El presidente de la patronal CEIM, Arturo Fernández, recién reelegido para cuatro años más, se ha comprometido en la primera reunión con sus 15 vicepresidentes a cambiar la organización de arriba a abajo. Fernández es consciente de que el hecho de que Hilario Alfaro lograra un 35% de los votos en las elecciones del pasado 24 de marzo exige reformas serias.
El presidente de CEIM defiende que fue él mismo quien hace varios años propuso en diferentes foros, incluso en la CEOE, la modernización y los cambios en las patronales españolas y ahora cree que su organización debe liderar ese proceso.
En un primer encuentro con sus más directos colaboradores, Fernández anunció que propondrá cambios de estatutos para hacer la organización más ágil. Igualmente, se aprobará un cambio en el reglamento electoral que rige en la actualidad.
La oposición al presidente denunció este reglamento por considerarlo antiguo y no representativo y también consideró que el voto delegado permitía irregularidades. Llegaron a enviar a un notario para que levantara acta de cómo se hacía una delegación de voto, lo que enfadó mucho al líder de la patronal.
Otra de las reformas que ha anunciado Arturo Fernández a su gente de confianza es el cambio de la estructura de la patronal, que se ha mantenido igual durante más más de treinta años, desde que fue creada por José Antonio Segurado. Ni José Antonio Segurado, ni Gerardo Díaz Ferrán (hoy en la cárcel), ni Fernando Fernández Tapias hicieron cambios para modernizar su estructura desde que esta asociación fuera creada en 1978, tras la muerte de Franco.
Fernández reconoció algunos gestos y hechos recientes como "una torpeza" y se comprometió a estar más cerca de los territorios y los sectores, una de las peticiones que le hicieron sus socios en algunas de las asambleas previas a la convocatoria electoral.
Quiere mantener buenas relaciones tanto con los sindicatos como con los gobiernos central y autonómico. Ha repartido responsabilidades a sus más directos colaboradores para que trabajen en nuevos estatutos y un nuevo sistema de elección para buscar un modelo que sea menos presidencialista. Va a crear un órgano asesor en el que estarán las grandes empresas y anteriores responsables de CEIM.
Juan Carlos Lázaro, hombre fuerte
El hombre fuerte en esta nueva etapa será Juan Carlos Lázaro, presidente del Club Financiero Génova, del que se dice desde hace meses que podría hacerse con la presidencia si Arturo Fernández decide no terminar la legislatura.
No sólo mantendrá la colaboración con la Cámara de Comercio de Madrid, sino que cada día es más partidario de la unión de estas dos entidades para trabajar a favor de los empresarios y como manera de ahorrar buscando la complementariedad. Es partidario de una reforma radical de la formación, cuyo sistema actual ha terminado en un escándalo con una docena de empresarios detenidos y diversas denuncias judiciales.
El nuevo equipo directivo de la Confederación está compuesto por un vicepresidente primero (Juan Pablo Lázaro), 14 vicepresidentes (Inmaculada Álvarez, Rafael Andrés, Javier Beitia, Enrique Cornejo, Miguel Corsini, Augusto Fuentes, Juan Ignacio Lamata, Juan López-Belmonte, Guillermo Marcos, Jesús Martín Sanz, Ángel Monroy, Eladio Muñoz, Jesús Núñez y Salvador Santos Campano), contador (Francisco Aranda) y tesorero (Ángel Asensio).
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