Comunidad Valenciana

Los 1.000 millones de inversión privada para ampliar el Puerto de Valencia, a la espera del 28-M

El Consejo de Ministros sigue sin abordar este proyecto y no está previsto que lo haga hasta después de la cita electoral. TiL ha mantenido contactos con el Gobierno y la posibilidad de renunciar está sobre la mesa

El bloqueo a la ampliación norte del Puerto de Valencia continúa y la posibilidad de que la empresa Terminal International Limited (TIL), filial de MSC, se replantee la inversión de los 1.021 millones de euros sigue sobre la mesa. Fuentes de la compañía han señalado a Vozpópuli que en estos momentos desean mantener un "perfil bajo". La cercanía de la cita electoral del 28-M contamina todo el debate suscitado alrededor del proyecto y hasta que no pase esa fecha no habrá novedades.

La ampliación del Puerto va a entrar con fuerza en la campaña electoral. El PP ya ha advertido que es una actuación necesaria para garantizar la competitividad del Puerto y su capacidad como generador de empleo en la Comunidad Valenciana, así como su impacto en el PIB regional.

Enfrente se sitúan Podemos y Compromís que no quieren que se haga esa ampliación por su incidencia en las playas del sur de la ciudad y la pérdida de arena por el cambio de las corrientes. Solicitan una nueva Declaración de Impacto Ambiental (DIA) más allá de la que se realizó en 2007 porque creen que las condiciones del proyecto desde esa fecha han cambiado.

Y en tierra de nadie se coloca el PSOE valenciano. Los representantes de esta formación en el Consejo de la Autoridad Portuaria de Valencia dieron luz verde a la ampliación pero no quieren enfrentarse ahora a quienes tienen que ser sus socios en las instituciones.

El Gobierno no quiere una nueva DIA

Ese es el motivo por el que el Consejo de Ministros ha ido dejando pasar el tiempo y así se hará, salvo sorpresa mayúscula, hasta que pasen las elecciones. La posición del Gobierno de España ha sido clara al respecto de la defensa de este proyecto y de que no es necesario abordar una nueva DIA. Lo han hecho hasta por escrito en una respuesta parlamentaria al senador de Compromís, Carles Mulet.

Puertos del Estado y la Autoridad Portuaria de Valencia coinciden en que todo está correcto para poder avanzar en este proyecto que debía arrancar este año con la adjudicación de las obras. La construcción del muelle está prevista en unos 58 meses desde el inicio de las obras (aunque la intención es poder acortarlas medio año).

El acuerdo de diciembre pasado del Consejo de Administración de la APV supondrá una inversión pública de 542 millones de euros, a los que hay que añadir los citados 1.021 millones que aportará la empresa Terminal Investment Limited (TIL) que será la encargada de la construcción y explotación, en régimen de concesión administrativa, de la nueva terminal de contenedores.

Reuniones de MSC y el Gobierno

Pero el bloqueo persiste y MSC no ha estado quieta en las últimas semanas. De hecho, miembros de la dirección han mantenido una reunión con el secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, David Lucas, para 'explorar' dónde se encuentra el problema de este proyecto que lleva años de retraso.

Fruto de esa reunión y de otros contactos con instituciones valencianas se ha decidido esperar hasta que pase el 28-M para tomar una posición más contundente al respecto. Ya en octubre de 2019 el presidente de MSC en España, Francisco Lorente, advirtió que un bloqueo indefinido podría hacer "zozobrar" la inversión prevista.

Desplazar la flota no es problema

Usando símiles náuticos, las fuentes consultadas por este medio tanto en la compañía como en el Puerto de Valencia advierten que la inversión prevista no es difícil de desmontar porque "los barcos tienen hélices". Esto es, que llegado el caso de mirar hacia otros puertos como Tánger, Calabria, Málaga o Barcelona que amenazan la posición privilegiada del Puerto de Valencia no habría problema en desplazar la flota hacia esos recintos.

Esto es lo último que quiere la compañía, ya que tiene una voluntad firme de arraigar en Valencia. Para ello necesita disponer en el plazo más breve posible de los 2.000 metros de muelle y la terminal ferroviaria dotada de 6 vías de 1.000 metros de longitud, con capacidad para mover 305.000 TEUs/año por ferrocarril. Y es que todo ello redundaría en una mejora exponencial de la operatividad de la empresa en el Puerto de Valencia que ahora no es la adecuada.

Calabuig puede hacer de 'freno'

Hay otro factor que añade incertidumbre a la empresa y no es otro que el relevo al frente de la Autoridad Portuaria de Valencia. Aurelio Martínez –que había tenido una fuerte posición de defensa de la ampliación– ha sido sustituido por Joan Calabuig (el nombramiento se hará efectivo en las próximas fechas). Calabuig, socialista como su predecesor, tiene una relación más fluida con el actual alcalde, Joan Ribó, y es posible que haga de 'freno' en este proyecto hasta que no haya consenso con los representantes de la ciudad.

Y ayer quiénes serán esos representantes es algo que se sabrá hasta mediados del mes de junio cuando quede constituido el nuevo hemiciclo emanado de los resultados de las elecciones municipales que se celebrarán el domingo 28 de mayo. Hasta entonces, seguirá la tensa espera.

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