El PSPV vive horas difíciles por la caída de José Luis Abalos y no son pocos los que recuerdan que a Ximo Puig no le trataron igual por las ayudas a su hermano. La exigencia de la ejecutiva federal al exministro y exsecretario general del PSOE de que abandonara su escaño en 24 horas no guarda paralelismo con otras actuaciones del partido y eso ha generado enormes tensiones.
Por encima de la zozobra interna, los afines valencianos al exministro han cerrado filas en torno a la decisión del también ex secretario de Organización del PSOE de retener el acta de diputado y defender "su honorabilidad" desde el grupo mixto. Miembros del PSPV como Mercedes Caballero, Aaron Cano y Toni Martínez, este último alcalde de Almusafes, se cuentan entre los que han defendido desde el minuto uno la honorabilidad de Ábalos y así lo han expresado en varios mensajes en las redes sociales. A ellos, entre otros, se ha referido en su comparecencia el exministro cuando ha hablado de que su decisión de permanecer como diputado parte de lo que le han aconsejado sus "amigos y amigas".
Pero en la federación socialista valenciana la tensión por este episodio se corta con cuchillo. Hay quienes ayer recordaban a Vozpópuli que Ximo Puig (uno de los primeros en pedir que Ábalos dejara su escaño) "no sufrió presión alguna" de la ejecutiva federal del PSOE y tampoco de la nacional del PSPV cuando las ayudas a su hermano Francis se pusieron bajo sospecha.
67.000 euros
La Intervención General de la Generalitat cifró en más de 67.000 euros las ayudas irregulares del Gobierno valenciano al hermano del entonces presidente del total de 625.000 que obtuvo para la promoción del valenciano en los medios de comunicación.
Justificaciones indebidas, facturas irregulares y duplicidades aparecieron en este caso de favoritismo familiar del presidente valenciano que no tuvo consecuencias porque nadie del PSPV le pidió el escaño y "cerramos filas", aseguran las mismas fuentes.
Es por ello que algunos no acaban de entender que sea la ejecutiva federal la que haya ordenado a Ábalos que deje el escaño en 24 horas pese a que en la querella de la Fiscalía por el caso Koldo no figura como uno de los integrantes de la trama del cobro de mordidas en la compra de mascarillas.
Pulsos del pasado
José Luis Abalos tenía enemigos dentro del PSPV, como es lógico en alguien de tan dilatada trayectoria en el partido, y muchos de ellos estaban en el entorno del propio Ximo Puig. Le atribuyen operaciones como la de postular a Rafa García, alcalde de Burjassot, para disputarle a Puig el liderazgo del partido en unas primarias que ganó el entonces presidente autonómico por 56% a 42% del total de los votos emitidos.
Ese sufrimiento que provocó entre los partidarios de Puig hizo que ayer nadie de ese grupo sacara la cara por Ábalos. Puig sí aseguró que le parece que el exministro es "una persona honesta" pero que tenía que asumir una responsabilidad política en lo sucedido.
Mientras, el secretario de Organización, José Muñoz, explicaba que Ábalos debe cumplir con la decisión "dolorosa y firme" de la ejecutiva federal y dejar su acta en el Congreso.
El silencio de Morant
La que no se ha pronunciado desde que saltó el caso es la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant. Es la que más se juega como secretaria general del PSPV ante el congreso extraordinario del próximo 24 de marzo en Benicasim.
Morant está tratando de recomponer puentes internos y ha optado por el silencio y centrarse en las ayudas del Gobierno a los afectados por el dramático incendio de Campanar.
Cualquier manifestación suya podría ser mal interpretada por alguno de los principales dirigentes del PSPV como es el caso del secretario general provincial de Alicante, Alejandro Soler.
El aval de Ábalos a Soler
Hay que recordar que en su intento por convertirse en secretario general del PSPV (que abortó Ferraz por decisión de Pedro Sánchez) estuvo avalado por José Luis Abalos y sus seguidores tanto en la provincia de Valencia como en la de Castellón.
Dado que Morant tiene que convivir con Soler y con el secretario general provincial de Valencia, Carlos Fernández Bielsa, ha optado por la prudencia en un caso que levanta algunas ampollas en la federación socialista valenciana.
Y es que Soler será el presidente del PSPV y Bielsa el vicesecretario general después del congreso extraordinario de marzo. Y ambos seguirán como secretarios generales provinciales por lo que la ministra no quiere provocar rencillas que retrasen el cierre de las heridas que ha provocado el 'dedazo' de Ferraz imponiendo a Morant como sucesora de Puig.
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