
Reportes de guerra en Ucrania
De acuerdo a los últimos reportes de guerra en Ucrania, el control del espacio aéreo es una de las premisas fundamentales que marcará el devenir del conflicto. Los cazas españoles cumplen con funciones de control en el Mar Negro y en ningún caso cuentan con instrucción de participar en misiones ofensivas. Pero la OTAN, a tenor de los últimos acontecimientos, advierte de que la situación de los cazas de la Alianza están bajo esa situación de “máxima alerta”.
“Hacemos un llamado a Rusia para que cese inmediatamente su acción militar”, ha subrayado el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. “No debe haber lugar para errores de cálculo o malentendidos”. En este sentido, ha recordado que cualquier agresión contra un país miembro “será considerado como un ataque a todos”. Y es ahí donde los cazas sostienen la situación de "máxima alerta". Stoltenberg también ha anunciado que el Consejo del Atlántico Norte ha activado “nuestros planes de defensa”, “un paso prudente y defensivo para proteger y proteger a las naciones aliadas durante esta crisis”: “Nos permitirá desplegar capacidades y fuerzas, incluida la Fuerza de Respuesta de la OTAN, donde se necesiten”.
En una declaración institucional, Pedro Sánchez ha afirmado que España “se desvivirá por el restablecimiento la paz” y que cumplirá con sus aliados en la gestión de la crisis que se vive en Europa. Por el momento, España mantiene tropas en diversos puntos de la frontera con Rusia. Además de los cazas de combate de Bulgaria, las Fuerzas Armadas españolas articulan sus despliegues por tierra y por mar.
"Por tierra, mar y aire"
Así, en el norte, 350 efectivos del Ejército de Tierra se integran en los grupos de presencia avanzada de la OTAN en Letonia. Su actividad se sostiene en torno a los carros de combate Leopardo y Pizarro, ejecutando continuas maniobras militares para demostrar la fuerza de la Alianza en una posición estratégica. Como contó Vozpópuli, en las últimas fechas se ejercitaron en el uso de morteros: “Preparados para disuadir a cualquier adversario”, señalaba la OTAN en sus redes sociales tras compartir las imágenes del ejercicio.
Y, por mar, los buques de la Armada se integran en sendas misiones que la Alianza mantiene en el Mediterráneo y en el Mar Negro. Se trata del cazaminas Sella, del buque de acción marítima Meteoro y de la fragata Blas de Lezo, con respectivas dotaciones de 52, 42 y 190 efectivos, respectivamente. Ucrania ya ha solicitado formalmente a Turquía que cierre el paso del Bósforo para evitar que los buques rusos pasen del Mediterráneo al Mar Negro.
El despliegue del Ejército de Tierra en Letonia se remonta al año 2017, mientras que la contribución de la Armada Española a las Agrupaciones Marítimas Permanentes de la OTAN en Mediterráneo y Mar Negro se remontan a los años noventa -aunque antes lo hicieran bajo otra denominación-. Los cazas de combate, igualmente, participan en misiones de policía aérea desde hace años en diversos puntos estratégicos.
Pero esas misiones han adquirido hoy una trascendencia aún mayor, después de que la guerra convencional se haya declarado oficialmente en Ucrania. “En respuesta a la acumulación militar masiva de Rusia, ya hemos fortalecido nuestra defensa colectiva. En tierra, en el mar y en el aire”, concluye Jens Stoltenberg.
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