La presencia de la comunidad judía en Canarias ha comenzado a dar los primeros pasos para recuperar el protagonismo formal que en su día tuvo con la apertura de un centro Chabad en Puerto de la Cruz, Tenerife, y una sinagoga en Vecindario, Gran Canaria. Buena parte de estos centros atienden a turistas de larga estancia que deciden optar por cumplir sus preceptos religiosos en las islas cuando pasan sus vacaciones.
La presencia, legalmente documentada, de judíos en Canarias data de 1505 cuando un vecino de Fuerteventura, Juan Crespo, fue denunciado junto con otros cuatro conversos, mercaderes y vecinos de Sevilla residentes en esa isla. Los que organizaron Gran Canaria y Tenerife tras la Conquista fueron cargos públicos llegados desde la Península desde 1492 y fue a partir de 1499 cuando se prohibió el retorno a la Península bajo la amenaza de pena de muerte. 532 años después el rabino Noam Rosen, quien junto con su esposa han creado un centro Chabad en Canarias rompiendo la soledad de Doron Peretz, un expatriado israelí que vive en Tenerife con su familia desde hace algunos años.
El profesor Luis Alberto Anaya señala que "no conocemos la existencia de judíos, a pesar de que la conquista de la primera isla, Lanzarote, se sfectuó en 1402, por lo cual teóricamente hasta 90 años más tarde podrían haber residido en las islas. De lo que sí tenemos constancia, es de la existencia de criptojudíos entre los conversos; presumiblemente debieron de existir desde fechas tempranas al igual que en el resto de Castilla, pero en las islas las primeras denuncias contra éstos ante la justicia episcopal datan de la última década del siglo XV".
La travesía que ha iniciado Rosen en Canarias no es casual. Se encuentra entre los más de 120 rabinos jóvenes que asisten a la Conferencia Internacional de Emisarios de Jabad-Lubavitch (Kinus Hashluchim) como parte de una cohorte internacional de 120 parejas que están estableciendo nuevos centros de Chabad o Jabad. Al principio creían que eran los únicos practicantes judíos de Tenerife pero poco a poco se han ido estableciendo contactos y reforzando la agenda. A juicio de Rosen, que ha contado con el respaldo de David Liebersohn, director de Jabad-Lubavitch de Barcelona, Chabad tiene una reputación: reúne a todo tipo de judíos, religiosos o no. La gente quiere conectarse.
El centro Chabad de Tenerife ofrece fortalecer la tradición judía a través de rituales significativos, dar a conocer la Torá y las enseñanzas judías a jóvenes. Los orígenes de la actual organización Jabad-Lubavitch se remontan a principios de la década de 1940, cuando el sexto Rebe de Lubavitch, el rabino Yosef Yitzchak Schneersohn (1880-1950), nombró a su yerno y posterior sucesor, el rabino Menachem Mendel, para dirigir los recién fundados brazos educativos y de servicio social del movimiento. Rose desde Tenerife representa a una de las 4.000 familias de emisarios a tiempo completo que aplican principios y una filosofía de 250 años de antigüedad para dirigir más de 3.500 instituciones (y una fuerza laboral que se cuenta por decenas de miles) dedicadas al bienestar del pueblo judío en todo el mundo.
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