Las políticas de Pedro Sánchez siguen pasando factura a la estabilidad nacional. Cientos de personas han tomado de nuevo algunas de las principales ciudades españoles para gritar, una vez más, contra la amnistía. Madrid, Barcelona, Badajoz, Sevilla, Valencia, El Puerto de Santa María, Oviedo, Salamanca, Tarragona, Zaragoza, Valladolid y Murcia son las ciudades convocadas por la asociación Revuelta (una organización vinculada a la asociación estudiantil Plataforma 711 que defiende los "valores cristianos" y "de la reconquista") para clamar contra la medida que Pedro Sánchez discute con los independentistas a cambio de conseguir su apoyo para la investidura.
La crispación de los españoles con el Gobierno ha quedado reflejada durante la jornada de este lunes y las concentraciones se han desarrollado con cierta tensión. Fuentes policiales han confirmado a Vozpópuli que la manifestación en Madrid se ha saldado con tres detenidos, "por desobediencia y atentado contra la autoridad" y algunos de los participantes han denunciado a través de redes sociales que los agentes de la autoridad han utilizado gas para controlar a los manifestantes. Uno de los arrestados es Javier Correa, de 57 años, ex guardia civil que fue candidato de Vox por Ávila en las elecciones al Congreso de 2019.
Al grito de ¡Paremos la traición!, Revuelta ha llamado a los españoles a tomar las calles para mostrar su "rechazo absoluto" a la amnistía. Así, miles de manifestantes han acudido este lunes a las 20 horas a las sedes del PSOE en sus respectivas ciudades para decir 'basta' a la "ruptura nacional". Sobre las 21.00 horas, se ha ido disipando la protesta, momento en el que un grupo de manifestantes, algunos encapuchados y ataviados con máscaras, han encendido bengalas, petardos y han lanzado botes de humo gritando "¡Ni un paso atrás!" o "la sede del PSOE la vamos a quemar".
Las concentraciones no han sentado bien al PSOE. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha arremetido contra aquellos que han rodeado las sedes del PSOE. "Todo mi cariño y mi apoyo a la militancia socialista que está sufriendo el acoso de los reaccionarios a las casas del pueblo. Atacar las sedes del PSOE es atacar a la democracia y a todos los que creen en ella. Pero más de 140 años de historia nos recuerdan que nunca nadie será capaz de amedrentar al PSOE. Seguiremos adelante", ha declarado.
También la ministra de Hacienda y Función Pública y vicesecretaria General del PSOE, María Jesús Montero, ha criticado públicamente a quienes acudían a manifestarse. "La ultraderecha quiere ganar a gritos frente a nuestras sedes lo que no ganaron en las urnas. ¿Esta es la hoja de ruta de VOX y el PP? Esto sí que es romper España y amenazar la Democracia. Si piensan que van a amedrentarnos, no conocen al PSOE, su historia ni su militancia", ha asegurado en un mensaje compartido a través de su cuenta de X, el antiguo Twitter.
Uno de los puntos calientes es la sede central del PSOE, en la madrileña calle de Ferraz. Este mismo viernes, la zona se llenaba de cientos de personas que clamaban contra la medida de gracia. Entonces, ante la llegada en cascada de manifestantes a la zona, la Policía tuvo que bloquear la calle, donde cientos de madrileños acudían en respuesta a una convocatoria de carácter popular promovida en pocas horas a través de redes sociales.
Este lunes se esperaba una respuesta similar. En la zona se han visto miles de personas con carteles de 'Pedro Sánchez dimisión'. Como ocurre en estas ocasiones, hay baile de cifras. Delegación de Gobierno habla de 3.800 personas en la calle Ferraz, aunque los organizadores apuntan a varios miles más.
En esta ocasión, la concentración ha contado con el apoyo oficial de algunos políticos. El líder de Vox, Santiago Abascal, ha asistido a la concentración en los alrededores de la sede nacional del PSOE. Allí, en declaraciones a los medios, ha asegurado que no permitirá que se dé un "golpe" contra la unidad de España."Tenemos el deber de estar en la calle, como un español más en este caso", ha defendido.
Así, por tercera vez, un grupo de personas ha vuelto a concentrarse en la calle Ferraz con gritos como 'Puigdemont a prisión', 'Pedro Sánchez a prisión', 'Traidor' o 'España no se vende', en repulsa por los pactos del PSOE con los independentistas catalanes donde se incluyen medidas como una ley de amnistía que favorecería a los procesados del 'procés' catalán, el traspaso de las competencias de Rodalíes o la condonación de hasta 15.000 millones de euros de deuda del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) a Cataluña.
Y si Madrid es importante, más lo es Barcelona. Allí, cientos de catalanes también se han sumado a las protestas y bajo el lema de "¡No nos engañan, Cataluña es España!" han defendido la Constitución, la unidad de España y la igualdad de todos los españoles.
Más allá de Madrid y Barcelona, otras ciudades españolas se han sumado a la convocatoria de manera oficial. Las calles de Sevilla, Jaén, Granada, Oviedo o Pamplona, entre otras, ya estaban llenas poco antes de las 20 horas, con decenas de manifestantes que portaban banderas de España y pancartas con el lema 'Amnistía No en mi nombre' en defensa de la unidad nacional.
Abascal defiende la convocatoria contra la amnistía
El líder de Vox, Santiago Abascal, ha asistido este lunes por la noche a la concentración en los alrededores de la sede nacional del PSOE, en la calle Ferraz de Madrid. Allí, ha defendido que su partido estará en la calle "con los compatriotas" y no permitirá que se dé un "golpe" contra la unidad de España.
"Estamos ante un golpe de Estado, que es lo que en este momento está intentando cometer el presidente del Gobierno en funciones. Vendiendo la nación, pisoteando la Constitución, destrozando la igualdad entre los ciudadanos y regalando una amnistía contra la Constitución, únicamente a cambio de votos para mantenerse en el poder", ha censurado Abascal desde la protesta en la calle Ferraz, a la que ha acudido también el vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, y otros dirigentes de Vox.
"Pero tenemos el deber de estar en la calle, como un español más en este caso, para estar con nuestros compatriotas, porque estamos viviendo el peor momento de nuestra democracia", ha criticado Abascal, quien ha asegurado, en declaraciones a los medios, que se está perpetrando "un golpe de Estado" desde el poder y "con todos los enemigos de España y la Constitución". "No lo vamos a permitir, no vamos a quedarnos silentes o vamos a actuar de manera mansa observando cómo dan un golpe contra todo aquello que merece la pena; en primer lugar, contra la unidad de nuestra patria", ha dicho.
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