El voto en blanco de los nueve diputados de Ciudadanos en la segunda votación para la constitución de la Mesa del Parlamento andaluz, trámite celebrado la pasada semana, no ha sido entendido de igual manera en el seno del partido de Albert Rivera. Según ha podido saber Vozpópuli de fuentes internas, desde el aparato de C's en Cataluña admiten en privado que están disconformes con que su organización votara en blanco, en lugar de expresar -vía voto en contra- su repulsa ante un "bochornoso" espectáculo, sin precedente. El PP ha anunciado que recurrirá al Tribunal Constitucional lo sucedido el pasado jueves.
Esta indefinición de Ciudadanos, en su primera decisión de relevancia parlamentaria más allá de la Cámara de Cataluña, ha puesto en guardia a pesos pesados de la formación naranja en su comunidad de nacimiento. Y es que, precisan las mismas fuentes, existe cierto temor a que el grupo de diputados que lidera Juan Marín termine igualmente absteniéndose en la segunda vuelta del proceso de investidura, permitiendo, si lo hace también Podemos, que Susana Díaz (PSOE) se convierta en presidenta de la Junta de Andalucía tras el 22-M.
Las fuentes consultadas por Vozpópuli señalan que Marín y su grupo ya sabían, por las infructuosas negociaciones que habían mantenido PSOE y PP hasta el día de antes, que los socialistas iban a blindarse en la Mesa de la Cámara a costa del PP. Los colaboradores de Díaz habían predestinado un reparto que les aseguraba la mayoría (3-1-1-1-1) de este órgano de gobierno, encargado de autorizar o vetar las comparecencias del presidente/a de la Junta y de la apertura o no de comisiones de investigación, entre otras cuestiones clave.
Sin embargo, según lamentan desde la delegación de C's en Cataluña, Marín y sus diputados no se solidarizaron con el PP ante semejante "atropello" y votaron en blanco, cuando debieron hacerlo en contra. "Nuestro partido tiene que cumplir siempre con la regeneración democrática y ésta ha sido una oportunidad perdida, que da que pensar sobre futuros acontecimientos", apuntaron a este diario dichas fuentes. Marín está vinculado al partido de Rivera desde 2011 como integrante de Ciudadanos Independientes de Sanlúcar y es teniente de alcalde en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) gracias al acuerdo de gobierno que selló con el PSOE, que ostenta la alcaldía.
"Nuestro partido tiene que cumplir siempre con la regeneración democrática y ésta ha sido una oportunidad perdida, que da que pensar sobre futuros acontecimientos", apuntan fuentes de C's
Esta condescendencia de los parlamentarios andaluces de C's ha generado más que inquietud ante la posibilidad de que se repita en la segunda vuelta de la investidura de Susana Díaz (PSOE), a quien le bastará con la abstención de C's y Podemos juntos o de PP. La versión oficial de la formación de Albert Rivera resta importancia a lo sucedido y justifica su voto en blanco aludiendo a la "incapacidad de PP y PSOE para ponerse de acuerdo antes de las votaciones de la Mesa".
El presidente del Parlamento andaluz y, por ende, de la Mesa de la Cámara, Juan Pablo Durán, salió elegido en segunda votación con los 47 votos de la bancada socialista. Por su parte, el candidato popular Manuel Andrés González sólo sumó los 33 de su grupo. Podemos, Ciudadanos -como ya se ha indicado- e Izquierda Unida votaron en blanco. Estas tres formaciones no presentaron aspirante a la Presidencia del Parlamento.
En cuanto al resto de miembros, Ciudadanos, cuarta fuerza política en los comicios autonómicos, e IU, quinta, tampoco formalizaron aspirantes a la vicepresidencia de la Mesa del Parlamento andaluz. Sí lo hicieron, en cambio, PSOE, PP y Podemos que obtuvieron con sus propios votos cada una de las tres vicepresidencias: la socialista Teresa Jiménez (con 47 votos), la popular Esperanza Oña (con 33) y el podemista Juan Moreno Yagüe (14).
Para los tres puestos de secretario que aún faltaban para completar las siete plazas de la Mesa, el resultado de la votación fue el siguiente: la socialista Verónica Pérez obtuvo 47 votos, la popular Patricia del Pozo recibió 33 apoyos, el diputado de C's Julio Díaz Robleado, nueve, y José Antonio Castro (IU), cinco. Así, las cosas, los tres asientos se los habrían repartido PSOE, PP y Ciudadanos. Sin embargo, aquí surgió la primera gran bronca de la legislatura, preludio de lo que puede ser la investidura de Díaz. El PSOE apeló al artículo 36 del Reglamento del Parlamento andaluz, por el cual todas las fuerzas con representación deben tener asiento en la Mesa, y quitó al PP la secretaría de Del Pozo para dársela a Castro (IU). Los socialistas esgrimieron que el PP había tenido menos apoyos que ellos, que sí mantuvieron la secretaría de Verónica Pérez.
En cambio, los populares alegaron que el artículo 36 sólo entra en juego "una vez constituida la Mesa". Su aplicación, recalcaron, es una competencia del nuevo presidente del Parlamento, tras su toma de posesión, y no del presidente de la Mesa de Edad (el socialista Luis Pizarro). El PP denuncia que pese a ser la segunda fuerza más votada en el turno de secretarías, no ha obtenido ninguna de estas tres plazas. Así, los 33 diputados populares han quedado en la Mesa de la Cámara con el mismo número de representantes (uno) que IU, que sólo sacó cinco escaños en las urnas.
Exigen transparencia a los socialistas
El PP demandará en la Mesa del Parlamento que se aclare si existe un informe jurídico que valide el criterio de Pizarro, que se dé cuenta de su contenido y que se explique por qué no accedieron a él todos los grupos parlamentarios. La Mesa se reunirá ahora para fijar la fecha de la sesión de investidura de Susana Díaz como presidenta de la Junta de Andalucía, jornada que, previsiblemente, tendrá lugar en torno al 29 de abril.
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