Un buen número de dirigentes de Ciudadanos cargaron este miércoles con dureza contra el diputado Pablo Cambronero por abandonar el partido e irse al Grupo Mixto sin entregar el acta. Sin embargo, casi es mejor el remedio que la enfermedad para Cs porque si Cambronero renunciase, le dejaría el escaño a Virginia Millán, esposa de Fran Hervías, el más polémico y reciente fichaje del Partido Popular dentro de las filas naranjas.
El partido de Inés Arrimadas vive días convulsos desde la moción de censura en Murcia y el adelantamiento de las elecciones autonómicas en Madrid. Al adiós de Cambronero, le siguió la expulsión del senador valenciano Emilio Argüeso, próximo a Hervías y al que la formación naranja acusó de ofrecer "prebendas a cargos y afiliados" para que abandonen el partido.
Millán fue elegida en diciembre adjunta al Defensor del Pueblo andaluz, un nombramiento que ya causó revuelo. Abogada, exdeportista profesional de natación sincronizada y exdiputada por Sevilla en varias legislaturas, hace un año se quedó sin escaño en el batacazo electoral del 10-N al igual que su marido, quien se presentaba como candidato naranja a uno de los escaños en liza por Granada.
La propia Millán se dio de baja de Ciudadanos hace unos meses para poder ser nombrada a ese puesto institucional en Andalucía, para el que se requiere no tener afiliación política. Tanto este nombramiento como el de Hervías como senador por designación autonómica no fueron del agrado del vicepresidente de la Junta y coordinador autonómico, Juan Marín, ya que los consideró imposiciones de Madrid, aunque él ha impulsado casos similares desde que Cs está en el Gobierno regional.
Sin carné naranja, Millán tomaría el escaño en nombre de Ciudadanos para, a continuación, irse seguramente al Grupo Mixto como hizo este miércoles Cambronero. También podría ingresar en las filas del PP en el Congreso de los Diputados, aunque la formación de Arrimadas alegaría que se trata de un caso de transfuguismo.
Cs fustiga a Cambronero
Tras conocer la renuncia del diputado de Ciudadanos, la formación naranja publicó un comunicado en el que exigió al diputado que entregase su acta "por coherencia personal y respeto a los principios éticos", así como en cumplimiento de lo establecido en el artículo 10.3 de los Estatutos y del compromiso asumido en su Carta Ética y Financiera, "documentos que recogen el compromiso de dejar el acta si causan baja en el partido por cualquier motivo".
En todo caso, desde el equipo de Arrimadas se subrayó que el grupo parlamentario en el Congreso "seguirá trabajando y defendiendo su proyecto para velar siempre por el interés general de los españoles, hacer política útil e impulsar reformas que consigan que en nuestro país triunfen la unión y la concordia frente a la división y el enfrentamiento".
El secretario de Organización de Cs, Borja González, arremetió contra Cambronero por aferrarse al acta "por dinero" y "traicionar" a sus compañeros. "Demuestra que no has aprendido nada de los valores que se aprenden en el Cuerpo. Esta actitud es una vergüenza para ti y para España", le espetó.
En la misma línea se manifestó el portavoz nacional de Cs, Edmundo Bal, para quien "lo valiente y lo coherente" hubiera sido dejar el acta. "Obtuviste el escaño en el Congreso porque te presentaste en las listas de Ciudadanos. Sumarte a la operación de Génova y Hervías pero aferrarte al acta y al sueldo de diputado te retrata perfectamente. Una lástima", le censuró.
El coordinador autonómico en Aragón, Daniel Pérez, también fustigó a Cambronero tras romper el carné naranja. "No engañas a nadie. Tú nunca has sido de Ciudadanos. Sólo estabas en Ciudadanos. Uno puede cambiar de opinión, claro que sí; pero no de principios", le dijo antes de pedirle que devolviese el acta "por dignidad". Pero seguramente sería una solución peor.
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