La desviación en el déficit por parte de España y los ajustes por valor de 8.000 millones que ha demandado Bruselas para 2016 y 2017 han obligado a Ciudadanos a rehacer el apartado económico de su programa electoral para las generales de 26 de junio. Con estos nuevos números sobre la mesa, el equipo que lidera Luis Garicano ha elaborado una memoria que verá la luz en breve. Una de las claves del documento será que no bajarán los impuestos, en el caso de gobernar, hasta que el Estado cumpla con el objetivo de déficit en base al Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea (UE), algo que podría prolongarse incluso más allá de la próxima legislatura.
Esto supone un cambio de 180 grados en el planteamiento de C’s con respecto al proyecto que presentó para los comicios del pasado 20 de diciembre. Si entonces prometió rebajar los impuestos, ahora la consigna es, en principio, no subirlos (IVA, IRPF y tipos en el de Sociedades) mientras haya incumplimiento de déficit. Hay posibilidad de que esta situación persista durante años, pues España acumula ya ocho ejercicios sin alcanzar el límite fijado por Bruselas.
Los portavoces del C’s venderán, no obstante, que su deseo es el de bajar los impuestos, si bien no lo consideran factible antes de 2020
En el texto con que C’s concurrió al 20D, el partido naranja subrayaba que “el crecimiento, la priorización del gasto y eliminación de duplicidades, la lucha contra el fraude y el diseño de un sistema impositivo más eficiente permitirán a los españoles disfrutar de una importante reducción de los impuestos y un complemento salarial para los trabajadores de rentas bajas”. Así, en otro pasaje, hablaba de acometer una “reforma fiscal que va a reducir sustancialmente la presión fiscal, a través de una caída de la imposición directa y un importante complemento salarial”.
Ahora, esa reducción ya no es prometida como tal, esgrimiendo que es “imposible” tras conocerse la nueva desviación en el objetivo déficit. De este modo, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, acusó el martes al PP de “vender humo” después de que los populares propusieran una rebaja del IRPF a partir de enero de 2017, según los cálculos del Ministerio de Hacienda.
En cambio, la estrategia fijada por Ciudadanos pasa por lanzar “un mensaje de responsabilidad” a los votantes y asegurarles que cumplirán con Bruselas sin subir los impuestos, a diferencia de “lo hecho por los Gobiernos de Rajoy y Zapatero”. Los portavoces del partido naranja venderán, no obstante, que su deseo es el de bajar los impuestos, si bien no lo consideran factible antes de 2020.
De esta forma, el vicesecretario general de C’s, José Manuel Villegas, manifestó este viernes en el Programa de Ana Rosa (Telecinco) que “queremos que los ciudadanos tengan más dinero en su bolsillo. La bajada de impuestos reactiva la economía”. Al mismo tiempo, el número dos del partido naranja dijo que en su partido ven “margen para bajar impuestos a la clase media y trabajadora”. Pero es un margen nada amplio, pues sólo rebajarían la presión fiscal cuando se cumpliera el objetivo de déficit marcado por la Comisión Europea.
Como excepción, C’s contempla un alivio para emprendedores e investigadores. “Queremos quitar trabas y obstáculos a los que tiráis del carro, para que podáis contratar y pagar impuestos razonables”, declaró Rivera el jueves en su visita a un campus de Google.
En cuanto al Impuesto sobre el Valor Añadido, el propio Garicano ha reconocido en una entrevista en Efe que la promesa de C’s de bajar el IVA general y el reducido del 21% al 18% y del 10% al 7%, respectivamente, tampoco será viable por la nueva previsión de déficit. Por su parte, Podemos ha confirmado que su plan económico incluye una subida del IRPF a partir de las rentas de 60.000 euros anuales en adelante y una bajada del IVA con un tipo superreducido del 4% para productos de primera necesidad, alimentos y bebidas.
Recuperan el 'contrato único' del 20-D
Respecto al mercado laboral, la organización centrista regresará al contrato único de su anterior programa electoral después de haber cedido en esta modalidad en el acuerdo de investidura sellado con el PSOE el pasado 24 de febrero. De aquella alianza salió un sucedáneo llamado “contrato estable y progresivo”. También conservarán el “complemento salarial” para las rentas más bajas, que sí fue incluido en el pacto de El Abrazo, e incentivos para evitar los despidos.
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