El BBVA está haciendo acercamientos hacia las autoridades y la patronal de la Comunidad Valenciana para expresar su compromiso con la región si prospera su OPA al Banco Sabadell. La opinión ante esta fusión, tanto del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, como de la cúpula empresarial es contraria a esa concentración bancaria, aunque el BBVA trata de ofrecer garantías a futuro.
El presidente del BBVA, Carlos Torres, ya expresó a Mazón el pasado mes de julio, en un encuentro fuera de la agenda oficial, que si prospera la Oferta Pública de Adquisición sobre el Sabadell incrementarán el compromiso del banco con la Comunidad Valenciana y minimizarán los efectos de la fusión en el empleo.
Financiar proyectos
Es cierto Mazón ha mantenido su rechazo a esa OPA hostil porque entiende que "la concentración bancaria no ayudaría a nadie", aunque el BBVA se ha comprometido a colaborar en la financiación de diversos proyectos del Gobierno autonómico y las relaciones son cordiales.
El principal objetivo de Torres era que Mazón les otorgara el beneficio de la duda con la operación que ha puesto en marcha y que está pendiente de la valoración de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
La operación está aún en una fase embrionaria y las resoluciones de estos organismos oficiales no se esperan hasta el primer semestre del próximo año, lo que daría paso a la decisión final de los accionistas del Sabadell.
La ronda de Torres continuo el mismo día que la visita a Mazón, con el encuentro con el presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, José Vicente Morata, donde realizó la misma 'oferta' de atención al tejido empresarial valenciano por parte del BBVA.
El centro de datos
Y ese recorrido lo finalizó, de momento, la semana pasada con la visita a la directiva de la Confederación Empresarial Valenciana con su presidente, Salvador Navarro, a la cabeza.
En este último encuentro, el análisis de la OPA fue más detallado por parte de Torres quien se comprometió a que el centro de datos que se encuentra en Alicante, donde trabajan 500 personas, sería mantenido en caso que llegara a buen puerto la absorción del Sabadell.
La sede social, en ningún caso seguirá en Alicante, pero el hecho de poder mantener el empleo en la medida de lo posible es una cuestión básica tanto para la patronal como para el presidente valenciano.
El propio Salvador Navarro expresó al término del encuentro que el Sabadell ya tiene esa cercanía con la sociedad valenciana y el tejido empresarial y el BBVA "tendría que demostrarlo", pero es cierto que la oposición frontal de los primeros meses se ha convertido en una negativa condicionada por parte del empresariado valenciano.
También el presidente del Sabadell, Josep Oliu, ha movido ficha en este tiempo desde que se anunció la OPA y en su visita a Carlos Mazón en el pasado mes de junio trató de ganarse el favor del presidente para que defienda la independencia del Sabadell en el plano político, aunque la última palabra siempre es de los accionistas del banco.
211 oficinas
El BBVA trata pues de reforzar su peso institutional, crediticio y territorial en la Comunidad Valenciana con esta ronda de conversaciones de Torres que, según aseguran fuentes financieras a Vozpópuli, se siguen produciendo con otros directivos de la entidad.
El Sabadell, por su parte, exhibe su implicación social en la región durante los últimos años y especialmente desde que absorbió la Caja de Ahorros del Mediterráneo y confía en que la operación descarrile como han expresado en público durante la última semana.
El camino de la OPA aún es muy largo y hasta la fecha con lo que cuenta es con el visto bueno del Banco Central Europeo que era esperado porque los supervisores bancarios se centran exclusivamente en garantizar que las entidades resultantes sean sólidas y no supongan un riesgo para la estabilidad financiera.
Hay que recordar que el Sabadell mantiene unos 1.200 empleados en Alicante y su provincia (algo más del 10% del total del banco). En la ciudad, prestan sus servicios más de 500 de esos empleados, embarcados en diferentes tareas en los dos edificios corporativos que en su día lo fueron de la CAM.
Y lo que más preocupa al Gobierno autonómico y a la patronal, pese a las garantías verbales de Torres, es que el Banco Sabadell tiene 211 oficinas en la Comunidad Valenciana -132 Alicante, 61 en Valencia y 17 en Castellón-. Mientras que su potencial comprador tiene en la actualidad otras 200 –100 en Valencia, 79 en Alicante y 21 en Castellón–. Por ello, es probable que también se perdiera un número sustancial de oficinas y un reajuste de los puestos de trabajo.
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