La guerra dialéctica entre PP y PSOE en la Comunidad Valenciana con el cupo catalán de fondo sube de intensidad. Los populares presentaban ayer una iniciativa en el pleno del Ayuntamiento de Valencia en la que pedían una mejora de la financiación de las Administraciones locales que consideran que será imposible si antes se firma un acuerdo con Cataluña para que tenga un modelo singular de ingresos y fiscalidad.
Y es que la estimación es que si se firma el cupo catalán, los Ayuntamientos perderán unos 23.000 millones de euros de recursos del Estado (un 10% menos que lo que perciben en la actualidad).
40 millones de merma
En el caso de la ciudad de Valencia supondría perder una partida de 40 millones de euros de ingresos respecto a lo que actualmente recibe del Estado, según han asegurado diversas fuentes del Gobierno municipal consultadas por Vozpópuli.
El encargado de defender la moción, el portavoz local del PP, Juan Carlos Caballero, acusaba a Pedro Sánchez de "querer perpetrar un golpe de Estado fiscal que los valencianos no vamos a consentir porque están en juego la prestación de los servicios públicos de los Ayuntamientos".
Y es que ya son numerosas las competencias impropias que los ayuntamientos han de prestar sin tener una consignación presupuestaria específica para ello.
Caballero retaba a la oposición municipal (Compromís y PSPV) a quienes les instaba a posicionarse "de qué lado están" porque recordaba que "los Ayuntamientos son los últimos en el proceso de distribución de los recursos del Estado y si se materializa el cupo catalán esa situación pasará a ser de desfavorable a catastrófica".
Una 'traición'
Las manifestaciones del portavoz local también han sido expresadas en los últimos días por el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón; por la propia alcaldesa de la ciudad, María José Catalá y por la consellera de Hacienda y portavoz del Gobierno valenciano, Ruth Merino.
El PP valenciano entiende que los socialistas ya han traicionado a los valencianos al no reclamar el fondo de nivelación que necesita la Comunidad Valenciana mientras se reforma el sistema de financiación autonómica.
Consideran a los dirigentes del PSPV "cómplices del desprecio" del Gobierno hacia Valencia y la Comunidad Valenciana y les señalan como colaboradores con el independentismo catalán a la hora de "comprar votos a cambio de recursos".
Una 'oportunidad'
En la otra acera política, el PSOE valenciano también ha cerrado filas en su discurso de defensa del cupo catalán. La secretaria general, Diana Morant; la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé; y el portavoz en las Cortes, José Muñoz (de visita el lunes en Barcelona al grupo parlamentario del PSC) consideran la negociación con ERC como "una oportunidad para el resto de Comunidades Autónomas".
El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Valencia, Borja Sanjuán, insistió ayer en este argumento y acusa a los populares de estar "acomplejados con Cataluña" y "vivir del anticatalanismo".
Sanjuán defiende que el cupo catalán puede ser "una oportunidad porque tenemos un problema de suficiencia de recursos y arreglar el problema de unos no supone no arreglar el problema de otros. Es bueno romper el 'status quo' de algo que no funciona. Es una buena ocasión para los valencianos".
La Conferencia de Presidentes
Este enconamiento de las posturas se agudiza en las semanas previas a la celebración de la Conferencia de Presidentes en Cantabria que tendrá lugar en diciembre. Allí el presidente autonómico valenciano defenderá que es necesario que la reforma del sistema de financiación se negocie entre todos en el Consejo de Política Fiscal y Financiera y no de manera bilateral con Cataluña.
El PSOE valenciano, mientras, deposita su 'voto' en Pedro Sánchez en esa conferencia y blinda los acuerdos en Cataluña convencidos de que servirán para inyectar más recursos luego en el conjunto del sistema de financiación autonómica.
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