El Ayuntamiento de Valencia que lidera María José Catalá ya ha concedido la licencia de obras al Valencia CF para que reanude las obras del nuevo estadio que lleva paralizado 15 años.
La decisión de dar la licencia, que es un acto reglado que necesita el visto bueno de los técnicos, no ha contado, sin embargo, con el visto bueno del socio de Gobierno, Vox.
Las obras deben reanudarse en un plazo máximo de 6 meses y en caso contrario el club, cuyo máximo accionista es Peter Lim, deberá aportar una garantía financiera con el 100 % del coste total de construcción que quede por realizar en un plazo de 15 días.
Penalizaciones
En la concesión de la licencia de obras se establecen una serie de penalizaciones ante un incumplimiento de los plazos, ya sea en el arranque de las obras o en los plazos de ejecución una vez comenzadas.
Esas sanciones van desde la caducidad y la extinción de la licencia, hasta la derogación del plan urbanístico de 2015 que contempla unas plusvalías urbanísticas para el club tanto en la parcela del actual Mestalla como en la del nuevo estadio.
El plazo máximo establecido para finalizar las obras será de 30 meses y la capacidad del estadio será de 70.000 espectadores.
Alegría en el Valencia CF
La concesión de la licencia ha sido bien recibida por el club valencianista que considera que "esta decisión supone el primer hito necesario para que se retomen los trabajos de construcción del futuro estadio valencianista".
El comunicado del club valencianista también asegura que "el Valencia CF está convencido de que el Nou Mestalla se convertirá en un símbolo de orgullo y modernidad para la ciudad, un referente en lo deportivo, y un espacio que sea un ejemplo del espíritu valencianista".
En el caso de que se cumplan los hitos constructivos, el estadio permitiría a Valencia ser una de las sedes del Mundial de fútbol de 2030.
Enfado en Vox
El que no ha acogido de buen grado esta concesión de la licencia ha sido el socio de Gobierno municipal, Vox. Su portavoz, Juanma Badenas, ha realizado un comunicado a través de sus redes sociales en las que explica tres puntos al respecto de esta decisión.
El primero es que "ha sido una decisión unilateral del Partido Popular que no ha sido consultada con nosotros".
En segundo lugar, advierte que "esta decisión se ha tomado cuando llevábamos varias semanas, casi mes y medio, tratando de resolver la cuestión de presentar una moción conjunta por parte de los dos socios de gobierno, que no diera derechos urbanísticos al Valencia CF el día 3 de agosto".
Y como consecuencia de ello afirma que "el Partido Popular ha roto con esta posición, concediendo una licencia con derechos urbanísticos a Peter Lim. Nosotros no podemos estar a favor de ello".
Esta situación hace que la concesión de la licencia pueda suponer que las fichas urbanísticas que han de pasar por el pleno no tengan el apoyo más que del grupo popular y que no salgan adelante antes del 3 de agosto, fecha en la que Peter Lim podría recuperar esos derechos urbanísticos (aunque hay opiniones contrarias a esa tesis).
