'Como una ola, la luz llegó a mi vida'. Esto es, probablemente, lo que canten los técnicos de las plantas de energía undimotriz que hay en España, ya que aprovecha la fuerza del mar para generar electricidad de manera limpia. La central de Mutriku genera más de 900 MWh al año, una cifra modesta, aunque con mucha proyección de futuro, dado que España posee 8.000 kilómetros de litoral.
La de Mutriku fue la que inició el camino en España, ya que se inauguró en el año 2011. No es la única que existe en la península Ibérica, ya que Gibraltar posee una con capacidad para generar 5 MWh, un proyecto que financió la Unión Europea cuando el Reino Unido todavía formaba parte de ella.
España no tiene más que la planta de Mutriku, pero esto cambiará a lo largo de esta década. Eco Wave Power, la empresa sueco-israelí que se ha hecho cargo del proyecto de Gibraltar, también es quien se está encargando de instalar una planta de energía undimotriz en Port Adriano, al oeste de Mallorca. Esta planta generará 2 MWh de potencia y funcionando a pleno pulmón, podrá dar energía a 400 hogares.
No es el único proyecto que ya está en marcha en España: Valencia tendrá en la zona norte de su puerto con un sistema de generación de energía undimotriz. La iniciativa, denominada Wave Energy Converter (WEC) estará financiada al 50% por la Unión Europea, mientras que la otra mitad la pondrá el ayuntamiento de la ciudad. Comenzará su actividad en 2023, generará 1,3 MWh anuales y según sus responsables, permitirá ahorrar 16 toneladas de CO2 al año. Además, existe otro proyecto de Eco Wave Power, aún en fase de desarrollo, para Portugal.
El coste será de medio millón de euros gracias a que no necesitará la creación de un espigón 'ad-hoc': utilizará el 'martillo de la Marina' como base de operaciones, de forma que será posible ahorrar muchos costes. Por ponerlo en contexto, la planta de Mutriku costó 6,7 millones hace once años, según las cifras ofrecidas por el Ente Vasco de la Energía, siendo lo más caro el dique (4,4 millones).
Evidentemente son proyectos modestos y que no permitirían nutrir energía a todo el país, pero la apuesta es firme como complemento a los otros proyectos de energía renovable.
¿Cómo funciona una planta de energía undimotriz?
Las plantas de energía undimotriz utilizan las olas del mar para generar electricidad. No hay que confundirlo con las plantas maremotrices, que utiliza las mareas y por tanto, su funcionamiento no es sostenido. Esta tecnología permite producir energía si hay olas de al menos 0,5 metros, lo cual ocurre durante la inmensa mayoría del año.
Esa fuerza del agua es recibida por unas boyas situadas en el mar, que se encargan de transmitir la fuerza a unas turbinas. Mediante el uso de unas cámaras de aire, el agua que entra asciende y genera un efecto de compresión del aire que hay dentro. Ese aire se expulsa hacia arriba y golpea la turbina, cuya fuerza permite crear electricidad.
Una de las grandes ventajas de este sistema es que aunque no tenga tanta capacidad como otras tecnologías, se puede implantar en muchos lugares del planeta. Al fin y al cabo, el 70% de la Tierra es agua, por lo que se podrían ubicar en muchos sitios.
España posee su propia patente
Arrecife Energy Systems, una empresa del País Vasco, ha querido crear un sistema que funcione como un arrecife de coral a la hora de recibir la fuerza del agua que permita alimentar de aire las turbinas. Este sistema busca romper las olas, ya que es en ese instante cuando tienen más fuerza.
Esta empresa, creada por un padre y un hijo, Íñigo y José Javier Doria, ha estudiado el comportamiento de los arrecifes para crear su propia patente. Estos extraen calor y energía de las olas cuando rompen, lo que les permite no solo sobrevivir, sino también crecer. Con esta idea, se pusieron a trabajar. De hecho, estos investigadores vascos tienen inversores desde hace tiempo para desarrollar su investigación.
Ambos científicos tiene el desafío de crear un sistema que resista las embestidas y la corrosión del mar, además de ser eficiente a la hora de crear energía. Es por eso que la fórmula que han estudiado tiene la capacidad de generar más kilovatios de energía si las olas tienen un mayor tamaño. La energía se almacena en baterías y esta se transporta a la red terrestre a través de un cable submarino.
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