La campaña más competida en décadas por la implicación de cuatro partidos, con escasa distancia entre ellos en intención de voto, ha hecho que uno de los emergentes, Ciudadanos (C's), haya ido experimentando distintas tendencias en sólo unas semanas. Quizá ha sido la formación que más variaciones ha registrado. Tanto que ha sido capaz de llegar a la campaña como segundo en las encuestas, luego retroceder en plena contienda y ahora, sobre la bocina, coger aire y protagonizar un ligero repunte. Ésta es la sensación, según ha podido saber Vozpópuli, que hay en el cuartel general de Ciudadanos, donde apelan a su propia remontada justo en el descuento del partido.
Fuentes de la Ejecutiva de Ciudadanos se ciñen a los trackings externos (sondeos diarios y continuados) que indican que el partido naranja ya habría salido del estancamiento de los últimos días, recuperando la línea ascendente con que iniciaron la antesala del 20-D. Desde el equipo de Albert Rivera hablan de un "triple empate" en el segundo puesto entre C's, PSOE y Podemos. Este leve ascenso de Ciudadanos coincide con el parón del PP en la subida de esta semana y con un Podemos que habría tocado techo.
Para los estrategas de Ciudadanos, los múltiples ataques furibundos que recibieron, sobre todo, en la primera semana de la campaña, algunos alentados a la vez por sus tres competidores (PP, PSOE y Podemos), pasaron factura a las opciones del partido. No fue hasta el pasado domingo, fecha de la celebración del macromitin del Palacio de Vistalegre, cuando C's empezó a reponerse de los golpes, revindicando el fair play frente a la "política basura". La formación naranja hizo en el otrora talismán socialista la conocida como conjuración de Vistalegre: "No pararemos hasta gobernar".
Desde el equipo de Rivera hablan de un "triple empate" en el segundo puesto entre C's, PSOE y Podemos
Una de esas embestidas que causó especial daño a C's fue, por ejemplo, la interpretación que sus rivales hicieron de la propuesta de lucha contra la violencia de género que aparece en su programa. La formación de Rivera tuvo que reaccionar con celeridad y contundencia para aclarar en los medios de comunicación que no está a favor de suprimir el agravante de género, sino de aumentar las penas para toda violencia doméstica.
En este episodio se vio involucrada la número tres de la lista de Ciudadanos por Madrid, Marta Rivera de la Cruz. La escritora afirmó en el debate de TVE del 9 de diciembre que "es tan grave que un hijo vea cómo su padre mata a su madre que vea cómo su madre mata a su padre". Unas palabras que la conviertieron en diana del resto de formaciones. Y de las redes sociales, porque a raíz de tal declaración, pronto le rescataron un mensaje de 2014 en Twitter donde contestaba "irónicamente", según ella, al líder de Podemos, Pablo Iglesias, cuando señaló que la violencia de ETA tiene "explicaciones políticas". Marta Rivera le contestó entonces así: "Los judíos lo pasaron fatal en los campos de concentración, pero el holocausto tiene una explicación política".
En la comunicación interna que C's ha mantenido en los últimos días con sus afiliados y simpatizantes, ha señalado que "ésta es una de las campañas más sucias que se ha vivido en la democracia española". "La difamación, el 'y tú más' y el insulto han estado a la orden del día. Tanto es así que Ciudadanos está siendo objeto constante de esta vieja política", ha señalado la formación naranja a sus militantes. Frente al "juego sucio" que el propio Rivera ha criticado en los mítines, su partido -dice a los afiliados- apuesta por "continuar con nuestra forma de hacer política, basada principalmente en presentar propuestas e ilusión, y denunciando las malas prácticas de quienes no dudan en mentir o insultar para obtener un rédito electoral".
Asimismo, desde C's hacen un llamamiento a toda la ciudadanía para conseguir una participación masiva en las urnas este domingo. Retan a los votantes a alcanzar el 80% y batir el récord histórico de las once elecciones generales celebradas desde la instauración de la democracia en 1977: el 79,97% de los comicios de 1982, que auparon al poder al PSOE de Felipe González con mayoría absoluta y hundieron a la UCD, partido con el que Adolfo Suárez había accedido al gobierno en la anterior legislatura.
Distinta estrategia que en Madrid y Andalucía
En cuanto a los posibles pactos tras el 20-D, Rivera deslizó este viernes que su partido está dispuesto a permitir la investidura de Mariano Rajoy (PP) o Pedro Sánchez (PSOE) mediante la abstención. El líder naranja no había profundizado tanto en las últimas semanas. Sin embargo, ha sido el último día de campaña cuando ha trazado abiertamente una línea roja: votará en contra de cualquier gobierno que tenga el apoyo de Podemos.
Además, Rivera señaló que no tiene intención de presentar a la fuerza vencedora una lista de exigencias que condicionen si C's votará a favor o se abstendrá. Su principal propósito en tal escenario sería dar estabilidad y facilitar que el más votado forme Gobierno. Una posición distinta a la seguida en Madrid o Andalucía, donde la formación naranja negoció un acuerdo de investidura con el ganador en las urnas antes de desbloquear la situación. Luego terminaron votando a favor de los candidatos de PP (Cristina Cifuentes) y PSOE (Susana Díaz). En cambio, en estas generales, Rivera se ha cansado de repetir que no apoyará ni a Rajoy ni a Sánchez.
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