La estrategia electoral de Compromís ya está diseñada con claridad y pretende aglutinar todo el voto útil posible a la izquierda del PSOE valenciano. Mantener un nivel de apoyo suficiente que permita reeditar un Gobierno valenciano junto a los socialistas que encabeza Ximo Puig es el gran objetivo que ahora mismo está en riesgo por la subida del PP a costa de la sangría sufrida por Ciudadanos.
Si la previsión no falla, las elecciones autonómicas se celebrarán el mismo día que las municipales: el domingo 28 de mayo. Ximo Puig barajó durante buena parte de la legislatura acortar su mandato y aprovechar las ventanas de oportunidad que ha tenido, sobre todo, cuando Carlos Mazón accedió al cargo de presidente autonómico del PPCV y esa convocatoria le hubiera cogido con el pie cambiado.
Superada esa pulsión, que repitió más tarde con la salida traumática de Mónica Oltra del Gobierno valenciano, Puig tiene claro que es mejor fiarlo todo a la acción de Gobierno y apoyarse en la fortaleza del suelo electoral municipal de los socialistas. Esa medida le va como anillo al dedo a Compromís, por dos cuestiones. La primera es que los nacionalistas también tienen una sólida implantación en el territorio y, la segunda, que ganan tiempo para suturar las heridas de la salida de Oltra y de las primarias que ahora se están celebrando.
Compromís como referente
Las fuentes consultadas por Vozpópuli en las formaciones que integran la coalición (Més, Iniciativa y Els Verds) coinciden en señalar que la reedición de un Ejecutivo autonómico junto al PSOE –Podemos está en riesgo de no entrar– pasan por el hecho de que las papeletas municipales hagan de 'trampolín' a la hora de elegir la papeleta autonómica.
Compromís ha esperado durante meses a que se concretara la plataforma Sumar de la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz. Sin embargo, la indefinición y los conflictos internos que está ocasionando en Podemos (actual socio de Compromís en la Generalitat) ha hecho que los nacionalistas se 'olviden' de esta fórmula, aunque intentarán recoger a votantes que se sitúen en ese ámbito ideológico.
Yolanda Díaz tuvo un gran protagonismo en la apuesta de Compromís mientras Mónica Oltra era la líder incuestionable pero, tras su salida, los gestos no han sido tan efusivos hacia ella por parte de quienes quieren liderarla de ahora en adelante –pese a su buena relación con el candidato a la Generalitat, Joan Baldoví–.
Movilización en el 85% de los municipios
El diseño electoral de Compromís pasa por cerrar el mayor número de listas posible. Esperan poder presentarse en cerca del 85% de los municipios que celebrarán elecciones el próximo mes de mayo y de esa manera que los votantes locales estén movilizados y "no se queden en casa", admiten las citadas fuentes.
La prevalencia de integrantes de Compromís, de Podemos o de Esquerra Unida en las listas municipales conjuntas que se están conformándo dependerá de la 'relevancia' a nivel local de cada uno de ellos. Allá donde Compromís es más fuerte que sus potenciales socios serán sus siglas las que aglutinen al resto. No se cierra la puerta, sin embargo, a que en poblaciones donde haya una mayor implantación de Podemos o Esquerra Unida sean ellos los que hagan de marca blanca para los aspirantes de Compromís.
En unas votaciones que se prevén bastante reñidas el objetivo es 'movilizar a todo el mundo'. Las elecciones locales siempre tienen ese efecto tractor y Compromís quiere aprovecharlo. Habrá votantes del espectro ideológico de Yolanda Díaz que se pueden ver representados por Compromís a nivel autonómico, y lo mismo pasa con un porcentaje de votantes de Podemos y Esquerra Unida que cambian su apuesta dependiendo de si las elecciones son municipales o del ámbito de la Comunidad Valenciana.
Suma de ideas
A medida que el municipio es más grande, las alianzas se van dificultando. Aun así, incluso en Valencia, Joan Ribó ha reservado puestos para referentes de otras formaciones como Podemos (en puestos retrasados pero con opciones de salir) para evitar que se pierdan votos.
La precampaña también se va a centrar en actos que bajo el lema "Obrim per a guanyar (abrimos para ganar)" se van a desarrollar con miembros de la sociedad civil. Como reconocían ayer mismo fuentes de la coalición, "queremos movilizar y dinamizar el electorado de los espacios políticos compartidos" y de esta manera aspirar a "convertir a Compromís en la casa común de la izquierda valenciana".
14-15 diputados
Con esta planificación de 'puertas abiertas a todas las ideas que se quieran sumar' Compromís espera poder sujetar la caída que supuso la salida de Oltra y que las encuestas ya empiezan a matizar. Admiten que será difícil alcanzar los 17 diputados logrados hace cuatro años pero esperan poder aguantar entre los 14-15 escaños con cerca de 400.000 votos. Se unirían así a la treintena (mínimo) que a buen seguro alcanza el PSOE y con los 5-6 que podría sumar Podemos, reeditar una tercera edición del pacto autonómico de izquierdas.
El método de alianza municipal y marca paraguas autonómica es para Compromís la clave para revalidar también la Alcaldía de Valencia donde las encuestas le dan una bajada y lo sitúan en pie de igualdad con el PSOE y por detrás del PP (que parece muy probable que será primera fuerza en Valencia ciudad y a nivel autonómico).
El lío de primarias en Alicante
Mientras llega el tiempo de la precampaña electoral y se van cerrando las alianzas locales, Compromís sigue enfrascado en su proceso de primarias donde el principal foco de tensión lo tiene Alicante. El diputado nacional, Joan Baldoví, tiene garantizado el puesto número 1 a nivel autonómico por Valencia y será el candidato a la Generalitat, al igual que Vicent Marzà (exconseller de Educación) que irá de cabeza de lista por Castellón.
En estas dos circunscripciones habrá disputa por el número dos. Por detrás de Baldoví competirán Maria Josep Amigó (vicepresidenta de la Diputación de Valencia); Isaura Navarro (consellera de Agricultura); Paula Tuzón (exsecretaria autonómica de Transición Ecológica) y Rosana Seguí (directora general de Comercio).
El principal conflicto está en la provincia de Alicante donde la actual vicepresidenta de la Generalitat (y 'heredera' de Oltra, Aitana Mas, parte con ventaja al tener el apoyo de los principales referentes de la coalición. Ahora bien, deberá enfrentarse a un sector que critica su decisión de destituir a la anterior consellera de Agricultura, Mireia Mollà, y deberá competir con otros compañeros por liderar la lista.
En Alicante, Compromís tiene más problemas de implantación y dudas electorales y ello ha provocado que junto a Mas se hayan postulado otras tres personas que rivalizarán con ella en las primarias como cabezas de lista. Se trata de Gerard Fullana (portavoz en la Diputación de Alicante) y el que más opciones tiene de poder arrebatarle a la vicepresidenta su protagonismo; la militante de base Marina González y la representante de Joves, María José Calabuig.
Así pues, en la medida en que Compromís consiga que las alianzas municipales sean sólidas y que el proceso de primarias no deje demasiados desafectos tendrá más opciones de acercarse al nivel de representación que necesita para seguir en el Gobierno valenciano que, en caso contrario, podría abrir en canal el debate sobre el liderazgo que, en estos momentos, se encuentra soterrado por el peso de la cercanía de las elecciones.
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