España

Dos comisarios de la Policía investigados justifican el operativo en la sede de la CUP

Han declarado haber actuado en base a la instrucción de la Fiscalía Superior de Cataluña y niegan coacciones al partido

Dos comisarios de la Policía Nacional investigados por presuntas coacciones por el operativo en la sede de la CUP el 20 de septiembre de 2017 han declarado este lunes que actuaron en base a la instrucción 2/2017 de la Fiscalía Superior de Cataluña para impedir los preparativos del 1-O y han negado haber coaccionado al partido, asegurando que en todo caso fueron los policías los coaccionados.

En declaraciones a los medios, el abogado de la CUP Benet Salellas ha explicado que los dos comisarios de la Brigada de Información de Barcelona y Madrid -desplazado esos días a Barcelona en vísperas del referéndum- han justificado que estuvieron entre las 14 y las 20 horas manteniendo "un dispositivo de control de la zona" porque querían registrar la sede del partido tras haber localizado material de propaganda y que estaban esperando la autorización judicial, que no llegó.

"No han sabido dar ninguna explicación"

Benet Salellas ha lamentado que los dos mandos "no han sabido dar ninguna explicación a cómo prefirieron sacrificar seis horas de libertad de movimiento en la sede de la CUP, de militantes, simpatizantes y ciudadanos" a la espera de esa orden judicial vehiculada a través de Fiscalía, que nunca llegó porque el juzgado de guardia, el Juzgado de Instrucción 13 de Barcelona, tenía ese día un volumen muy alto de trabajo ya que se estaban realizando registros en varias sedes de la Generalitat bajo su dirección.

En este sentido, el abogado ha insistido en que los investigados no han explicado en sus declaraciones "por qué optaron por esta solución drástica de generar una situación de alarma en materia de derechos y libertades como es la amenaza de entrada en la sede de un registro sin orden judicial", ya que durante esas horas hubo un amplio dispositivo policial ante la sede de la CUP, donde se concentraron un millar de personas para impedir que se entrara en la sede.

"A nadie se le escapa que el marco en el que nos encontrábamos esos días era un marco de asedio a derechos y libertades, y estos comisarios son algunos de los artífices", ha valorado Salellas, además de apuntar que la solicitud de una orden de entrada y registro es un trámite sencillo que no suele extenderse durante tantas horas como ocurrió aquel día.

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