Las listas municipales presentadas por los partidos para la cita electoral del 28-M apuntan a que Carlos Mazón y Ximo Puig partirán con ventaja respecto a sus rivales a la hora de arrastrar el voto de ámbito local hacia las Cortes. Tanto el PP como el PSOE doblan a sus adversarios (aunque potenciales socios) en número de candidaturas, aunque ello no sea siempre sinónimo de éxito.
A diferencia de lo que ocurrió hace cuatro años cuando las elecciones municipales coincidieron con las europeas, el próximo 28 de mayo las urnas locales estarán junto a las autonómicas. Es por ello que la incidencia de los votos emitidos en favor de los alcaldes tendrán mucha más importancia en la lista a las Cortes porque muchos ciudadanos suelen llevar la papeleta del mismo partido para las dos urnas.
El PP hace 'pleno'
El PP ha presentado, como en 2019, lista en todos los municipios de la Comunidad Valenciana (542), por lo que los ciudadanos podrán elegir esta opción en cualquier punto del territorio. La marca pasó por un momento muy difícil en 2015, debilidad que en 2019, con Isabel Bonig al frente, se confirmó. En esta campaña los parámetros parecen haber cambiado y es la fuerza favorita en las encuestas para ser la más votada.
Carlos Mazón quiere aprovechar el mayor tirón que se percibe en el ámbito local para nutrir de votos su candidatura a la Presidencia de la Generalitat. Para ello tendrá que luchar contra el poder –muy superior por cantidad a día de hoy– del PSOE en los municipios de las tres provincias y también contra la tercera fuerza que ocupa Compromís y que cuenta con varias decenas de alcaldes, más de 70, entre sus filas.
El PSOE rebaja el perfil nacional
El PSOE, por su parte, pasa de 522 listas municipales hace cuatro años a las 527 con las que compite el 28-M. Esta es una muestra de que Ximo Puig ha rebajado el perfil nacional de las elecciones y se ha ceñido al ámbito más cercano a los ciudadanos. La gestión de la pandemia sanitaria (y la económica posterior), en esta legislatura tan atípica que ya acaba, favorecerá a los alcaldes que dieron buen servicio a sus vecinos. Puig quiere hacer bandera de ello.
Reclutar miles de votos del efecto tractor de los alcaldes socialistas juega a favor del candidato a repetir por tercer mandato al frente de la Generalitat. Para ello, deberá contar con el apoyo fundamental de la coalición nacionalista, Compromís, que tiene en la implantación territorial otro de sus puntos fuertes.
Compromís mantiene su implantación
La caída traumática de Mónica Oltra hacía presagiar un cierto desmoronamiento de Compromís a nivel autonómico y también a nivel local. Los números indican que Joan Baldoví podrá aprovechar esa fuerza local de su formación que ha conseguido presentar 265 listas en solitario. A ellas hay que añadir otras 10 en las que Esquerra Unida es la cabeza de cartel pero van en coalición, y otra quincena de alianzas locales con Podemos.
En 2019 Compromís presentó 283 listas y ahora mantienen esas cifras. El 90% de la población valenciana tendrá a su disposición listas de la coalición nacionalista que acentúa, aún más que los socialistas, el perfil local en su campaña. La fidelidad dual de los votantes de Compromís en el ámbito local y el autonómico es bastante elevada si atendemos a las cifras de anteriores comicios.
Vox dobla su apuesta
Vox, que puede ser juez de las elecciones por el bloque de la derecha, va a experimentar un considerable crecimiento respecto a hace cuatro años y presentará un total de 191 listas locales (105 en Valencia, 63 en Alicante y 23 en Castellón), que abarcan también a algo más del 90% de la población de la Comunidad Valenciana y que suponen casi doblar las presentadas en las últimas elecciones municipales.
La incógnita en el caso del proyecto autonómico que encabeza Carlos Flores es saber cómo funcionará ese voto municipal y autonómico de manera conjunta. Hasta ahora Vox ha funcionado mejor cuando a las elecciones autonómicas le acompañaban las elecciones generales, como sucedió en 2019. Esta será la primera vez en la que esta formación se enfrentará a una campaña más pegada al territorio que a los grandes temas de debate nacional.
Podemos y EU salvan los muebles
Los que aguantan, aunque algo más retsrasados en cuanto a número de listas presentadas son Podemos y Esquerra Unida. La formación morada que tiene a Héctor Illueca en el ámbito autonómico intentará beneficiarse de las 112 listas municipales que presenta.
Un total de 70 son listas conjuntas con Esquerra Unida (en las principales ciudades), 15 en coaliciones con Compromís, 12 con otras formaciones locales y 15 con Podemos en solitario. Esquerra Unida suma a las 70 alianzas con Podemos, un total de 42 con Esquerra Unida en solitario y 14 con Compromís y otros partidos de ámbito local, para un total de 126.
CS pierde más de la mitad
Y, como era de esperar, la formación con representación en las Cortes Valencianas que sale peor parada a la hora de configurar listas municipales es Ciudadanos. La formación naranja, que tiene a Mamen Peris como la única mujer candidata entre los grandes partidos, se ve arrastrada por la 'depresión' que sufre desde hace muchos meses y su ámbito de influencia municipal se reduce a las ciudades de 20.000 ó más habitantes.
En concreto, Ciudadanos presenta un total de 80 listas frente a las 174 de hace cuatro años, lo que hace difícil que la influencia municipal en el voto autonómico sea elevada. Como suele suceder con partidos de rápido crecimiento, su paulatino descenso se nota antes en los municipios de pequeño y mediano tamaño y Ciudadanos no es una excepción. Tratará de aguantar en las grandes ciudades, aunque ninguna encuesta le da ya más del 3%.
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