La consejería del Interior del Gobierno de Aragón, que dirige Roberto Bermúdez de Castro, es la administración autonómica que dirige un mayor contingente de efectivos desplazados a Valencia para ayudar en las tareas de reconstrucción de la DANA de Valencia.
El servicio de Emergencias aragonés ha mandado un total de 280 hombres y mujeres, trabajando desde el inicio de la catástrofe, para realizar tareas principalmente de achique de agua, asistencia sanitaria y psicológica a los afectados durante los primeros días, quitar lodo y repartir alimentos.
Cada día un grupo de estos efectivos se desplaza desde Catarroja, la zona tres que tienen asignada sobre el terreno, hasta la Venta del Aire, en Teruel, donde el Gobierno de Aragón tiene un punto logístico con maquinaria y en el que se cocina diariamente comida caliente para repartir en Valencia. Más de 300 kilómetros diarios para abastecerse en una provincia en la que aún siguen con restricciones.
El gran esfuerzo que han tenido que realizar los servicios de emergencia aragoneses ha coincidido en el tiempo con otra tragedia en su región, en la localidad de Villafranca de Ebro, que dejó diez muertos en el incendio una residencia de ancianos. Por ahora los responsables de Emergencias 112 de Aragón no saben hasta cuando dispondrán de tal despliegue sin precedentes en Valencia.
Puesto de Mando Avanzado propio
El gran despliegue de Aragón, que ha montado su propio Puesto de Mando Avanzado con médicos, bomberos, policías locales de distintas ciudades, Protección Civil y forestales del INFOAR, les permite trabajar de manera autónoma, facilitando así descargar presión a sus compañeros locales. Así lo explica, en declaraciones con Vozpópuli sobre el terreno, Jorge Crespo, uno de los responsables del operativo.
Además, en los primeros días, desplegaron un puesto de comunicaciones para garantizar las conversaciones entre ellos cuando las líneas estaban caídas. Un camión trasladado desde Zaragoza que les permitía poder comunicarse para atender a las necesidades que se requerían.
La intendencia
La mayoría de los funcionarios desplazados hasta Valencia comen en una carpa que se ha montado en el mismo Puesto de Mando y se alojan en dos hoteles que se bloquearon completamente para su estancia. Tras la catástrofe, sin plazas hoteleras disponibles, encontrar hueco fue una auténtica odisea, explican a este periódico.
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