Los centros de acogida de menores de Cádiz viven estos días una situación "extrema" para poder atender a los numerosos inmigrantes llegados a las costas de la provincia. "Esto no es acogida, es hacinamiento", se lamentan los trabajadores de estas instituciones.
"Ya no hay sitio físico en los salones para poner colchones y mantas", explica Isabel Pajuelo, presidenta del comité de empresa de la Delegación Territorial de Igualdad, Salud, y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, la administración de la que dependen los cinco centros que acogen a menores de edad en desamparo en la provincia de Cádiz y a los que se suman dos concertados.
Estos centros llevan un año desbordados, según indica, pero la última avalancha de mil inmigrantes llegados en pateras a las costas de Cádiz el pasado fin de semana, entre ellos alrededor de 200 menores, ha hecho que la situación se haya hecho ya "insostenible".
Los trabajadores de los cinco centros de menores que la Junta de Andalucía tiene en la provincia han salido hoy a la calle para llamar la atención sobre la situación y reclamar refuerzos.
"Al doble de su capacidad"
Estos centros, que tienen entre 16 y 24 plazas, están ya acostumbrados a estar "al doble de su capacidad" los días de diario y a ver cómo los fines de semana el número de menores que albergan "se triplica o incluso se cuatriplica" en algunos, como suele ocurrir -aseguran- en el de la Línea de la Concepción.
Según los cálculos de los trabajadores, en estas instalaciones se está atendiendo a alrededor de 400 menores, con un "flujo permanente" ya que entran nuevos, otros son derivados a provincias y algunos se van voluntariamente porque son centros abiertos.
La situación ha llevado a los trabajadores de estas instituciones al "agotamiento extremo, tanto físico como psíquico", y por ello han tomado hoy una medida inusual, hacer una concentración ante el centro de menores Manuel de Falla de Jerez de la Frontera, que a día de hoy acoge a 48 inmigrantes cuando tiene capacidad para atender a 18.
Alrededor de un centenar de trabajadores han participado en esta protesta, en la que la presidenta del comité de empresa ha calificado de "extrema" la situación que se está viviendo ya que "a veces no hay ni ropa" para todos los menores y los cocineros deben hacer hasta tres turnos de comidas.
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