Cumplidos dos años de la guerra que lo cambió todo -Rusia lanzó su invasión sobre Ucrania en febrero de 2022-, las Fuerzas Armadas españolas han reorientado su actividad para hacer frente a los nuevos desafíos y amenazas; incluso en territorio nacional o en aguas próximas a nuestro país. Eso es lo que le ha ocurrido al Centinela, un veterano patrullero de la Armada que intervino en la crisis de Perejil y que en los últimos meses ya ha interceptado nueve buques rusos.
El episodio más reciente ha tenido lugar en estas jornadas. El Centinela de la Armada, desplegado en una operación de seguridad marítima en aguas del estrecho de Gibraltar y mar de Alborán, hizo el seguimiento durante toda una semana -entre el 10 y el 16 de marzo- a un convoy de tres mercantes rusos escoltados por la fragata rusa Admiral Grigorovich.
La misión, a todas luces, era particularmente sensible. No sólo por tratarse de una zona de especial interés para España y de una gran densidad de tráfico marítimo; también por las capacidades de la fragata rusa. Porque la Admiral Grigorovich, que terminó de construirse a finales de 2010, cuenta con algunos de los sensores y equipamientos más modernos, incluso a nivel armamentístico.
Con una eslora de 124,8 metros y una dotación de 200 efectivos, dispone de un cañón de 100 mm, misiles de crucero, misiles tierra-aire, torpedos y otras armas de diverso calibre.
46 efectivos de dotación
¿Y el Centinela? Su eslora es de 68,65 metros -la mitad que la fragata rusa- y dispone de un cañón de 3/50 pulgadas, dos ametralladoras Browning de 12,7 mm y una ametralladora MG 7,62 mm. La dotación del buque de la Armada española, compuesta por 46 efectivos, lejos de arredrarse en esta misión, hizo el seguimiento a la fragata rusa y los tres mercantes durante toda una semana.
Porque su dotación ya es experta en este tipo de desempeños. El pasado lunes, 11 de diciembre, con puerto base en el Arsenal Militar de Ferrol, se hizo a la mar rumbo del límite norte de la zona económica exclusiva española, para realizar el seguimiento de un submarino ruso procedente del Báltico, según la información que facilitó el Estado Mayor de la Defensa (EMAD).
Tras dos días de tránsito en la mar con duras condiciones meteorológicas, en la madrugada del día 14 de diciembre, en la frontera marítima con Portugal, el patrullero de la Armada cedió el seguimiento del submarino a los portugueses, finalizando de este modo su cometido y poniendo de nuevo rumbo de regreso a Ferrol.
Otro submarino y un remolcador
Pero hay más. Porque el 15 de octubre de 2023 también se hizo a la mar, en demanda de la frontera norte con Portugal, para localizar y realizar seguimiento de dos buques rusos que se encontraban en tránsito desde su puerto base en el Báltico.
"Pese a las duras condiciones meteorológicas y a la falta de visibilidad, los buques objetivo, el remolcador Sergey Balk y el submarino clase Kilo Krasnodar se pudieron interceptar durante la tarde del 17 de octubre cerca de la frontera, momento a partir del cual el Centinela siguió su derrota en demanda del límite norte de la ZEE española -detalló el entonces el EMAD-. Durante la tarde del pasado 18 de octubre y con los objetivos de presencia y seguimiento cumplidos, el buque regresó a su puerto base en Ferrol".
El historial del patrullero de altura Centinela en la interceptación de buques rusos se amplía con un cuarto episodio que tuvo lugar en marzo de 2023, cuando realizó el seguimiento y monitorización de la fragata rusa Admiral Kasatonov y el buque cisterna Akademik Pashin, mientras navegaban por el Mediterráneo occidental.
Cuatro buques en aguas del Estrecho, un submarino en diciembre, y otro submarino y un remolcador, en octubre; éstos últimos, en el Atlántico. También la fragata y el buque cisterna en el Mediterráneo. En total, nueve buques rusos interceptados en aguas próximas a España.
El Centinela no es el único buque de la Armada que ha desarrollado estas misiones, pero sí el que acumula un mayor número de episodios desde que estallara la guerra de Ucrania.
El 'Centinela' de la Armada
De acuerdo a la información de la Armada, el patrullero Centinela es el segundo de una serie de cuatro patrulleros de altura de la clase Serviola. Fue construido en 1990 en el astillero de Ferrol de la antigua Empresa Nacional Bazán, hoy Navantia. Entró en servicio en la Armada en abril de 1992.
El Centinela de la Armada ha participado en algunas misiones no exentas de riesgo, como lo fue la vigilancia y apoyo a la flota pesquera española en el Sahara y en Canadá durante la Crisis del Fletán, en 1995, o la participación en la Operación Romeo Sierra de recuperación del Islote de Perejil, en 2002.
Este buque español también desarrolla labores de colaboración con la Policía Judicial (GEO) y Servicio de Aduanas en el apresamiento de buques dedicados al contrabando de drogas, el control de fronteras en aguas del Estrecho y Canarias y lucha contra la inmigración ilegal en las operaciones Noble Centinela e Indalo.
Asimismo ha participado en ejercicios de búsqueda, rescate y salvamento de náufragos en la mar y la colaboración con la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
Un veterano con 32 años de servicio en la Armada, que en los últimos meses ha vuelto a demostrar sus capacidades con la interceptación de nueve buques rusos en aguas próximas a España.
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