El PP celebra este viernes y sábado su XX Congreso Nacional, en el que Alberto Núñez Feijóo sustituirá como líder a Pablo Casado, forzado a dejar la presidencia tras una crisis sin precedentes con la madrileña Isabel Díaz Ayuso que deja heridas profundas que el presidente de la Xunta deberá cerrar. Con Sevilla como escenario y bajo el lema 'Lo haremos bien', la necesaria unión del partido y el relanzamiento del PP como alternativa de Gobierno son algunas de las claves que marcan este XX Congreso Nacional.
PP y el congreso de unidad
Feijóo fue señalado, casi desde el inicio de la crisis interna, como el único con capacidad para sacar al PP del atolladero y llega al congreso erigido en candidato único, con el respaldo de todo el partido, incluidos algunos de los que permanecieron con Casado hasta el final.
Con 36.781 votos, ha recibido un apoyo sin precedentes de las bases, aunque es la primera vez que se da voto directo a los afiliados cuando solo hay un candidato. En todo caso, en el PP son los compromisarios -en este caso 3.099 electos y otros 439 natos, por razón de su cargo- quienes eligen al líder. Ocurrirá el sábado 2 de abril.
Se pretende además hacer borrón y cuenta nueva. Feijóo ha reiterado que en el PP no sobra nadie y Esteban González Pons, organizador del cónclave, ha tomado como inspiración el que culminó la refundación de Alianza Popular como PP en 1990, por ser un partido que "se renueva por adición, no expulsa a nadie y cuenta con todos". El objetivo es que queden "muchas fotos" de "unidad y pluralidad" y hacer, si no una refundación, sí un reinicio.
La despedida de Casado
El viernes tomarán la palabra los expresidentes del Gobierno y del partido José María Aznar y Mariano Rajoy, pero es la despedida de Casado el discurso que más expectación despierta. Elegido en 2018 tras un proceso de primarias, pidió a los suyos marcharse como llegó, en un congreso.
Su equipo no hace adelantos de la que será su tercera despedida, tras la del Congreso de los Diputados y la de la Junta Directiva Nacional. No se sabe si será un adiós definitivo porque Casado, alejado de los medios, no ha revelado si mantendrá el escaño o si se desvinculará de la política. Como precedente, y después de que el partido le mostrara la salida por haber puesto en duda la ejemplaridad de Ayuso, Casado sostuvo ante los suyos que no se merecía la reacción recibida, en un discurso en el que también marcó distancias con Vox.
El mensaje de Ayuso
Clave será también la intervención de la presidenta de la Comunidad de Madrid, que compartirá mesa con los presidentes autonómicos de Andalucía, Castilla y León, Murcia y Ceuta el viernes, con Feijóo como moderador. En este tiempo, Ayuso, ha denunciado una persecución en su contra y ha pedido "prescindir" de quienes estén involucrados, al tiempo que ha rechazado pactos con el PSOE y ha defendido como una "declaración de intenciones" el lapsus en el que afirmó que gobierna en coalición con Vox, pese a que lo hace en solitario.
Todo ello cuando Feijóo, que la respalda, ha pedido calmar las aguas en su partido, y se ha desvinculado de la primera coalición de Gobierno entre PP y Vox, pactada en Castilla y León por Alfonso Fernández Mañueco. Por eso, no se puede descartar que también en Sevilla Ayuso marque perfil propio.
Las pistas sobre el futuro del PP
El cónclave debe despejar el camino del futuro PP. Por estatutos, Feijóo no está obligado a desvelar su equipo, pero sí debe figurar el nombre de quien esté llamado a ser el secretario general en la lista de sus 35 vocales al Consejo Ejecutivo Nacional. La dirección del PP podría salir de este órgano, que se reúne el domingo, aunque como precedente Casado tardó días en nombrar a su cúpula.
Feijóo, del que todos destacan su hermetismo, desplegará además un proyecto programático en el que ha trabajado en los últimos días, al igual que en la configuración de su equipo. Como pistas, Feijóo ha prometido actuar como un partido de estado, destacar la gestión, rebajar decibelios y rodearse de políticos con experiencia y "trienios", como la presidenta del XX Congreso, Teófila Martínez.
Entre las incógnitas a resolver figura su encaje como líder de la oposición, y si acudirá o no al Senado al no contar con escaño en el Congreso. A partir de abril empezará además el proceso para dejar la presidencia de la Xunta de Galicia.
Un proyecto que mira a la centroderecha
Insiste Feijóo en que su proyecto no se basa en pactos con terceros, pero la división del centroderecha permanece como uno de sus principales retos. Cuando Casado asumió el mando, Ciudadanos amenazaba con adelantarles y Vox estaba a punto de irrumpir en Andalucía; ahora, los naranjas están en vías de desaparecer, pero Vox cerca al PP.
Feijóo ha insistido en que el PP puede volver a tener mayorías como las de Aznar o Rajoy, 11 millones de votos, pero está por ver si lo logra. Por lo pronto, Vox ya ha logrado retrasar la investidura de Mañueco y, si no hay giros de guion, cuando se convierta en el líder de la primera coalición de Gobierno entre ambos partidos Feijóo ya estará al frente de los populares. También está en el aire el posible acercamiento al PSOE a través de pactos de Estado.
El XX Congreso Nacional dibujará además el primer cartel electoral con Feijóo como líder. Será el del presidente de Andalucía, Juanma Moreno, que aspirará a mantener su puesto en San Telmo en unos comicios que pueden ser en junio o en otoño Además, Feijóo debe convocar los congresos orgánicos pendientes y poner la maquinaria a funcionar para configurar las listas de las autonómicas y municipales de mayo de 2023, paso previo, salvo sobresaltos, a las elecciones generales de enero de 2024.