La polémica por el Policía infiltrado en los grupos antisistema salta al Ayuntamiento de Barcelona. Su alcaldesa, Ada Colau, ha urgido por carta al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, "explicaciones esclarecedoras y completas" sobre el caso.
La alcaldesa ha aseverado en la misiva, que ha enviado a través de su canal de Telegram, que las operaciones policiales con motivaciones políticas "criminalizan y estigmatizan a los movimientos sociales". En este caso, el agente se infiltró en grupos antisistema en Cataluña durante tres años, en los que llegó a mantener relaciones sexuales con algunas de las activistas. Una actuación, asegura Colau, que merece "no solo el más firme rechazo, sino que requieren de una respuesta rápida y contundente".
Las mujeres engañadas y utilizadas "merecen justicia y reparación"
La alcaldesa zanja su mensaje y escribe: "Las mujeres que presuntamente han sido engañadas y utilizadas con la finalidad del espionaje político merecen justicia y reparación".
Según publicó el lunes La Directa, el presunto policía del cuerpo de Barcelona "se ganó la confianza de la gente" del distrito de Sant Andreu, y consiguió el acceso a viviendas o centros sociales a raíz de relaciones sexoafectivas que estableció en entornos festivos y a través de aplicaciones de citas.
La primera edil de la capital catalana ha lamentado que este "no es un hecho novedoso" en la ciudad y ha trasladado el titular de Interior del Gobierno --literalmente-- su profunda preocupación ante unos hechos que ha considerado graves.
Ha considerado que "la persecución por motivos de opinión pública no puede tener cabida en ningún gobierno democrático que se precie" y además de urgir explicaciones, ha pedido la asunción y depuración de responsabilidades lo antes posible.
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