La elección de Isabel Perelló como futura presidenta del CGPJ ha sorprendido en todo el ámbito judicial. Aunque no integró la lista inicial de candidatos ni sonó en las quinielas, se ha impuesto a cerca de una decena de nombres en un movimiento que se empezó a fraguar en agosto y que impulsó el bloque conservador. Estos vocales, lejos de plegarse a los intereses de Moncloa, activaron un 'plan B' al que se adhirieron dos miembros del Consejo cercanos a Sumar.
Vocales progresistas y conservadores consultados por Vozpópuli aplauden la elección de Perelló. Esta magistrada de la Sala de lo Contencioso del Tribunal Supremo, levanta simpatías en ambos sectores, donde la definen como una persona "discreta, técnica, independiente y mediadora". Sin embargo, y en contra de lo que pueda parecer, su elección no ha sido fruto de una decisión apresurada.
El nuevo CGPJ se fue de vacaciones el pasado 5 de agosto con las negociaciones completamente encalladas. Hasta entonces habían celebrado tres plenos fallidos para designar futuro presidente. Los conservadores declinaron sus propios candidatos y se abrieron a respaldar al progresista Pablo Lucas, magistrado del Tribunal Supremo especialmente valorado y que desde 2009 se encarga de controlar las actuaciones del CNI.
Escisión entre los progresistas del CGPJ
Los progresistas, por su parte, se mantenían en dos nombres: Ana Ferrer y Pilar Teso. Ambas magistradas del alto tribunal, contaban con la simpatía del ministro de Justicia, Félix Bolaños, y del presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido. Las fuentes consultadas implican a este último en las negociaciones y en el diseño del futuro CGPJ.
El bloque progresista quería a una mujer en la presidencia y los conservadores no iba a ceder más en su postura. Con ese caldo de cultivo dejaron en punto muerto las reuniones y se fueron de vacaciones. Desde el entorno de Moncloa, conscientes de que el futuro presidente tendría un papel crucial en la renovación de toda la cúpula judicial, se comenzó a amagar con una reforma legal para deshacer el entuerto.
Sin embargo, el bloque conservador ignoró estas advertencias veladas y activó un plan alternativo, que pasó por buscar nombres que encajaran en ambos sectores. En ese sentido las miradas se fijaron en Isabel Perelló. Se trata de una magistrada discreta e independiente que valoran magistrados de ambas sensibilidades por su formación técnica y por su neutralidad.
Los conservadores, pese a su sensibilidad progresista, impulsaron a Perelló, toda vez que de esta forma se desactivaban las opciones preferidas por Moncloa. Por ello, se abrieron a tantear a los diez progresistas que, hasta el momento, habían mantenido unidad. En este sentido, lograron atraer a dos vocales próximos a Sumar.
Pronunciamiento contra el PSOE
Con este avance en las negociaciones, el CGPJ volvió a reunirse este lunes. El Pleno terminó sin designación de presidente, pero los 20 vocales acordaron ya abrirse a nuevos nombres y, en concreto, a Isabel Perelló. Por ese motivo, el martes encararon el nuevo encuentro ya con la garantía de que saldría electa la magistrada.
El Consejo optó por celebrar una votación entre la futura presidenta del CGPJ y Ana Ferrer, si bien el resultado estaba claro antes de celebrarse. Perelló obtuvo 16 votos frente a 4 que respaldaron a la magistrada de la Sala de lo Penal. Al término del cónclave, vocales de ambas sensibilidades celebraron la designación de Perelló e incidieron en la necesidad de apostar por la judicatura por encima de intereses partidistas.
Sin embargo, en Moncloa no se comparte este sentimiento. Cabe recordar que Perelló fue la ponente de una sentencia del alto tribunal que se desestimó el recurso del PSOE en el que se solicitaba el recuento del voto nulo en Madrid en las elecciones generales celebradas en junio de 2023.
Con todo, también actuó en 2014 contra Carlos Lesmes por el "lenguaje sexista" utilizado en la institución. Perelló, la actual ministra de Defensa, Margarita Robles, (a la que le une una fuerte amistad) y Celsa Picó reprocharon al entonces presidente del Poder Judicial que no tuviera en cuenta la Ley de Igualdad y que se dirigiera en sus comunicaciones a la carrera judicial, en términos exclusivamente masculinos.
Renovación de la cúpula judicial
Esta independencia a la hora de actuar le granjea elogios en la carrera, que trata de despolitizar la imagen del Poder Judicial. No obstante, las fuentes consultas precisan que ha causado preocupación en el Ejecutivo, dado que en su cargo de presidenta controlará la renovación de la cúpula judicial.
La imposibilidad del anterior CGPJ de renovar las vacantes en las audiencias provinciales y en los tribunales superiores de Justicia han hecho que este nuevo órgano deba acometer esta tarea con carácter prioritario. A día de hoy hay 98 nombramientos pendientes, de los cuáles 26 pertenecen al Tribunal Supremo.
Precisamente, el control del alto tribunal es lo que genera especial interés político dado al alto número de vacantes y la relevancia de los asuntos que aborda el alto tribunal. De las cinco Salas que lo integran, tres de ellas están pendientes de designar magistrado. En la Sala de lo Contencioso-Administrativo, donde ejerce en la actualidad Perelló y que resuelve recursos contra decisiones del Ejecutivo, hay 11 plazas pendientes de renovar.
Con todo, los vocales progresistas están contentos con la designación de la magistrada, especialmente porque por primera vez en la historia del Tribunal Supremo (creado en 1812 por las Cortes de Cádiz) va a ser una mujer quien presida la institución y el Consejo General del Poder Judicial. En ese sentido recuerdan que se trata de un movimiento lógico que representa la realidad social del país, dado que en la carrera judicial hay, a día de hoy, más mujeres que hombres.
El siguiente paso para Perelló, en consonancia con lo recogido en el artículo 586.5 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, es jurar o prometer su cargo ante el Rey en el Palacio de la Zarzuela. Tras este trámite, previsto para primera hora de esta mañana, tomará posesión de su cargo ante el Pleno del Tribunal Supremo.
Las negociaciones se impulsaron precisamente porque ni progresistas ni conservadores querían llegar a la apertura del año judicial con la presidencia vacante. De esta forma, y tras cumplir con el trámite legal, Perelló recibirá este jueves al rey Felipe VI a su llegada al Supremo, como marca la tradición, y lo hará ya en su condición de máxima responsable del Poder Judicial.
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