España

Un CDR hizo de interlocutor entre la CUP y las FARC en pleno desafío independentista

Un informe que la Guardia Civil ha entregado a la Audiencia Nacional revela el papel de un individuo al que atribuye su papel de enlace del partido político con "organizaciones internacionales revolucionarias"

Un miembro de los CDR investigado por la Guardia Civil hizo de interlocutor entre parlamentarios autonómicos pertenecientes a la CUP y "organizaciones internacionales revolucionarias", entre ellas las FARC colombianas. Así consta en un informe del Instituto Armado entregado a la Audiencia Nacional en el que se investiga, en una pieza separada, las posibles vinculaciones entre miembros de instituciones oficiales catalanas y grupúsculos separatistas con el objetivo común de alcanzar la independencia de la región.

En concreto, los investigadores desvelan las actividades de Robert Morral Segarra, al que integran dentro de las estructuras de los CDR. El nombre es ya conocido, puesto que en diligencias previas ya se desveló que fue una de las personas que se preocupó por la seguridad informática y el blindaje de las comunicaciones de los llamados Comités de Defensa de la República.

En esta ocasión, la Guardia Civil atribuye a Morral el papel de interlocutor con otras entidades "del ámbito independentista, antifascista o antisistema", así como su integración en el "Grupo Nacional de Acciones", a través del cual habría mantenido contacto con otros investigados en la causa para coordinar acciones subversivas a favor del independentismo; específicamente, un levantamiento de las barreras de peaje en la AP-7 en septiembre de 2019, similar al que se hizo en 2017, aunque la falta de "efectivos" frustró el intento.

Los investigadores sostienen que Morral desempeñaba funciones dentro del colectivo Ítaca "en relación con organizaciones revolucionarias internacionales", entre las que figuran las FARC

Pero la actividad del investigado no se reducía únicamente a Cataluña. Al menos, así se desprende del informe recién aportado a la Audiencia Nacional. Los investigadores sostienen que Morral desempeñaba funciones dentro del colectivo Ítaca "en relación con organizaciones revolucionarias internacionales", entre las que figuran las FARC: "[Hacía] de interlocutor entre esta organización y Parlamentarios Autonómicos pertenecientes a la CUP, por la próxima visita de personas relacionadas con el Foro Internacional de Víctimas".

Dicha labor de interlocución queda plasmada en una conversación que Robert Morral mantuvo con otro investigado en la causa, de nombre Eduardo. Ambos hablan de una "terri" -en referencia a reunión territorial- en la que se hablará sobre la organización de un acto independentista en el municipio de Martorell, pero Morral manifiesta sus dudas sobre su propia asistencia, y lo justifica del siguiente modo: "Yo tengo un acto… Es que hay un periodista colombiano aquí (sic) y presentamos un libro de un preso político de… Bueno, una historia colombiana de las FARC y tengo que asistir… Porque me toca a mí presentar el acto en Barcelona".

"Montar un sidral"

El investigado compaginaba ese papel con actividades en otras esferas. Los investigadores destacan su "dinamismo político-sindical multimilitante". Como ejemplo, cita su asistencia a actos organizados por la CUP en su localidad de residencia, Santa Perpetua de Mogoda, y los contactos que habría mantenido con otros miembros de los CDR en la presentación de las candidaturas municipales de este mismo partido en un acto celebrado en Sabadell.

El informe aporta una conversación del investigado con otro individuo en la que habla de la necesidad de "montar un sidral" antes de San Juan, ya que durante el verano "la gente se escaquea" y en septiembre ya "comenzarán con la Diada, el procés y los presos saldrán y no se podrá"

Asimismo, el informe aporta una conversación del investigado con otro individuo en la que habla de la necesidad de "montar un sidral" antes de San Juan, ya que durante el verano "la gente se escaquea" y en septiembre ya "comenzarán con la Diada, el procés y los presos saldrán y no se podrá". Comenta la posibilidad de "hacer una ocupación simbólica" de una institución pública, de un "Departamento" del Gobierno catalán.

Movimientos, todos ellos, que la Guardia Civil ubica en el año 2019, cuando el independentismo trataba de relanzar su desafío separatista tras los acontecimientos vividos en 2017, con el referéndum ilegal del 1 de octubre y la posterior declaración unilateral de independencia de Carles Puigdemont.

Las pesquisas del Instituto Armado consta en los últimos informes de la Guardia Civil incorporados a la Audiencia Nacional, de los que ya ha informado Vozpópuli. En ellos, los investigadores también aportan información clave sobre el llamado CNI catalán, un grupo integrado por representantes de diversos colectivos independentistas que buscaba el mismo objetivo secesionista. En él había representación de los citados CDR, pero también de empresarios y miembros de instituciones oficiales, como Mossos d'Esquadra, Bomberos y cuerpos policiales municipales y locales.

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