La Guardia Civil tiene constancia de que el grupo de independentistas violentos desarticulado este lunes llegó a hacer prácticas con explosivos en lugares apartados para, según cree el Instituto Armado, perfeccionar sus planes de atentar, informan a Vozpópuli fuentes de la investigación. Este fue uno de los elementos que activó las alertas de las autoridades, que llevaban más de un año siguiendo los pasos de este grupo, vinculado por la Fiscalía a los Comités para la Defensa de la República (CDR).
Bajo la coordinación de la Audiencia Nacional, varios cientos de agentes se desplegaron por diferentes localidades de la provincia de Barcelona en el marco de la denominada Operación Judas. Pasadas las 7.00 horas de la madrugada, lograron detener a las nueve personas previstas. Formaban un grupo con planes avanzados de entrar en acción.
Horas después, era la Fiscalía la que mostraba por medio de un comunicado su “certeza” de que iban a atentar. Concretamente en el periodo comprendido entre el segundo aniversario del referéndum ilegal del 1 de octubre y la publicación de la sentencia del juicio a los líderes del procés prevista en principio para antes de mediados del mismo mes (la propia Fiscalía ya daba por hecho que será después del 1-O).
Los componentes de la Goma 2
El Ministerio Público anunciaba en ese escrito la operación como la “neutralización acción y grupo terrorista de índole secesionista catalán”. Añaden que los detenidos estaba en condiciones de ocasionar “daños irreparables”. Se practicaron una decena de registros en Sabadell, Mollet del Vallés, Sant Fost de Campsentelles, Cerdanyola del Vallés, Santa Perpetua de Mogoda y Sant Pere de Torelló.
En estos trabajos, los agentes se incautaron de sustancias para la fabricación de explosivos como los que usaron para practicar en zonas apartadas donde no llamar la atención. Entre la documentación intervenida, han hallado un manuscrito con anotaciones de los componentes necesarios para fabricar Goma 2. Por todo ello, se les acusa de los delitos de rebelión, terrorismo y tenencia ilícita de explosivos. Tenían en su poder datos de edificios públicos y un mapa con la situación marcada del cuartel de la Guardia Civil en la localidad barcelonesa de Canovelles.
Fuentes de la investigación comparaban el perfil de estos arrestados con los de la kale borroka del País Vasco al servicio de ETA. En las pesquisas han participado los Servicios de Información de la Zona de Guardia Civil de Cataluña, pero también la Unidad Central Especializada 1 (UCE-1) con experiencia en la lucha contra el terrorismo etarra. También efectivos de la UCE-3, que entre otras competencias abarca la defensa nacional o contrainteligencia. Los Servicios de Información cuentan en sus investigaciones con escuchas telefónicas autorizadas judicialmente con las que apuntalar sus operaciones.
Contundente despliegue
Los Servicios de Información del Instituto Armado han incrementado su presencia en Cataluña desde el 1-O y esta operación ha sido una manera de demostrarlo. La Guardia Civil llevó a cabo un despliegue como hacía tiempo que no se veía en Cataluña para una operación policial, helicóptero incluido. Los canales oficiales del Cuerpo han difundido imágenes de los agentes entrando en los domicilios investigados, donde han actuado los expertos en desactivación de explosivos.
De los nueve detenidos, dos quedaron en libertad a disposición de la Audiencia Nacional horas después de ser arrestados tras prestar declaración en la Comandancia de Barcelona, ubicada en la calle Travessera de Gracia. Los otros siete fueron trasladados a las dependencias del Instituto Armado de la localidad madrileña de Tres Cantos. Allí permanecerán hasta agotar el plazo de su detención de hasta cinco días antes de prestar declaración ante el juez Manuel García-Castellón.
Entre los arrestados hay al menos dos que integran un grupo que en los sectores independentistas radicales conocen como los nueve de Lledoners. Según han informado a este periódico fuentes de la investigación, se trata de Eduard Garzón Bravo (49 años) y David Budría, investigados en un Juzgado de Manresa por los incidentes ocasionados frente a la cárcel catalana de Lledoners el día que los líderes del procés fueron trasladados a Madrid para asistir a las sesiones del juicio del Tribunal Supremo.
'Los nueve de Lledoners'
Vozpópuli ha podido confirmar otras identidades de los detenidos como Xavier Duch Palau (50 años) o Jordi Ros Solá. Tanto Garzón como Budría concedieron este sábado una entrevista en el periódico digital Diari de Sabadell donde tachaban como una injusticia la investigación contra ellos en Manresa. En esta causa, la Generalitat que preside Quim Torra les acusa en nombre del Govern tras ser identificados por los Mossos d’Esquadra en los disturbios acaecidos ante la cárcel.
Este lunes el presidente catalán ha acusado a las autoridades de estar “intentando volver a construir un relato de violencia antes de las sentencias". Por su parte, desde Ciudadanos le han recordado sus declaraciones de hace ahora un año, víspera del primer aniversario del 1-O, cuando animó a los CDR a “apretar”. La portavoz de la formación naranja en Cataluña, Lorena Roldán, le ha preguntado si se refería a apretar el gatillo.
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