El líder de Más País, Íñigo Errejón, se ha metido ahora en una nueva guerra (que se ha convertido en su medida estrella de cara a las municipales): instaurar, por lo menos en la capital, el concepto de 'ciudad 15 minutos', una idea que defiende que todas las actividades esenciales (trabajo, centro de salud, escuela, ocio y supermercado) tienen que estar a 15 minutos a pie de la vivienda. Ni un minuto más. Aparte de hacerlo para "trabajar por la sostenibilidad", lo defienden también para "luchar contra el patriarcado".
Así lo aseguró Alodia Pérez, diputada de Más Madrid en la Asamblea de Madrid, hace unos días: "Este modelo [el actual], tiene una clara perspectiva de género y de edad. Las ciudades, tradicionalmente, han estado diseñadas por y para hombres de mediana edad, con trabajo y con coche". Para ellos es, por lo tanto, necesario cambiar la estructura de las ciudades para luchar contra el sistema machista. Y han convertido esta lucha, que marcará el futuro político de Europa y será clave para las ciudades del futuro, en uno de sus lemas para la campaña electoral de las elecciones municipales (de hecho, han hecho una proposición no de ley con esta idea).
Como ocurre muchas veces en estos casos, el resto de partidos han entrado en su juego y en la Asamblea de Madrid el tema de la 'ciudad 15 minutos' se ha convertido en una oportunidad para mercadear votos, sabedores todos de la importancia de la idea en el futuro. Los más radicales en su contra, como era de esperar, son los diputados de Vox, que consideran que la propuesta es una "basura" que no van a comprar y algunos de sus militantes creen que se trata de una especie de 'Juegos del Hambre' en la que los ciudadanos vivirán encerrados en guetos de los que no podrán salir.
En este sentido, el PSOE le ha comprado el discurso al partido liderado por Mónica García en la Comunidad y les ha defiende asegurando que "en ningún caso es un modelo en el que se trate de obligar ni encerrar a los ciudadanos y ciudadanas como dicen los ultras en uno de sus múltiples bulos".
Aunque el PP mantiene más la compostura con el tema, en líneas generales le da la razón a Vox. "Se inventan un problema dónde lo hay y después traen una solución en apariencia muy amable pero al final siempre acaba traduciéndose en lo mismo: imposiciones ideológicas", defendió Enrique Serrano, diputado del Partido Popular en la Asamblea.
Mientras que desde Más Madrid y PSOE defienden que el objetivo de la 'ciudad 15 minutos' está "directamente conectado con la agenda 2030 y es una lucha contra el cambio climático" (motivo también de crítica por parte de Vox), desde el partido más a la derecha consideran que detrás hay "un afán totalitario". "Volvemos a utilizar esas supuestas amenazas de que el mundo se va a acabar pasado mañana para limitar nuestros movimientos y para acabar con nuestras libertades", señalaron en uno de los debates sobre el asunto en la Asamblea de Madrid.
Así, unos y otros, divididos como siempre, están utilizando la proposición de Más Madrid, los primeros que se han planteado el futuro en España en este sentido, para hacer campaña y tratar de ganar el máximo número de votos de cara a las elecciones municipales y autonómicas de mayo.
El concepto de 'ciudad 15 minutos'
El concepto que Errejón quiere traer de Europa a España, empezando por Madrid, fue creado por Carlos Moreno, catedrático en la Universidad de París, en 2016, y se dio a conocer gracias a la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, una de las ciudades pioneras en tratar de adaptar las ciudades a lo que él futuro pedía.
La idea de Moreno es que todos los servicios básicos (servicios médicos, ocio, colegios, parques y trabajo) estén a menos de 15 minutos en bici o andando, en principio con el objetivo de ganar 'riqueza de tiempo' y tratar de reducir el uso del coche en las ciudades. Y aunque aparentemente la idea sea buena, la realidad es que no está exenta de polémicas, bulos, controversias y puntos criticables.
Los detractores de esta idea argumentan que el objetivo es controlar a la población dentro del proyecto de la Agenda 2030. Entre otras cosas, consideran que "es un plan para encerrar a la población en barrios y fraccionar a las ciudades en guetos", que busca "eliminar la libertad cerrando calles al tráfico u obligando a ir andando o en bici y prohibiendo los coches". También se argumenta que la medida "creará gentrificación, que cerrarán comercios y que se monitorizará los movimientos de los ciudadanos, limitando por tanto la libertad de movimiento".
Ahora, los de un lado y los de otro, tratan de ganar la batalla ideológica de este concepto, en una guerra que, muy probablemente, seguirá más allá de las elecciones del 28 de mayo, pues el futuro exige su debate.
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