España

Las claves por resolver en el nuevo juicio del asesinato de la viuda de la CAM

Una huella sin identificar y el arma del crimen, que no ha sido encontrada, son las principales incógnitas del caso 'Sala'

¿Quién mató a la viuda del expresidente de la Caja de Ahorros del Mediterráneo? Según la primera sentencia fue una "persona desconocida" la encargada de asesinar en diciembre de 2016 a Mari Carmen Martínez, mujer de Vicente Sala. Seis años después se tendrá que repetir el juicio contra el principal acusado, Miguel López, que fue absuelto por el jurado popular. Aún no se ha encontrado el arma del crimen y tampoco hay pruebas de ADN que relacionen a su yerno con el homicidio.

El Tribunal Supremo decidió este martes anular la sentencia que absolvió a Miguel López del crimen de su suegra, en el denominado 'Caso Sala'. El juicio en la Audiencia de Alicante acabó con polémica y tampoco ha estado exenta de ella la resolución del Alto Tribunal.

El ponente de la resolución era Andrés Palomo pero firmó un voto particular ya que desestimaba el recurso presentado por el hijo de Mari Carmen Martínez. Ante esta situación, Manuel Marchena, el presidente del tribunal fue el ponente de la sentencia.

López fue declarado primero culpable por el jurado

La anulación del juicio se produce porque, según la sentencia de Marchena, la juez del caso devolvió la primera acta de culpabilidad que fue redactada por el jurado popular. "De un lado, la destrucción intencionada del acta que reflejaba el primer veredicto; de otra parte, la difundida opinión- sin que conste su realidad- de que el jurado cambió un veredicto inicial de culpabilidad por una segunda decisión de inocencia y que ese cambio obedeció a la interpretación que los miembros del Jurado hicieron de las indicaciones que formuló la Magistrada-Presidenta durante el desarrollo de la audiencia para justificar la devolución del acta", así lo explicaba Marchena.

Una destrucción del acta que no fue comunicada a la Fiscalía, a la acusación particular y tampoco a la defensa del acusado. "Sin embargo, la destrucción del acta, con la consiguiente imposibilidad de conocer cuáles eran los déficits de motivación o si estos se referían a un veredicto de condena que no había valorado suficientemente la prueba de descargo, arrojan una duda sobre el desenlace inicial del procedimiento".

Con esta decisión ahora toca reabrir un juicio que fue mediático y destapó los enfrentamientos que había dentro de la familia, entre las tres hijas y el hijo del matrimonio, por el control de las empresas, lo que generaba una cantidad sustanciosa de dinero. Un crimen que tuvo y tiene multitud de aristas y misterios que no fueron resueltos en un primer momento y ahora buscarán respuesta.

Una huella de un hombre sin identificar

El asesinato sucedió en el lavadero de coches 'Novocar' en el número 1 de la Plaza de la Luna en Alicante, que era propiedad de la familia. Media hora antes del homicidio, López entregó las llaves a su suegra, de 72 años, para que recogiera su coche, un todoterreno de la marca Porsche. Esta circunstancia ya hizo sospechar a una de sus hijas que manifestó en el juicio que siempre iban juntos a por el vehículo.

A las 19.05 horas Mari Carmen Martínez fue hallada por uno de los trabajadores del centro. Estaba sentada en su vehículo con dos disparos en la cabeza. Llevaba agonizando malherida entre 10 y 25 minutos. El asesino utilizó un silenciador y a día de hoy la pistola no ha sido hallada. En el momento de los disparos el centro estaba abierto con trabajadores y clientes.

Los agentes de la Policía Científica encontraron en el lugar una única huella que no correspondía a la fallecida. Estaba en la mano derecha de la viuda del presidente de la CAM. Era de un hombre no identificado en las bases policiales. Una prueba que se mantiene custodiada por si se avanza en algún momento con las pesquisas.

Este ADN no correspondía con el acusado ni con los otros 37 perfiles con los que se compararon. Eran las muestras recogidas a empleados, policías, sanitarios y clientes que estuvieron en el negocio el día del asesinato.

Una ejecución

Miguel López contaba con un arma pero sus balas no eran del mismo calibre que las utilizadas en el asesinato. Tampoco tenía restos de pólvora ni sangre. Además, una de las cámaras de tráfico le sitúan lejos del lugar del suceso a la hora a la que pudo ocurrir.

Los investigadores no pudieron constatar que López o algún familiar hubiera contratado a un sicario para cometer el asesinato. Fuentes policiales consultadas por Vozpópuli aseguran que este homicidio fue una "ejecución". Los certeros disparos y la falta de pruebas muestran que el autor fue un profesional que buscaba precisamente no dejar rastro.

Un rastro que seis años después no han podido seguir ni los investigadores ni los juzgados. Un caso que se volverá a reabrir y, a buen seguro, tendrá de nuevo la misma exposición y expectación mediática que la última vez. La cuestión es saber si ahora la justicia podrá responder a la principal pregunta que se plantea. ¿Quién mató a la viuda del expresidente de la CAM?

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