Delirio, euforia, hipertensión, hemorragias o pérdida de conciencia. Son algunos de los efectos de la cocaína africana, un peligroso alucinógeno que crea una profunda dependencia como su hermana mayor. La Guardia Civil ha conseguido incautar 92 kilos, en lo que ha sido el mayor alijo incautado de esta droga, según han informado a Vozpópuli fuentes del instituto armado.
Esta droga que se llama ‘khat’, proviene de la planta psicotrópica Catha Edulis. Es cultivada en su mayoría en África Oriental y la Península Arábiga. Si bien puede sintetizarse para su consumo, sus tallos pueden ser simplemente masticados obteniendo el mismo resultado, siempre y cuando estén frescos. "Solamente da positivo cuando está fresca, cuando viene seca no da positivo en los reactivos de droga", detallan fuentes de la investigación a Vozpópuli.
El 'khat' también es conocida como cocaína africana, hojas del paraíso, hojas de la muerte o té abisinio y es una potente droga adictiva cuyo abuso puede derivar en delirios, que pueden hacer perder la conciencia a sus usuarios que pagan cantidades astronómicas por vivir la experiencia. Además, tiene dos principios activos similares: la catina y la catinona. Esta segunda sustancia tiene un efecto similar al de la cocaína y está emparentada directamente con las anfetaminas.
Su consumo está masificado en países africanos como Somalia o Etiopía, pero es difícil ver esta sustancia fuera del continente. "No es la primera vez que la incautamos en España pero no es lo común", aseguran estas mismas fuentes.
Avisos desde el 2010
En Europa, ya se alertó sobre su creciente consumo en 2010, principalmente en el Reino Unido, donde la utilizaban sobre todo migrantes procedentes de Somalia y, en ocasiones, de Etiopía y de Eritrea.
Nunca se había 'pillado' tal cantidad de cocaína africana. Las primeras incautaciones de esta planta se produjeron en 2018. A principios de ese año un candiense fue detenido en el aeropuerto de Hondarribia (Gipuzkoa) con 30 kilogramos de khat, que transportaba desde Nairobi ( Kenia).
Varios meses después, en octubre, un irlandés fue arrestado por la Guardia Civil con 43 kilos de manojos de cocaína africana en el aeropuesto de Manises. Ninguna de estas intervenciones se puede comparar con la que ha realizado los agentes del instituto armado esta semana en Barajas.
Origen en Nairobi
Los agentes, junto a miembros de la Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, detuvieron a dos hombres al intentar introducir en territorio nacional 92 kilos de esta planta psicotrópica. Estas personas, de nacionalidades griega y alemana, habían conseguido la droga en Nairobi (Kenia) y desde allí habrían tomado rumbo a Madrid, tras hacer escala en Dubái.
Todo comenzó gracias a un aviso internacional de aduanas en el que se indicaba que los sospechosos podrían estar transportando ‘khat’ en sus maletas. A la llegada al aeropuerto de Barajas, se realizó el seguimiento y control de los bultos sospechosos, en los que se descubrieron productos vegetales, que se enviaron a analizar al Laboratorio Central de Aduanas de la Agencia Tributaria.
Tras el análisis se constató que se trataba de la droga denominada como ‘khat’, en estado fresco, y se procedió a la detención de las personas que la habían introducido en España.
Los detenidos, junto con la sustancia estupefaciente fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Plaza Castilla, en Madrid. Las fuentes consultadas apuntan que el consumo de estas plantas no están asentadas en España y también que la operación se ha realizado gracias a la presión realizada por los investigadores en las fronteras.
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