Tras formar parte del convite empresarial encabezado por Juan Rosell (CEOE) que recibió el jueves a la delegación alemana, el presidente de la Confederación de Pequeños y Medianos Empresarios (Cepyme), Jesús Terciado, recibió una mala noticia: la Inspección de Trabajo tumbaba los argumentos esgrimidos por Terciado para despedir a la mitad de la plantilla de la patronal castellano-leonesa Cecale, que también preside el abulense. “Las causas económicas esgrimidas no están justificadas”, reza el informe. Ahora, el Juzgado de lo Social decidirá si acepta el ERE.
Ante la retirada progresiva de subvenciones, Cecale está ahogada. Y, como los sindicatos, las otras patronales y las cámaras, la dirección ha acometido un drástico ajuste de plantilla: 20 de los 41 trabajadores irán a la calle. Pero la Inspección de Trabajo ha puesto trabas a los planes de Terciado, que dejará la presidencia en otoño. Al parecer, la actividad que realizaba la veintena de despedidos la financiaba la Junta de Castilla y León vía subvención. “Podría justificarse una reducción del número de trabajadores o de su jornada laboral, pero en ningún caso la extinción de los contratos dedicados a esta actividad. Sí hay fondos para esta labor –prevención de riesgos laborales- y sigue habiendo demanda de asesoramiento por parte de las empresas”, indica el documento de Trabajo, muy claro en sus conclusiones.
Cecale, el vía crucis de Terciado
Según publica la edición castellano-leonesa de Abc, la mayoría de despedidos tiene previsto demandar a Cecale, tras rechazar la indemnización de 20 días por año (luego se elevó a 26) que se les ofreció al principio. Las negociaciones han encallado y todo apunta a que será el juez quien dirima este litigio laboral.
No obstante, no será el único magistrado con el que se topará Jesús Terciado este otoño. El Juzgado Número 7 de Valladolid admitió a trámite el pasado 6 de julio la querella contra el presidente de Cepyme presentada por la facción rival en Cecale, liderada por el presidente de la patronal salmantina, Juan Antonio Martín Mesonero. Mesonero acusa a Terciado de “apropiación indebida” y “administración fraudulenta” al frente de la organización, y dice haber presentado pruebas de ello en los juzgados. La denuncia afirma que Terciado habría abusado de las dietas a cargo de la patronal, comiendo en restaurantes caros y repostando en gasolineras de su propiedad, entre otras lindezas, hasta derrochar la suma de 40.000 euros. Claramente, los problemas del presidente de las pymes están en su propia comunidad, no en Madrid.
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